El libro de la alegría (2016)

El libro de la alegría recoge la conversación entre el Dalai Lama y el arzobispo Desmond Tutu, ambos Premio Nobel de la Paz, sobre la felicidad , el sufrimiento, la compasión y el perdón. El encuentro se realizó en la India (Dharamsala) con motivo del cumpleaños del Dalai Lama. La redacción del texto fue realizada por Abrams Douglas Carlton. El líneas generales puede decirse que el tema principal de la obra es cómo conservar el buen ánimo o alegría a pesar de todas las adversidades inevitables. Los representantes de dos de las más grandes religiones coinciden en los conceptos más generales sobre el amor, la ética, la moral y el sentido de la vida, independientemente de la existencia de una divinidad.

Hablan de cómo Mandela convirtió su ira y sed de venganza en amor, perdón y compasión.

También nos dan un dato curioso: todos tenemos la capacidad para el perdón. En el reino animal todos perdonan y se reconcilian, menos los gatos.

FRASES

1

Cada día es una oportunidad para empezar de nuevo. Cada día es tu cumpleaños.

2

La vida está llena de desafíos y adversidades. El miedo es inevitable, al igual que el dolor y, con el tiempo, la muerte.

3

Debemos practicar el humor para hacer más ligera la existencia: humanos, humildad y humor tienen la misma raíz relacionada con la tierra.

4

Un insecto es mejor que nosotros porque es inocente y carece de malicia.

5

Es maravilloso descubrir que lo que buscamos no es la felicidad. Yo no hablaría de eso, sino más bien de la alegría. En la alegría está la felicidad. Es algo mucho más grande.

6

La alegría abarca desde el placer por la buena suerte ajena, que los budistas conocen como mudita, hasta el placer por el infortunio de los demás, que los alemanes conocen con el término Schadenfreude.

7

El dolor es inevitable; el sufrimiento es opcional.

8

El destino, por oscuro que sea, no determina el futuro.

9

La felicidad duradera no reside en la búsqueda de un objetivo concreto ni de un logro en particular. Tampoco se encuentra en la riqueza o en la fama. Se halla tan solo en la mente y en el corazón, y es ahí donde confiamos que la encuentres.

10

la ira justificada es una herramienta pensada para hacer justicia, una guadaña al servicio de la compasión, y no una emoción reactiva.

FRASES DEL DALAI LAMA

1

La compasión y el interés por el bienestar de los demás es una fuente de felicidad.

2

Todas las enseñanzas del dharma coinciden en un punto: reducir el ensimismamiento.

3

Mantén siempre una mente alegre.

4

Recordar las enseñanzas de Buda: la importancia de la bondad y de la compasión, el deseo del bien ajeno o, al menos, que se atenúe su sufrimiento.

5

Los fieles de cualquier religión deben aceptar la existencia de otras confesiones.

7

La inmunidad mental consiste en aprender a evitar las emociones destructivas y a desarrollar las positivas. Para ello, primero debemos comprender la mente en todos sus estados posibles, los pensamientos y las emociones que experimentamos a diario. Algunos de estos pensamientos y emociones son dañinos, tóxicos incluso, mientras que otros son sanos y curativos. Los primeros perturban nuestra mente y tienen un efecto devastador; los segundos nos colman de alegría.

8

Dukkha puede traducirse como «estrés», «ansiedad», «sufrimiento» o «insatisfacción». Suele describirse como el sufrimiento, tanto físico como mental, fruto de la enfermedad, del envejecimiento y de otras circunstancias de la vida. También se define como el estrés y la ansiedad que nace del intento de controlar lo que es básicamente temporal y que, por tanto, no puede controlarse.

9

La forma de superar la tristeza fruto de una gran pérdida es usándola como motivación para generar un sentido de la finalidad aún más profundo.

10

Lo único que genera felicidad es el afecto y la bondad. Aumentan la fuerza interior y la confianza en uno mismo, reducen el miedo y trabajan la confianza, que a su vez trae consigo la amistad.

11

Somos animales sociales y necesitamos cooperar para sobrevivir, pero dicha cooperación se basa en la confianza.

12

cuando pensamos en los demás con bondad y compasión, no nos sentimos solos.

13

El concepto budista de mudita suele traducirse como «alegría solidaria» y es el antídoto natural de la envidia. El mudita es tan importante para el budismo que es considerado uno de los Cuatro Inconmensurables o cualidades que podemos cultivar indefinidamente. Las otras tres son la amorosa bondad, la compasión y la ecuanimidad.

14

El mudita es el sentimiento opuesto al Schadenfreude, el término alemán que se refiere a la satisfacción o al placer derivado de la desgracia ajena. El Schadenfreude nos presupone en una constante lucha los unos contra los otros y, si alguien vence o alcanza alguna meta, los demás nos sentimos empequeñecidos, menos aceptables, menos dignos de ser amados. El Schadenfreude es la evolución natural de la envidia. El mudita es la evolución natural de la compasión.

15

Jinpa me habló de los versos de un texto tibetano escrito por el primer panchen lama.

Es una hermosa plegaria que Jinpa suele utilizar para trabajar el mudita:

Del sufrimiento no deseo ni el más leve;

de la felicidad nunca estoy satisfecho.

En esto, no hay diferencia entre los demás y yo.

Bendíceme para que pueda alegrarme de la felicidad ajena.

16

Según un dicho tibetano, las adversidades pueden transformarse en oportunidades. Es posible sentir alegría incluso cuando se está sufriendo—. Una situación trágica puede convertirse en una oportunidad. Hay otro dicho tibetano que afirma que son en realidad las experiencias dolorosas las que dan sentido a la felicidad. Esto se consigue haciendo que los momentos felices sean más evidentes.

17

La vida cambia sin cesar y las cosas dejan de existir, incluidos nosotros. Todo cambia constantemente, algo que la ciencia nos ha demostrado a nivel atómico y subatómico. Nuestro cuerpo está en continua evolución, al igual que nuestra mente. Todo se encuentra en un estado de cambio constante, nada permanece estático y nada es permanente.

FRASES DEL ARZOBISPO DESMOND TUTU

1

La mayor alegría de todas es la que obtenemos al hacer el bien ajeno.

2

La alegría es mucho más grande que la felicidad. Solemos percibir la felicidad como algo estrechamente vinculado a las circunstancias externas, mientras que la alegría es independiente.

3

Somos criaturas frágiles, y precisamente desde esa debilidad, no a pesar de ella, descubrimos la posibilidad de la auténtica felicidad.

4

Necesitamos a los demás para poder desarrollarnos tal como somos. Me sorprendió que apareciese tan pronto en mi país un concepto como el ubuntu: una persona es persona a través de los demás. El ubuntu dice que, si tengo un trozo de pan, al compartirlo contigo, me beneficio de esta acción.

5

No deberíamos reprendernos a nosotros mismos por los pensamientos o las emociones negativas que podamos tener. Son perfectamente naturales e inevitables, y solo ganan en intensidad cuando la vergüenza y el sentimiento de culpa se apoderan de nosotros.

6

El coraje no es la ausencia de miedo, sino la habilidad de actuar a pesar de él. La palabra «coraje» viene del francés coeur o corazón; es el triunfo del amor y del compromiso de nuestros corazones sobre el murmullo de la mente, cuyo objetivo es mantenernos a salvo.

7

La esperanza, en cambio, es diferente: no se fundamenta en la naturaleza efímera de los sentimientos, sino sobre una base firme que es la convicción. Creo con todo mi corazón que no existe una situación en la que no se atisbe algo de esperanza, por pequeña que esta sea. La

esperanza es más profunda y muy muy sólida. Se encuentra en la boca del estómago, no en la cabeza.

8

La enfermedad es una de las fuentes más habituales de sufrimiento, y, sin embargo, hay gente capaz de encontrarle un significado y crecer espiritualmente.

SOBRE MANDELA

Me refiero a Nelson Mandela. Ya he dicho antes que, cuando lo metieron en la cárcel, Mandela era un hombre más o menos joven y estaba lleno de ira. Era comandante en jefe del ala militar del CNA. Creía firmemente que hay que diezmar al enemigo, y él y sus compañeros fueron declarados culpables en un juicio que acabó siendo una farsa. Ese era el hombre que entra en prisión, agresivo y lleno de ira. Ingresa en Robben Island y allí es víctima de todo tipo de abusos, como muchos de los internos. Ahora, cuando la gente va a visitar su celda, ve una cama. Entonces no la había. Dormían en el suelo, sin colchón, con solo una especie de sábana fina que no servía para nada.

Sí, claro, mucha gente en su lugar se habría convertido en un ser amargado. Una vez, el arzobispo me contó que el sufrimiento puede ennoblecernos o amargarnos, y que la diferencia radica en si somos capaces de encontrar sentido o no a este sufrimiento. Si no lo encontramos, es fácil caer en la amargura, pero si somos capaces de encontrar un ápice de significado o de redención, nos volvemos más nobles, como le ocurrió a Nelson Mandela.

UN EXPERIMENTO SOBRE LA ENVIDIA

El primatólogo Frans de Waal grabó en vídeo un experimento con monos capuchinos, parientes lejanos del ser humano que suelen ser utilizados en experimentos psicológicos por su parecido con nosotros. En el vídeo, que se ha hecho viral, uno de los monos, de color gris y con la cabeza pequeña y las extremidades largas, le da al investigador una piedra y a cambio recibe una rodaja de pepino. El mono parece contento y lo repite una y otra vez, hasta que ve que su vecino hace lo mismo que él, pero recibe una uva como pago. En el mundo de los monos capuchinos, una uva es más dulce que un pepino y, por lo tanto, mejor. Quizá también sea así para los humanos. Después de ver a su compañero conseguir una uva, el primer mono repite la acción, esta vez con más energía y levantando la cabeza a la espera de la tan ansiada uva. Sin embargo, siguiendo la premisa del experimento, el investigador le da un trozo de pepino en lugar de una uva. El capuchino mira la rodaja de pepino que tiene en la mano, inclina la cabeza hacia atrás, incrédulo, y le tira el pepino al investigador. Luego, poseído por una ira incontrolable, se coge a los barrotes de la jaula y los sacude. El vídeo se hizo famoso coincidiendo con las manifestaciones de Wall Street porque explicaba claramente y sin necesidad de palabras cómo funciona el instinto de la justicia en el ser humano y por qué la desigualdad produce estrés y es dañina para la sociedad.

SOBRE EL PERDON: LOS GATOS SON LOS ÚNICOS QUE NO PERDONAN

El primatólogo Frans De Waal cree que estas actividades de pacificación son muy comunes en el reino animal. Los chimpancés se besan y hacen las paces, y al parecer lo mismo hacen muchas otras especies. No solo los primates como nosotros, también ovejas, cabras, hienas y delfines. De las especies que se han estudiado, solo los gatos domésticos no han demostrado un comportamiento que reconcilie una relación después de un conflicto. (Este descubrimiento no sorprenderá a nadie que tenga un gato.)



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Edgardo Malaspina

Médico. PhD en Medicina. Docente universitario y poeta.

 edgardomalaspina@gmail.com

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