Colegio de abogados de Venezuela los aristócratas romanos del siglo XXI dándole pleitesía a un hipócrita sin sentimiento nacionalista

Disculpen lo tarde de las líneas dirigidas a los señores Abogados de nuestra Patria, pero nunca es tarde para reflexionar, filosofar, o sencillamente poner en práctica lo que nuestras novísimas leyes en construcción Socialista nos ha enseñado.

Felicitaciones a aquellos litigantes que han dedicado su vida a determinar, practicar y dar ese cambio contextual dentro de nuestro sistema público y privado de justicia dentro y fuera de nuestras fronteras.

A quienes han defendido los derechos humanos, mercantiles, laborales, naturales, la violación del Estado de derecho en el marco de los convenios y tratados internacionales en las Naciones unidas, y todos aquellos organismos que hoy se han convertido en grandes monopolios del Diablo en el mundo.

Pero también debo felicitar a esos que no tiene un bufete de prestigio donde solo se defiende al que tenga un gran capital, como un banquero, empresario capitalista, a quien le vulneran sus derechos fundamentales y solo esperan la morosidad de la ganancia, y jugando a quien es culpable e inocente, dañando el mundo con la contaminación llamada “ambición” para poder tener cada día un prestigio repito como los señores doctores en leyes, especialistas y expertos del litigar o representar.

Nos vamos a el colegio de abogados de nuestra nación donde los señores formados de trayectoria en las universidades tradicionales, con sus posgrados, especializaciones, y tantas otras aéreas que hacen y forman un profesional del derecho, pero con una sola finalidad, solo defender a quien se le pueda sacar provecho par un beneficio monetario, especulador y miserable.

Ver con arrogancia, asco y remontarnos a esos tiempos donde un grupo de aristócratas decidían el destino de un pueblo, de una nación, de una acción, creo mis queridos compatriotas que nuestro buen amigo Hans Kelsen, Emmanuel kan, donde quiera que estén, se mirarían con gran asombro y dolor, al ver las acciones y determinaciones, principios y formación de estos “ burgueses leguleyos” que no terminan de asimilar, que hay una Constitución que cambia y rompe todos los paradigmas en cuanto a los deberes y derecho de un pueblo.

Si, debemos hacer cambios profundos, retomar muchas ideas plasmadas en las discusiones habidas en la primera constituyente, no solo de 1999, desde la primera Constitución de la Republica.

Ver a un ladrón, delincuente, difamador, que en sus gestiones administrativas y creo o pienso que aun no comprende que la Ley, no es dictar un guion absurdo basado en una posición política, donde queda evidenciado la falta de realidad, en cuanto a la transformación de un Estado, con un fin fundamental, el darle a cada quien lo que corresponde, o que el derecho reside en la acción natural del hombre en la costumbre en cada momento histórico, basado en la necesidad de adaptar el marco legal a esos momentos llenos de contenido verdadero.

Podría yo, en este articulo usar el dialecto adecuado para aceptar o asimilar lo que hoy en día es Justicia, derecho, deber, responsabilidad, violación, difamación, contemplación, divulgación, o usaría solo una palabra “ dolo” Alvares Paz, hipócrita sin moral y ética se dice llamar defensor de esos derechos contemplados dentro de nuestro marco jurídico, y a esos abogados que jamás han litigado, que vivieron de las pensiones y sabores de la riqueza del estado a través de un sistema, publico mal administrado de justicia, quienes siendo magistrados, si partieron y desangraron ese valor fundamental que es demostrar la inocencia, defender los atropellos, capitalizar lo justo.

Decía Kelsen “es el derecho una ciencia de la naturaleza o una ciencia moral, por acalorara los espíritus y la distinción entre estas dos categorías de ciencias se ha operado casi sin resistencia”.

En la construcción de un nuevo modelo de justicia social, humana, moral, con un código enmarcado en los cambios trascendentales, y las oportunidades que puedes brindar a un ciudadano que era inculto de las leyes , mis queridos compatriotas ya no lo puedes llamar falta de libertad, omisión, comprensión, causa, o un ilícito que no procede, a eso le llamamos socialismo dentro del cambio radical de un ser humano que puede cambiar esa absurda manera de llevar y manejar el sistema judicial, con un sentido común lleno de ideas que beneficien su inserción a la sociedad a través de la motivación y transformación cultural.

Es un camino largo por andar, son tantas las cosas, leyes, y normas que debemos mejorar en la práctica con vocación y dedicación, eso para mí, queridos hermanos es el verdadero derecho.

rufinazam@hotmail.com


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John Duarte


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