Acoso e injusticia con jubilados PDVSA

Los jubilados de PDVSA, lamentablemente estamos condenados a terminar nuestros últimos días, de la forma y manera que PDVSA decida. Por lo tanto, con preocupación, trataré de plasmar algunos comentarios sobre los aspectos que más afectan a los jubilados de la industria petrolera y petroquímica nacional, que todavía vivimos y sobrevivientes deudos de los colegas fallecidos, por cierto, en aumento cada día.

Ayuda alimentaria

Con relación a la caja CLAP con productos de alimentación que ocasionalmente PDVSA nos entrega a los jubilados, se le exige que en caso de que el titular no pueda asistir al reparto, él puede autorizar a algún familiar directo, "vía Poder Notariado", junto a un certificado médico para recoger la dádiva; de no ser así, no se puede realizar la entrega porque las regulaciones de PDVSA no lo permiten. Al respecto, revisemos estos casos:

· El jubilado que estando impedido, por razones médicas o incapacidad que no le permitan tramitar la autorización notariada o porque no desea asistir al reparto o porque no tiene familiares cercanos que puedan asistir, "debidamente autorizados" por él, debe quedarse sin poder disfrutar de esta regalía porque las regulaciones de PDVSA exigen que la autorización debe ser notariada y a nombre de un familiar directo.

· El jubilado que, por cualquier motivo, se encuentra en el exterior y desea autorizar a un allegado residente en Venezuela, a quien el jubilado desea darle o pasarle este beneficio, las regulaciones de PDVSA no lo permite por no ser familiar directo y aún si se tratara de familiar directo, PDVSA exige certificado médico junto a la autorización notariada.

¿Por qué la autorización tiene que ser notariada cuando una sencilla autorización con copias de las cédulas de identidad y firmas del jubilado y del autorizado, puede ser suficiente? ¿Por qué este ensañamiento de PDVSA con personas vulnerables e indefensas, en peligro de extinción, que no le hacemos mal a nadie? ¿Qué se trata de evitar, provocar o proteger a PDVSA con estas malignas regulaciones y prohibiciones dignas de rechazo? ¿Quién se beneficia cada vez que PDVSA le niega al jubilado el derecho que tiene de ceder este beneficio a un familiar o allegado?

Con estas absurdas acciones que promueve PDVSA, nadie se beneficia, ni siquiera PDVSA, aquí solo hay perdedores llamados jubilados y sobrevivientes, y aquello de que, lo ideal de alguna actividad es "ganar-ganar", le quedó grande a PDVSA, con esta situación todos pierden y nadie gana.

¿En qué se beneficia PDVSA al negarle la caja CLAP al jubilado? Es una especie de sadismo combinado con masoquismo y falta de humanidad, pues disfrutan haciéndose daño a sí "mismos" y gozan haciéndoles daño a los jubilados.

Fe de vida

El único motivo por el cual el jubilado puede dejar de cobrar su pensión, es al morir, y no corresponde al jubilado demostrar que está vivo para continuar recibiendo su pensión, pues el patrono es quien debe comprobar que el jubilado está vivo; para ello cuenta con el Registro Civil que le proporciona la información oficial necesaria para tal fin.

La oficina principal del Registro Civil está en Caracas y existen oficinas del Registro Civil en todos los estados y territorios del país. La información que ofrece el Registro Civil, es utilizada por empresas privadas y algunos entes oficiales para efectos de la Fe de Vida, y no es justo obligar al jubilado a dar fe de que está vivo y mucho menos amenazarlo con suspender el pago de su pensión sino cumple con los requerimientos abusivos del patrono.

Esta malsana costumbre de PDVSA con su personal emérito debe cesar o llegar a su fin, pues en nuestro país existen 3 entes del estado que se ocupan oficialmente de la identificación e identidad del ciudadano; por su actividad, se complementan entre sí pues son ellos quienes mantienen en su base de datos la información necesaria para brindar el servicio de identidad e identificación, para el cual, fueron creados, y estas entidades públicas son:

1. Servicio Administrativo Identificación, Migración y Extranjería (SAIME).

2. Registro Electoral Permanente (REP).

3. Registro Civil.

Es importante resaltar que la mayoría de los países utilizan solo el Registro Civil, llamado también "Registraduría", que se encarga de todos los servicios relacionados con el certificado de defunción. La identidad e identificación, y considero que esto último es lo correcto y más práctico pues en una sola base de datos mantenida al día se presta mejor servicio para el usuario y de paso se reducen costos al reagrupar estos tres entes en uno solo.

Como si todo esto no fuese suficiente para comprobar que el jubilado está vivo o muerto, PDVSA tiene en sus manos la mejor e inmediata forma de saberlo y es la siguiente: Cuando el jubilado muere, para la gran mayoría de los sobrevivientes, su mayor y más inmediata preocupación es el costo y la forma de financiar dichos gastos y recurren a la Oficina de Atención al Jubilado (CAIJ) de PDVSA para participar la defunción y saber cómo la empresa cubre parte de dichos gastos. Esta fuente de información es suficiente para suspender el pago de la pensión.

Esa es la verdad la cual obviamente tiene sus excepciones en el caso de jubilados que cuando fallecen, los obituarios que publican sus familiares o colegios a los cuales pertenecen, se encargan de oficializar su defunción y entonces allí PDVSA tiene también otra fuente de información para suspender el pago de la pensión. ¿Será que a pesar de todas estas fuentes de información que PDVSA dispone, es adicionalmente necesario que nos sometan, con amenazas, a demostrar que aún estamos vivos?

En tal sentido, PDVSA olvida o pasa por alto, que el jubilado:

· Es el grupo etario más propenso al contagio pandémico del COVID-19.

· La gran mayoría de los jubilados no tienen transporte privado para asistir a donde les exigen ir para probar que están vivos.

· El transporte público no está operando normalmente.

· El costo de transporte vía taxi es de costo prohibitivo.

· Hay jubilados que por sus condiciones de salud no pueden movilizarse.

Pago en petros

Es la estafa a plena luz del día y no vale la pena extenderse demasiado sobre esta nueva injusticia y mal disimulada patraña, producto también del laboratorio de la maldad del patrono irrespetuoso y cruel con su personal emérito.

El producto de la apropiación indebida de nuestro dinero en "divisas" se convierte en utilidades para entidades bancarias y empresas que compran petros al irrisorio precio promedio en bolívares equivalente a 10 o 15 dólares, para luego pagar deudas, compromisos, derechos de importación o impuestos ante organismos oficiales, que los reciben al precio oficial de más o menos 60 dólares por petro, lo cual significa una utilidad de 45 dólares de ganancia por petro y para colmo, nuestro querido ente gremial AJIP, apoya y se declara satisfecho por este gran logro de recibir petros en pago de la deuda.

Asociación de Jubilados de la Industria Petrolera (AJIP)

Deseo manifestar también mi preocupación por el giro que está tomando las cosas entro de nuestro universo de jubilados. Dentro de poco tiempo, ojalá me equivocara, todas las 28 delegaciones, gerencias u oficinas de AJIP existentes en el país que, siendo supuestamente autónomas, seguirán el ejemplo de su sede principal en Caracas, el cual no es otro que convertirse en defensoras de las políticas y absurdos procedimientos regulatorios que nos aplica PDVSA.

En fin, el daño que nos han hecho ya es suficiente grande, ahora es nuestro turno de reclamar no solo sobre la propiedad del Fondo de Pensiones que nos arrebataron y pagos de intereses y deudas que no cancelan, también debemos hacerlo sobre aspectos que a veces pasan por debajo de la mesa como las antes mencionadas que no son más que regulaciones y acciones estúpidas del patrono que nos causan inmenso daño.

 

anez45@yahoo.com



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Roque Julio Rivera Zambrano


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