Un día tratan al paciente y al otro día toman la pancarta para exigir mejoras salariales

Enfermeros toman su turno: unos protestan y otros atienden a los pacientes impacientes

Credito: Contrapunto

21-07-18.-Con batas y pancartas no dejan de hacer su trabajo. Siempre cubren sus turnos. Se dividen para hacer sus demandas y luego vuelven a las habitaciones del Hospital Clínico Universitario a atender a los pacientes

Unos protestan, otros cubren su guardia. Sí, los enfermeros se dividen en grupos para exigir sus demandas, pero no dejan a un lado la pasión que tienen por atender a los pacientes.

Esto ocurre en la sala de Emergencias del Hospital Clínico Universitario (HCU), donde no dejan a la intemperie a los pacientes con casos de urgencia en medio de un paro de personal médico y de enfermería que para este viernes ya cuenta con 26 días en todo el país.

Allí, en una cama clínica, con calor y con zancudos de acompañantes, estaba Jesús Campos, que llegó el 4 de julio con un fuerte dolor de cabeza, en medio del paro de enfermeros, y fue diagnosticado con un Loe Cerebral, un tumor. Constantemente el personal de enfermería pasa a chequear el estado de los pacientes hospitalizados y a suministrar la medicación correspondiente.

Campos se dedicaba a las labores de construcción y ahora espera que sus familiares reúnan "algo" de dinero para realizarse un resonancia con contraste. El costo aproximado: 190 millones de bolívares. Lo paradójico es que en este centro médico cuentan con los equipos necesarios para realizar dichos estudios, pero la máquina está dañada o falta el contraste, "así que tenemos que hacérnoslo por fuera a costos carísimos", cuenta con tristeza.

El constructor, así como otros pacientes, deben esperar, sin aire acondicionado, los resultados de los exámenes que son realizados en clínicas privadas o laboratorios de las adyacencias de la Ciudad Universitaria. En este último caso, las unidades internas del HCU no tienen tubos de ensayos ni radioactivos para las tan demandadas pruebas de sangre que pueden salir en más de 20 millones de bolívares en otros entes.

En medio de la espera, una de las enfermeras llega a atenderlo: toma una muestra de sangre y se lo entrega al hermano de Campos, quien lo llevara inmediatamente a cualquier laboratorio externo. Sale la enfermera y entra otra a atender a otro paciente.

Con batas y pancartas

Desde hace 26 días el personal médico mantiene su protesta en diferentes turnos para exigir un aumento salarial apegado a la realidad económica del país. Durante un recorrido realizado por el equipo de Contrapunto la mañana de este viernes, se pudo comprobar que, a pesar de la rabia y la tristeza que embarga a algunos enfermeros por no ser escuchados por las autoridades gubernamentales, se mantienen atendiendo los casos de urgencia con paciencia y pasión.

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Chequear el estado de los pacientes con una muestra de sangre es vital para evaluar los efectos del tratamiento aplicado. Estos estudios son realizados diariamente durante el proceso de hospitalización.

Muchos pacientes y familiares se ven obligados a comprar yelcos, soluciones, gasas, guantes y otros insumos para colocar el tratamiento. Algunas enfermeras son las que tienen que dar la información y las que se llevan las decepciones de los enfermos.

"Realmente, la plata no nos alcanza para nada por eso tenemos que recurrir a la colaboración de mis hermanos, primos e hijos para realizarme los estudios y 'Dios mediante' salir de aquí pronto porque estoy arruinado", relata Campos.

En los laboratorios del HUC solo se realizan exámenes de orina y heces por no tener tubos de ensayo

Víctor Carmona es otro paciente impaciente. Es un albañil que llegó al Clínico Universitario el pasado lunes porque sentía mucha debilidad. Fue atendido en la unidad de emergencias y, luego de varios exámenes médicos, le diagnosticaron lo que menos esperaba: paludismo. Fue toda una sorpresa para él y sus familiares.

Desde entonces está hospitalizado, no se sabe hasta cuándo, y por ello los familiares se ven obligados a llevarles comida e hidratación. No es que no se lo suministre el centro asistencial (lo tiene garantizado) pero "es poquita": "Hoy en la mañana nos trajeron una arepa que parecía un botón", relata.

Aunado a esto, los familiares deben llevar sábanas, almohadas, centro de camas y pañales para que sus pacientes estén cómodos, pero saben que tienen garantizada la supervisión de los enfermeros: No han dejado de trabajar. Pasan de un lado a otro con jeringas, soluciones salinas y otros implementos médicos para atender a quien lo necesite.

Laura Carmona, hija de Víctor, fue a visitarlo con panquecas y caramelos con la esperanza de subirle la hemoglobina para que le den de alta pronto. Pero el viaje no es corto: tiene que ir y venir desde Guarenas pagando más de 100 bolívares. "Es muy lamentable lo que estamos viviendo: no tenemos medicinas, ni alimentos y hay un deterioro generalizado de todo", afirma.

Ante esto, Laura expresa, sin esperanzas: "Es que en este país nada sirve. Es terrible tener a un familiar enfermo porque si la plata normalmente no te alcanza para comer ¿entonces imagínate cómo hace uno con un familiar hospitalizado y teniendo que comprar medicinas?". En ese momento, entra una enfermera. Era la hora de que se tomara cinco pastillas, su tratamiento para combatir el malestar y se percata de que se las tome con un vaso de agua.

Los turnos continúan en el Hospital Universitario. Y las protestas también. Un día le toca a un enfermero tratar a un paciente y al otro día agarrará su pancarta para mostrar sus frustraciones por no contar con un sueldo digno que recompense su entrega por la salud.

 

*KATHERINE DONA

 



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La fuente original de este documento es:
contrapunto (http://contrapunto.com/noticia/enfermeros-siguen-en-pie-de-lucha-adentro-y-fuera-de-los-hospitales-214606/)



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