A propósito de ser ciego

Salario mínimo Bs. 18.000, una batería Bs. 180.000 (y vendida por militares)

Cuando el madurismo intenta seguir engañando a la población diciendo que la hiperinflación es "inducida" porque la genera el dólar criminal – ahora reconocido como tasa oficial – o las empresas de Lorenzo Mendoza que venden una harina con precio regulado en poco más de Bs. 1.000, mientras en el mercado negro – muchos de éstos controlados por mafias del propio madurismo - supera los Bs. 7.000, bastaría ver el cómo los militares quienes monopolizan las venta de baterías para vehículos, por nombrar uno sólo de los muchos negocios que controlan, entre ellos, la venta de cemento – que es cotizado en dólares – pues no sólo se le cae la máscara al régimen, sino que demuestra que son ellos y sólo ellos quienes han hundido a Venezuela en esta inmensa crisis humanitaria, cuya hiperinflación y escasez, genera que acciones como las descritas sean parte del día a día, en una economía destruida, y una población diezmada, y sin quien recurrir en su defensa, porque los "defensores", algunos autodenominados "protectores" – caso del Táchira o Nueva Esparta – son jefes de las mafias del contrabando y el bachaqueo.

En efecto, en lo personal desde finales de noviembre de 2018 fui objeto por parte de delincuentes maduristas del robo de piezas eléctricas de mi modesto vehículo, entre las cuales se encontraba la batería, autoparte que hasta la fecha no he podido adquirir porque son los militares quienes controlan la venta de tan importante e imprescindible unidad para el funcionamiento automotor, y cuyo valor controlada por éstos supera los 10 salarios mínimos, pero si usted decide que no debe esperar en una supuesta lista – como en nuestro caso, que llevamos más de tres meses - para que llegue su turno de venta, pues debe cancelar el precio de la vacuna que es de 30, 40 o 50 dólares según la urgencia y las características de la batería, lo que también deja en evidencia que estamos en presencia de un régimen militarista, y cuyo fracaso económico, es más que comprobable, cuando esa batería alcanza el precio de 10 salarios mínimo vigentes, lo que equivale a decir, que si tomamos las palabras de los propios maduristas en relación con la hiperinflación "inducida" entonces, ¿quién(es) genera(n) el precio de este repuesto? ¿Acaso también Lorenzo Mendoza? ¡Hipócritas!

Que en la actualidad, este sea el escenario que confrontan los dueños de vehículos y unidades de transporte público, o camiones, es simplemente una calamidad que con el transcurrir del tiempo se agravará, llegando incluso al colapso total del parque automotor, lo cual terminará por asesinar lo poco de la economía que todavía sobrevive con tantas dificultades. O en su defecto seguirá multiplicando las calamidades que sufren las personas para trasladarse hasta los diversos puntos de la geografía nacional, regional o local.

Aun así, los maduristas, en especial la senectud resentida, aquellos cuya pensión es de 4 dólares al mes – en el equivalente de tasa oficial – tienen el tupé no sólo de defender esta desgracia de régimen neototalitario, sino que disfrutan con tales acciones que son responsabilidad de los militares maduristas ¡Claro! Para los panegíricos del régimen la única felicidad está en ver la destrucción de Venezuela. Esa es la razón por la cual hechos de esta naturaleza, nunca será culpa de ellos, y menos del líder usurpador, quien ahora, y por los vientos que soplan, tendrá que cerrar la mayoría de embajadas dentro y fuera de Venezuela, para quedarnos sólo con las representaciones diplomáticas de Cuba, Bolivia, Nicaragua, Corea del Norte, Turquía, Rusia y China, porque el resto de naciones que dicen que lo "reconocen", ni siquiera jamás han tenido un consulado en nuestro país, lo que también revela el aislamiento que tiene el madurismo en el plano internacional.

Por lo pronto, una batería tiene el costo de 10 meses de salario mínimo. Toda una política "socialista" de un gobierno que se jacta en decir que protege a los venezolanos. Si esto es una manera de "protección", ahora comprendo porque existen miles y miles de compatriotas comiendo de la basura. Niños, hombres y mujeres que mueren por falta de medicamentos. O mafias criminales que disparan contra ciudadanos con máxima impunidad de las "autoridades". Los usurpadores intentan a toda costa permanecer en el poder, aunque en la praxis saben que agonizan políticamente. A propósito de ser ciego. Quien tenga ojos que vea.



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Javier Antonio Vivas Santana

Más de 6 millones de lecturas en Aporrea. Autor de la Teoría de la Regeneración del Pensar. Dr. en Educación (UPEL). Maestría en Educación, mención Enseñanza del Castellano (UDO). Lcdo. en Educación en las menciones de Ciencias Sociales y Lengua (UNA). Profesor de pre y postgrado tiene diversas publicaciones y ponencias internacionales acreditadas y arbitradas por editoriales, universidades e instituciones de España, Rusia, Estados Unidos, Alemania, Francia, y naciones de América Latina.

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