A propósito de las elecciones en el metro

En Sitrameca vuelve a haber “elecciones” para “elegir” a sus autoridades, este es el único sindicato que agrupa a los trabajadores del Metro de Caracas porque había otros, pero el Zar Nicolas ordenó que solo debía haber uno y tenía que estar bajo su control, a los otros les “sugirió” bajo amenaza de despido y ofertas crematísticas o enchufamientos, disolver los otros sindicatos y pasar sus nóminas a Sitrameca que era controlada por gente de él, hecho que se produjo sin cumplir los extremos de ley para tales casos según la LOT. 

Desde ese entonces cuando a pesar de que también cometían errores y hacían sus trampitas de siempre, la burocracia sindical de Sitrameca era algo plural, pues en su junta directiva convivían factores de distintos pensamientos incluyendo a los representantes del gobierno que aún no eran “mayoría” y entre aciertos y errores, más o menos se ejercía la representación de la clase trabajadora y se consiguieron algunos contratos decentes que colocaban al trabajador metro en una situación socio-económica estable. 

El protagonista o velador de sus intereses que puso el Zar para controlar el movimiento sindical en el Metro de Caracas fue el gordo Édison Alvarado, un ex Guardia Nacional que estando en comisión de servicio como militar- técnico C  de mantenimiento en los talleres de Metrobús, fue dado de baja en ese componente supuestamente de manera deshonrosa(cita requerida) y al poco tiempo por intermedio de su supuesto cuñado José Gregorio Gómez García alias “mostrico lindo” fue ingresado como personal fijo al Metro de Caracas. 

Bueno este cuento de terror laboral  comenzó por el año 2003, en esas elecciones se presentó por primera vez la formula Base 25 y en ella apareció postulado por primera vez Édison Alvarado, (quien nunca ha tenido votos suficientes entre la base laboral) como presidente a pesar que en las filas de ese movimiento chavista había unos lideres con mejor imagen y más votos, mejor preparación y mucho mejor ética que él; el de mejor proyección era el supervisor Víctor Moreno que gozaba de mucho aprecio en su área y en el metro en general y luego en mantenimiento tenían a Ali Rodríguez un luchador de buena imagen en su área y otros tantos,  pero inexplicablemente para ese momento; (hoy sabemos la razón) pusieron a presidir a una persona que no lo conocía nadie en metro y con escasa preparación y donde lo conocíamos; en Metrobús nadie lo quería pues conocíamos sus andares. La razón principal de que presidiera esa plancha era fundamentalmente que en ese momento el que presidia la plancha, siempre quedaba electo por la fórmula de representación proporcional, hoy es nominal los primeros 4 puestos y el resto por representación proporcional. Cierto fue que quedaron en junta directiva el gordo y Víctor Moreno en esa oportunidad, el resto de la directiva fue plural dirigida por Pedro Coronado, por cierto que en esa elección la presidencia saliente que aspiraba con una plancha en primera instancia (2003) fueron “electos” pero con trampa pues se habían robado la urna de petare y la cambiaron por una llena de puros votos de ellos, jajajajajajaja, otro personaje del PSUV que ustedes conocen; de casta le nace al perro, puros pillos. Luego en 2004 al repetir las elecciones por mandato judicial llegó la plaga a Sitrameca junto a otros.

Luego de hacerle la vida imposible a la junta directiva de entonces y de comprar a directivos de otras fuerzas que nunca pensaron en el trabajador sino en sus intereses personales llegaron a las elecciones de 2007 y volvió a ganar Pedro Coronado y queda otra vez el gordito pero como tesorero y otros de ellos pero sin tener mayoría y bajo la presión del gobierno, del inefable Francisco Torrealba que ya era diputado,  de los oficialistas de la junta directiva de Sitrameca, de otras fuerzas pero ya comprados y de la directiva de la empresa ,Coronado cede a esa presión pues hasta los imputaron ante fiscalía por un evento en Chacaíto y le mandaron a dar una pela en la calle para terminarlo de amedrentar, entonces los oficialistas pasan de hecho a controlar Sitrameca desde ese momento pues tenían control de gestiòn. Hasta ese momento hubo elecciones en Sitrameca con cierta libertad y hasta ese momento hubo cierta pluralidad en ese cuerpo colegiado y por supuesto representación de la clase trabajadora y buenos contratos.

Así llegaron las elecciones del 2010 con las instituciones del estado bajo la hegemonía chavista y se presentó de nuevo base 25 con el gordo como presidente a enfrentar al favorito de los trabajadores, la plancha 590 de tendencia opositora liderada por Pablo Cavalieri y Francisco Polanco que junto a Arco Laboral 57, representando a un sector independiente de clase trabajadora terciaron en la lucha frente a la tentativa del gobierno de tomar el sindicato. Estas elecciones las ganó 590 en sus 4 nominaciones según actas originales que guardamos como representantes de Arco Laboral y en la representación proporcional la 590 obtuvo 3 puestos más, base 25, 2 puestos, arco laboral 2 puestos y el frente de trabajadores de tendencia oficialista, pero rivales de Édison, 1 puesto. Esto prendió las alarmas del gobierno, del Zar y de Torrealba; quien se apersonó como diputado y mandaron a acordonar policialmente el CCO para hacer un reconteo de votos, pero no público y notorio y con presencia de todos: electores, candidatos, testigos, prensa, fiscales, defensores del pueblo, veedores, etc. No, este reconteo se hizo a puertas cerradas en la sede de la Comisión Electoral cuyo presidente era nada mas y nada menos que Moisés Vargas, el adlátere predilecto de Francisco Torrealba y a quien luego premiaron con diferentes cargos y hoy nombran director de seguridad de la AN. Por supuesto que el reconteo hecho por solo ellos y a puerta cerrada arrojó que base 25 había ganado todo y ¿que esperaban pues?

Luego de esa oportunidad donde hubo ciertas oportunidades de competir y cierta elección real de la junta directiva legitima y que luego fue robada en el reconteo, en las siguientes “elecciones” del 2013, 2016 y las próximas a realizarse este 2020 no han existido ni existirán condiciones de participación y verdadera elección de parte de la base de la clase trabajadora. Desde 2010 cuando el gobierno se percató que, en unas elecciones libres, con una comisión electoral autónoma electa por los trabajadores y no impuesta desde el alto poder, sus adláteres no pueden ganar la junta directiva de Sitrameca, desde ese momento manipulan desde las instituciones que dominan tanto las asambleas para elegir a la comisión electoral como el proceso mismo y el hecho electoral. Desde 2013 cuando ya tenían control total de la directiva de Sitrameca vienen sistemáticamente despidiendo a todo aquel trabajador o trabajadores que conformen una opción electoral que ponga en riesgo su control sobre Sitrameca; así lo hicieron en 2016 cuando despidieron a toda la plantilla de ARCO LABORAL, plancha que gozaba del favoritismo de la clase trabajadora para salir de ese pegoste. En esa oportunidad dejaron participar a Renovación Sobre Rieles, pues echaron números y sacaron cuentas y los dos trabajadores que quedaron electos por proporcionalidad por esa plancha: los combativos trabajadores Jairo Colmenares y Deiyilli Rodríguez fueron sacados irregularmente del sindicato y despedidos de la empresa por estos seudo sindicalista por no apegarse a sus designios ni aceptar ser comprados por sus malversados dineros.

No va a ser distinto esta vez, ya se apropiaron ilegal e ilegítimamente de la comisión electoral, hecho que fue denunciado ante la inspectoría del trabajo de la región capital y hasta ahora no se pronuncia, ni se pronunciará mientras estas instituciones de defensa del trabajador este bajo la hegemonía de ellos. Ya la comisión electoral presidida por el inefable Moisés Vargas le negó la participación a los trabajadores independientes al no entregarle las planillas necesarias para tal fin, solo aceptó a la plancha de base25 y a otra plancha oficialista seguro financiada por ellos mismos para simular que hay contienda legitima y cumplir los supuestos de ley, pero la verdad, la verdad la saben miles de trabajadores de base que viven bajo el miedo a revelarse contra ese hegemon que los amenaza con despidos, con no darle la caja clap y otros “beneficios” si se atreven a ir en contra de sus verdugos. 



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Jorge Alvarez Casañas


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