En una de esas noches de pensamientos y desvelos, sobre la situación cruenta y cruel por la que estamos atravesando gran parte de venezolanos, me detuve a revisar en mi teléfono, distintos estados de Whatsaap, y obviamente vi con mucha preocupación la gran parcialización y odio que hay en el sector opositor radical hacia el gobierno (A DIOS GRACIAS SON MINORÍA). En varias tertulias digitales, le pregunté a varios que sí: ¿estaban de acuerdo con una invasión extranjera? ¿Si apoyaban la incursión de mercenarios en nuestra Patria?, ¿Sí estaban de acuerdo con las sanciones, hacia nuestra nación? las respuestas fueron desde mi óptica muy desalentadoras debido a que muchos de los que me contestaron son académicos, Profesores Universitarios y de Aula, los cuales me reafirmaron que todo esto son inventos del gobierno y del programita de chismes del RRRRRRRrrregimen dictatorial de Maduro, al ver tales reacciones me preocupé, porque usted puede tener molestias, rabias y disgustos, está en su derecho de no estar de acuerdo con la política del Presidente, pero los aventurismos son malos y las sanciones, bloqueos, intervenciones, contratación de mercenarios, son peores aún, ya que la Soberanía e Integridad Territorial son Innegociables, todos los venezolanos deberíamos seguir el ejemplo de San José Gregorio Hernández, que al ver el bloqueo a las costas venezolanas de 1902, no dudó en presentarse a las ordenes del Gran Nacionalista de Capacho. LA PATRIA PRIMERO decía el célebre galeno de Isnotú.
En días pasados, leía un buen artículo del académico Elias Jaua llamado "TAIMA", en el mismo exponía que en tiempos de Pandemia al igual que la sugerencia del Secretario Guterres (cese al fuego y a las hostilidades, frente a la Pandemia) se debía hacer como cuando éramos niños y estábamos en un juego, y este estaba parejo, uno pedía Taima, el adversario te respetaba, muchas veces hasta te ayudaba, ya que quería que el juego continuase, es decir, se establecía una pausa consensuada. En la Venezuela del último lustro, lamentablemente la política se radicalizó, las redes sociales han tenido un impacto demoledor, la juventud se corrompió, se olvido el estudio, crecieron los antivalores, en los ochentas un psiquiatra rector de la U.C.V mencionó que esa Generación era Boba, si seguimos en esa directriz, no tendría calificativo de decir como se llamaría las ultimas tres generaciones, y eso es preocupante, ya que veo el país sin futuro, esto a su vez es consecuencia de lo que he expuesto en mis análisis pasado la educación está entre el fascismo y el populismo.
Pero ¿Qué hacer frente a esta Realidad? ¿Nos Matamos o Dialogamos? ¿Cómo hacemos para que una parte radical de la población entre en el cauce de la institucionalidad del Estado? ¿Porqué hay tanta inmadurez política? ¿Por qué todo debe resolverse a los golpes? ¿Por qué no la POLÍTICA? Los extremismos son malos insisto, Venezuela es un país que cuenta con inmensas riquezas y yacimientos que nos garantizarían el vivir bien, pero deben desarrollarse seres honestos y con fuerte topofiliogogía a su patria, para que exploten todas esas potencialidades; leyendo el Discurso de Angostura redactado por nuestro genio, proponía siguiendo las ideas de Rousseau que los niños debían ser formados lejos para que no fuesen corrompidos y al llegar a la edad madura los mismos serían nuestros abogados, jueces, políticos, profesores, médicos, juristas, etc. Cuando era estudiante, pensaba que El Libertador deliraba, pero al ver el desarrollo de los acontecimientos actuales, visualizo su genialidad.
Hago votos para que se aleje el populismo y el fascismo en la educación, para que se haga un pacto de grandeza, con los extremos nada, porque si usted aplaude y pide a gritos sanciones, bloqueos, persecuciones, te alegras por las desidias, oye Revísate ya que eres parte del problema y no de la solución. VENEZUELA ES DE TODOS, no hables mal de ella. LA PATRIA PRIMERO, por ello urge Diálogo y Consenso entre los actores, en ese diálogo lo primero a discutir debe ser LA SOBERANÍA NACIONAL, los venezolanos primeros, así de sencillo. Seguiré escribiendo por el bien de mi Salud Mental y Emocional.
