El sancionado Irán a la sancionada Venezuela, o como ver justo lo que el gobierno quiere que vea

Mientras el discurso oficial envenena el ambiente político con lágrimas y mocos por las sanciones, la supuesta guerra económica y en síntesis el cuento del gallo pelón de que nada sirve por culpa de los demás, nuestro flamante gobierno dizque revolucionario importa cinco tanqueros full de gasolina nada más y nada menos que del híper sancionado Irán, mientras nadie de los leales siempre traidores nunca osa mover sus neuronas para preguntarse en lo más recóndito de su libre albedrío como Irán puede y Venezuela no.

Y es que a pesar de que el gobierno de Irán es contrario a los intereses de EEUU desde hace más de 40 años, además de que también es una nación petrolera y miembro de la OPEP (cuartas reservas de petróleo y segundas de gas), aunado a que por su política anti imperialista, por la sospecha de que su enriquecimiento de uranio pueda usarse para fabricar su propia bomba atómica y por su apoyo a grupos que algunos consideran terroristas ha venido siendo cada vez más sancionada por occidente (EEUU, Consejo de Seguridad de la ONU, UE) desde el año 1979, aunado a que Irán sí tuvo una guerra de verdad durante 8 años contra su vecino Irak (nada que ver con las guerras de mentirita que se libran en el diminuto cerebro de cierto personaje), guerra que solo a Irán le dejó un millón de muertos y pérdidas materiales irrecuperables, además de que el 90% del territorio iraní es desértico o semidesértico y su población es de unos 83 millones de habitantes, a pesar de todo eso, Irán sí produce gasolina, sí produce petróleo y sus derivados, vehículos, maquinaria, tecnología, gas, Irán es autosuficiente en un 90% en el sector alimenticio y exporta trigo y otros alimentos de consumo básico o suntuario (primer productor mundial de caviar y pistachos, por ejemplo) sus metros funcionan, sus empresas funcionan, nadie huye de Irán por hambre, sus comunicaciones funcionan, su economía funciona, es un país que recibe migración, su internet funciona, su sistema de salud funciona, su educación y su investigación en tecnología marcan la pauta en Oriente Medio. Irán es una potencia regional y su economía se ubica entre las primeras 30 del mundo, a pesar de que sus condiciones en todos los aspectos son más desfavorables que en Venezuela.

Las sanciones económicas contra Venezuela comienzan en 2017 con Donald Trump, a raíz de la viveza descarada de la convocatoria a espaldas del pueblo de la supuesta Asamblea Nacional Constituyente, donde el gobierno usó la Constitucional Nacional como papel toilette, en abierta violación del artículo 347 constitucional, pasándose la democracia participativa y protagónica por donde no da el sol, con la aquiescencia de los panas del TSJ, elegidos también ellos entre gallos y medianoche y de manera írrita (con violación del artículo 264 constitucional, de la Ley Orgánica del TSJ, del Reglamento del Comité de Postulaciones Judiciales y del Reglamento de Interior y Debates de la Asamblea Nacional), a la medida de los caprichos y pataletas de la pseudorevolución. Sin embargo, antes de las primeras sanciones económicas ya Maduro, en solo 4 años, había convertido a Venezuela en la vergüenza de América, habiendo tenido nuestro país una inflación de 1.442,58% entre 2013 y 2017, más una caída del PIB en el mismo periodo de 42,82%, según cifras del BCV controlado por el gobierno, cifras que fueron ocultadas hasta 2019. Por otro lado, Irán ha tenido sus altibajos, tanto por las sanciones como por las malas políticas económicas de sus gobernantes, pero muy de lejos de la Venezuela destruida desde sus cimientos por la catastrófica y criminalmente torpe gestión de Maduro.

No es verdad que Venezuela está como está por las sanciones, ni por la supuesta guerra económica, ni por las otras mil guerras imaginarias que ha librado Maduro (el presidente que ha peleado más guerras de nuestra historia), ni por la conspiración de la derecha ni por las otras cien mil mentiras que han dicho los incompetentes que gobiernan. Si eso fuera verdad, la pujante Irán estaría en quiebra y no lo está. Irán, que como hemos dicho y consideramos importante resaltar, es un país mucho más sancionado que Venezuela, sus primeras sanciones distan de 1979, su territorio es desértico o semidesértico en un 90% y es un país con más del doble de la población venezolana, ubicado en una zona de constantes guerras y conflictos menores desde que el mundo es mundo, en los cuales Irán ha sido siempre protagonista o afectado de alguna forma, debería estar hoy comprándole o peor aun recibiendo donaciones de gasolina de Venezuela, que solo tiene tres años sancionada.

El hecho de que el plañidero gobierno venezolano le compre gasolina a Irán, permite observar con detenimiento la realidad iraní y compararla con la venezolana para entender mejor lo que ya veníamos sospechando, que el origen del caos y quiebra venezolana no está en Washington, sino en Miraflores, en unos irresponsables que quisieron burlar las leyes económicas y cuando vieron que cada experimento resultaba en fracasos, lejos de corregir insistían en el error y echaban la culpa primero a la supuesta guerra económica y ahora a las sanciones. Por supuesto que las sanciones les cayeron como anillo al dedo, porque siendo la guerra económica una fantasía cada vez más difícil de señalar, las sanciones sí están ahí tangibles, solo que cuando ellas llegan ya Maduro y su combo habían hecho de las suyas.

abogadosuceve@hotmail.com



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