¿Qué es ebarecismo?

"Si realmente se desea poner fin a la guerra, la pobreza, el hambre y la mayoría de los crímenes, lo que tenemos que hacer eventualmente a través de la educación, es declarar todos los recursos de la Tierra como patrimonio común de todos los pueblos del mundo. Eso sería lo primero. Si ello se logra, podemos terminar con todas las fronteras artificiales que separan a las personas".

Jacque Fresco

"¿Por qué esta magnífica tecnología científica, que ahorra trabajo y nos hace la vida más fácil, nos aporta tan poca felicidad?

La repuesta es esta: simplemente: porque aún no hemos aprendido a usarla correctamente."
Albert Einstein

Ebarecismo proviene de la expresión Economía Basada en Recursos, EBR. Es un modelo socioeconómico moderno que consiste en administrar eficientemente la energía, los recursos naturales, las tecnologías, el conocimiento y el talento humano para el beneficio de toda la humanidad sin hacer uso del dinero como medio de intercambio de los bienes y servicios. Es una propuesta de vida que está basada en el uso eficiente de los recursos del planeta, para satisfacer las necesidades de toda la población por medio de la tecnología y la empatía humana, y donde el método científico es aplicado para satisfacer el interés y el bienestar social de todos los habitantes, con el objeto de proporcionar una vida digna, sana y agradable, para toda la humanidad, preservando los recursos naturales existentes, para ésta y las generaciones futuras. Supone que si usamos eficientemente los recursos que tenemos, podremos prescindir del uso del dinero como medio de intercambio de bienes y servicios.

En Internet encontraremos copiosa y valiosa información al respecto y comprobaremos que el Ebarecismo no solo es posible sino necesario.

La mayoría de nuestros problemas y sus soluciones son técnicos y científicos, no son dogmaticos ni religiosos. Es necesario mejorar la producción de alimentos, la distribución de energía, la atención de la salud, la construcción de viviendas, la calidad de la educación, del transporte, y combatir la contaminación ambiental, el cambio climático, la mega minería a cielo abierto que destroza el planeta, el uso exagerado y la absurda explotación de energías fósiles, la irracionalidad en el transporte, la depredación y devastación del planeta, la contaminación de los ríos y de las tierras agrícolas, el desordenado crecimiento de las ciudades, etc., todo lo cual es debido al modelo económico basado en el dinero. Todos estos problemas se podrán resolver cuando la tecnología y los métodos científicos sean empleados para servir a todo el mundo y no solo a un selecto y privilegiado grupo.

Es necesario que las decisiones importantes para la población sean tomadas en base a criterios bien claros y definidos y no a caprichos e intereses particulares o acuerdos y componendas entre grupos con oscuras intenciones, y luego nos aseguran por los medios de comunicación que todo marcha muy bien, que el pueblo puede estar tranquilo, hasta que finalmente nos enteramos del desastre a que nos han conducido, cuando ya es demasiado tarde.

Necesitamos un gobierno más científico, mas automatizado, mas planificado, y menos improvisado!

Un gobierno científico no significa que nuestros científicos gobiernan. Significa que nuestras universidades deben estar a la vanguardia de la planificación de todas las actividades del gobierno y ser su principal asesor, fuente de consulta y centro de investigación y experimentación.

No es con capitalismo, socialismo, comunismo, fascismo, etc., o cualquier otra de esas doctrinas anticuadas y obsoletas, controladas por religiosos, partidos, grupos económicos y militares, dirigentes políticos promeseros y engañadores de oficio, además de la esclavitud del dinero, que vamos a poder administrar las riquezas que tenemos en el planeta los seres humanos.

Hemos padecido durante muchos siglos estas doctrinas y grupos. Estamos convencidos de que su tiempo ya pasó y no podemos permitir que sigan causando más daño. Es hora de cambiar a un modelo socioeconómico moderno, que esté a tono con la evolución tecnológica y científica que hemos alcanzado.

Para disfrutar todos de una vida digna sana y placentera, tendremos que cambiar radicalmente el modelo socioeconómico vigente basado en el dinero y la explotación irracional de los recursos del planeta. Quienes hasta ahora han gobernado, no nos han permitido disfrutar de los avances tecnológicos ni de las bondades de la naturaleza y de la ciencia, por culpa del egoísmo que genera el poder, precisamente porque nos gobiernan los menos sabios, sobre los que, además, no hemos ejercido ningún control efectivo.

¡No es con marchas y concentraciones llenas de empleados públicos, ni con el pueblo en la calle, que vamos a sacar adelante un país!

Ya basta de que seamos gobernados por líderes políticos, religiosos, y militares, deshonestos, desleales y tramposos, que viven engañando al pueblo con promesas hipócritas que saben que no van a cumplir.

Durante mucho tiempo, tal vez demasiado, hemos sido engañados, por dirigentes religiosos, militares, grupos economicos y políticos deshonestos, ignorantes, embusteros, desleales y corruptos, que prometen puentes donde no hay ríos, que prometen lo que saben que no van a cumplir, pero tienen las disculpas preparadas para cuando tengan que explicar sus fracasos o sus traiciones al pueblo, que acuerdan pactos, sin importarles en lo más mínimo, el daño que puedan causar a sus electores. Que una vez electos, convierten al Soberano en súbdito. A pesar de que existen las tecnologías, los métodos y los conocimientos que pueden ponerle fin a esta situación.

Como hemos dicho, la mayoría de los problemas de la población del planeta no son religiosos ni políticos, son técnicos y científicos y tenemos la tecnología suficiente para resolverlos. Pero lo que sucede es que tanto los líderes políticos como los religiosos siempre han prometido hacerlo, y nosotros les hemos creído el cuento. Evidentemente, ellos no saben nada de tecnología y por esta razón no tienen ninguna capacidad para resolverlos. Está en manos de la ciencia y la tecnología la solución de dichos problemas.

Aceptamos como normal y lógico que existan esas enormes desigualdades, e injusticias. Que una persona, empresa o país se haya apropiado por la fuerza de las armas o del dinero y la complicidad de los políticos y gobernantes, de aquello que le pertenece a toda la humanidad, como son los recursos naturales y las tecnologías.

Queremos vivir en un mundo diferente, donde no tengamos que temer que nuestros hijos vayan a otra guerra, o donde no exista esclavitud ni enfermedades, donde tengamos una alta calidad de vida, donde no haya pobreza ni corrupción. Y eso es posible.

Cómo hacemos?

Tenemos que convocar a los científicos y a las diferentes áreas de la ciencia y presentarles los problemas que nos gustaría resolver.

Lo primero que tenemos que hacer es fijarnos una META, y esa meta es SOBREVIVIR, y no solamente sobrevivir, sino hacerlo de una manera óptima, digna, saludable y próspera.

La mayoría de la gente desearía vivir y preferiría hacerlo sin tener que sufrir. Por lo tanto, la base de esta civilización debe ser de apoyo, solidaria y por consiguiente, sostenible para todos.

Debemos tomar en cuenta las necesidades materiales de todas las personas del mundo y a la vez evitar cualquier comportamiento que pudiera causarnos daño a largo plazo. Con esa meta de sostenibilidad máxima, el siguiente paso sería definir el método o enfoque empleado.

Hemos observado que el enfoque basado en el sistema monetario (doctrinas políticas, capitalismo, socialismo, comunismo, fascismo, credos religiosos, dogmas etc.) no ha funcionado y está a punto de colapsar, especialmente por la corrupción generalizada, precisamente porque se basa en el sistema monetario y además, hemos permitido que sea dirigido por políticos, grupos económicos, líderes religiosos y militares.

Además, esos líderes generan pasiones, odios, venganzas, discusiones estériles, que impiden que impere la racionalidad en la sociedad.

Es preferible un gobierno científico, automatizado, que un gobierno dirigido por fanáticos o locos que engañan y son malintencionados.

Por eso la ciencia merece especial consideración para diseñar una nueva sociedad, porque sus métodos exigen que, a partir de la observación de un hecho, las ideas propuestas sean explicadas, verificadas y se puedan formular leyes.

En otras palabras, a diferencia de la religión y la política, la ciencia no tiene ego y todo lo que sugiere acepta la posibilidad de resultar erróneo finalmente. No se ata a nada, acepta los cambios y la crítica, no es fanática ni apasionada, no tiene prejuicios, ni se parcializa. Experimenta y evoluciona constantemente.

Toda nuestra infraestructura debe ser rediseñada y operada como sistemas coherentes, completos e integrados. Esto significa que debemos considerar toda nuestra comunidad como una unidad que nos incluya a todos y planificar en consecuencia. Evitando la improvisación. Solo de esta forma podremos usar la tecnología para superar la escasez, proporcionar abundancia y proteger el medio ambiente.

La clave para lograr pronto la abundancia y un alto nivel de vida para toda la población, es automatizar todo, lo máximo posible y en el tiempo más corto posible.

Las computadoras pueden atender las necesidades de todos cuando en última instancia se integre la cibernetización (sistemas auto-regulados). Se puede pensar en la auto-regulación como si fuera un timonel de un barco, que en medio de una tormenta no deja de observar el faro y todos sus movimientos (retroalimentación) son encaminados a recuperar el rumbo, o también como un sistema nervioso electrónico que se extiende por todas las áreas del complejo social. Las decisiones se deben basar en la directa retroalimentación medioambiental, humana e industrial, para satisfacer las necesidades de la sociedad, en lugar de intereses privados o corporativos.

Necesitamos un gobierno más científico y menos improvisado. Debemos pedirle a nuestros científicos, y a nuestras universidades que nos diseñen productos más duraderos, mejores condiciones de trabajo, que eliminen los accidentes de transporte, que mejoren el diseño de nuestras viviendas, que eliminen los tóxicos de nuestra comida, que nos produzcan mejores medicamentos, que nos proporcionen otras fuentes de energía que sean limpias y eficientes, que nos faciliten tener un alto nivel de vida, etc., todo lo cual es posible, y mucho más, con la tecnología y el desarrollo científico que tenemos en la actualidad.

La obsolescencia programada o percibida, es el motor secreto del consumismo, que junto con la publicidad y el crédito generan las modas e incitan a la gente para que "voluntariamente" dejen de usar objetos que aun son útiles a cambio de otros ligeramente diferentes. Esto, además de despilfarrar los recursos limitados del planeta genera una enorme contaminación y aumento de los basureros en el mundo, debido al ansia de lucro del fabricante. Fue "inventada" por el capitalismo en los años 20 del siglo pasado, cuando se creó un cartel (o mafia) mundial, con el fin de regular el comercio de las bombillas, que impuso la norma de máximo 1000 horas de duración. El fabricante que violara la norma era multado o cerrada su fábrica, con el argumento de que si algo duraba mucho "no era buen negocio", pues no dejaba alta ganancia. En Livermore, California existe una bombilla que lleva más de 100 años encendida a la cual se le celebró su centenario con torta y todo. Eso para el capitalismo es un mal negocio.

La obsolescencia programada está en la actualidad tan perfeccionada que la muerte de la mayoría de los productos electrónicos y repuestos está definida con altísima precisión.

Hoy, gracias a Internet, estamos conociendo muchas de las cualidades y defectos del capitalismo, del socialismo, del fascismo, etc., y de sus apologistas.

Es urgentemente necesario, que el uso de Internet sea declarado un Derecho Humano Fundamental en todo el planeta y por consiguiente su acceso debe ser gratuito y llegar a todas partes.

Con todo el poder de Internet y de las redes sociales como: Facebook, twitter,YouTube, Whatsapp, Instagram, Linkedin, etc., podremos lograr un consenso general, indispensable para participar en una Gran Campaña o Movimiento en pro de un REFERENDO MUNDIAL con el fin de declarar por ejemplo que:

Por el bien de todos los habitantes del planeta y las futuras generaciones, es necesario que todos los recursos naturales, medios de comunicación e información, tecnologías y patentes en el mundo entero sean declarados patrimonio común de toda la Humanidad.

Es el mejor uso que podremos dar a las redes sociales antes de que la élite mundial encuentre la forma de impedirnos manifestar nuestras más caras aspiraciones.

Pues, para hacer un uso adecuado y eficiente de los recursos del planeta, es imprescindible que éstos pertenezcan a toda la humanidad y no a un pequeño grupo de privilegiados, como actualmente sucede, por obra y gracia de un saqueo continuado durante siglos, que claramente constituye el Pecado Original de la pobreza.

Definitivamente, para que el Ebarecismo sea viable, los recursos naturales deben ser preservados como patrimonio común de toda la humanidad, para el bienestar de ésta y las generaciones futuras.

Todo depende de nosotros.

Si la tecnología no nos libera, entonces todo su potencial carecerá de sentido.

 

 



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Gilberto Hernández Ortíz

Graduado en la universidad Nacional de Colombia en Licenciado en Ciencias de la educación especializado en el área de Física y Matemáticas Postgrado en Educational Media en la Universidad de North Carolina A&T State University año 1984 - Greensboro, N.C Prof. Jubilado de la Univ. de Oriente (Núcleo Anzoátegui)

 gilnandez@hotmail.com

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