Cada día se desnuda más al servil Nayib Bukele, presidente del Salvador, quien ha convertido a su país en una Sucursal de los Estados Unidos y prestado su territorio para convertirlo en una especia de Cementerio de Hombres, vivos, como son los campos de concentración que ha construido, para complacer y alquilárselas a Donad Trump.
Los Campos de Concentración al estilo Bukele, ingresaran pronto a la triste calificación de las Cárceles más horrendas del mundo, tal es el grado de violaciones a los Derechos Humanos que allí tiene su aciento.
El destacado grupo salvadoreño de defensa de los derechos humanos Cristosal ha cerrado sus oficinas en El Salvador y sus dos decenas de empleados se han marchado a países vecinos, en medio de las amenazas y el acoso de la policía, según el director del grupo, Noah Bullock, quien denunció la persecución.
Revelan portales internacionales que Cristosal ha recopilado pruebas de torturas y otros abusos cometidos bajo el mandato del presidente de El Salvador, Nayib Bukele —en particular bajo el estado de emergencia impuesto por primera vez en 2022 para acabar con las pandillas— y ha investigado la presunta corrupción en el gobierno de Bukele.
Este servil, que ha convertido a su país, El Salvador, en una Sucursal de los Estados Unidos, no les podía perdonar la osadía de criticar las violaciones a los Derechos Humanos que comete sistemátiamente.
Pero Cristosal ha dejada constancia ante el mundo del los abusos del régimen del Salvador, señalando:
" ….que más de 419 detenidos han muerto producto de torturas, desnutrición y falta de asistencia médica"
Demás está decir, que además de las horrendas condiciones que se mantienen en estas cárceles salvadoreñas, se comenten violaciones flagrantes a los Derechos Humanos, porque los allí encarcelados, enviados desde Estados Unidos, ni siquiera han tenido juicio previo, no han sido condenados por tribunal alguno, violando expresamente normativas internacionales referidas a la realización de Juicios Justos para cualquier persona que sea inculpada de cometer delitos.
En forma expresa existen Tratados Internacionales que consagran lo relativo a realización de juicios justos e imparciales, para toda persona señalada como presunto delincuentes. Al respecto:
"El derecho a un juicio justo e imparcial está determinado por varios instrumentos internacionales clave, entre los que destacan la
Declaración Universal de Derechos Humanos (artículo 10), el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (artículo 14), y la Convención Americana sobre Derechos Humanos (artículo 8), que establecen los principios fundamentales de un proceso judicial equitativo y la necesidad de tribunales independientes e imparciales.
Todos los instrumentos señalados supra, son violados por el sistema carcelario inhumano, implantado por Nayib Bukele en el Salvador, con el financiamiento y respaldo de Donald Trump, a quien ese presidente le rinde pleitesía.
Si a eso le agregamos que el recinto se tortura indiscriminadamente, se mantiene a los hacinados en condiciones de hambruna y carecen de servicio médico oportuno, se podrán Uds. imaginar las condiciones de esos antros que el presidente salvadoreño ha creado para satisfacer el requerimiento de sus amos del Norte.
Allí a esos campos de concentración se ha enviado a personas detenidos en Estados Unidos, por la sola condición de ser migrantes, sin demostrarle que ha cometido delito alguno, es decir, que allí debe haber decenas de personas inocentes sin someterlos a ningún proceso jurisdiccional, violando flagra mente la presunción de inocencia, que es un principio que debe regir a toda personas que va a ser sometida a juicio. Sencillamente para Bukele, todos son criminales, sin presentar ninguna prueba que los incrimine.
Pero el negocio por los presos es lo que mueve a Bukele, que le han ofrecido 15 millones de dólares por mantener a esas personas, independientemente de si son o no responsables de cometer algún delitop.
De acuerdo a las estadísticas que manejan organismos internacionales especializados, el 1.8. por ciento de la población salvadoreña está en las cárceles lo que convierte a ese país, en el mayor carcelero de sus propios habitantes.
La misma población salvadoreña, se espanta de tanta represión:
El Pais de España, en reportaje sobre El Salvdor, revela:
"Seis de cada diez salvadoreños consideran que criticar a Nayib Bukele o a su Gobierno a través de las redes sociales u otro medio de difusión puede traerle "consecuencias negativas" como ir a la cárcel.
Esta es la verdadera realidad que allí se vive, donde derechos como La Libertad de Expresión, El Derecho a Manifestaciones, también han sido prácticamente anulados, pero como cuenta con el apoyo de los Estados Unidos, prácticamente, los medios internacionales tratan de ignoran esos hechos permitiendo así, que violen flagrantemente los Derechos Humanos.