La contención política regresa al escenario mundial y no solo contra Venezuela. Posiblemente esa sea ahora la nueva estrategia diplomática y militar que Bush empleará contra Rusia y China. Su discurso, expresado posteriormente a la intervención de Condolezza Rice en la Asamblea de la OEA en Panamá, trazan los rasgos que deja al descubierto sus objetivos finales del último cuarto de su ejercicio presidencial.
Concretamente hacia Venezuela, la contención política se arma sobre la base de sus dos tácticas operacionales, las cuales ya se han activado, pero que ahora multiplicarán sus esfuerzos: (i) la violenta y (ii) la no violenta. Sobre la primera el Ministro de la Defensa ha esbozado, de manera pública, el contenido de las hipótesis que se derivan de lo que yo considero es el Plan Colombia para Venezuela. El general Baduel fundamenta sus percepciones en cuatro escenarios posibles: (i) guerra de 4ta., generación –su signo de mayor intensidad es la conspiración mediática--; (ii) el conflicto regional –-problemas fronterizos--; (iii) el golpe de estado --tipo Pinochet para aniquilar todo signo socialista--; y, (iv) la intervención directa. La táctica violenta la desarrollarán las fuerzas militares el Comando Estratégico del Sur lo que les obliga a implementar el procesamiento de inteligencia con sus propias agencias a fin de actualizar constantemente los blancos del plan.
La segunda táctica operacional se refiere a las acciones no violentas sustentadas en la tesis del desafío político de Gene Sharp –denunciado por el Presidente. Tesis que persigue la confrontación por la vía de la resistencia pacífica, selectiva, y no violenta. Es obvio que las disciplinas no violentas de Sharp, puestas en prácticas por los organismos subversivos de EE.UU., (principalmente la CIA) desde la década de los 70, son actos violentos y fascistas. En la coyuntura de ahora, como consecuencia de la no renovación de la concesión a 1BC, se ha exacerbado su ejercicio pasando a ocupar un nivel bien significativo de atención, nacional e internacional, por la incorporación de los estudiantes como nuevo actor del escenario político. Éstos, que no constituyen un ente homogéneo, han seguido, consciente o inconscientemente, el manual de procedimientos de la protesta y persuasión de Sharp, –-no dudo que las técnicas del desafío político hayan sido perfeccionado por la CIA y demás organismos que operan en Venezuela para derrocar al gobierno del Presidente Chávez -- decía, estos estudiantes toman la calle para agudizar la desestabilización.
Se ha demostrado –Eva Golinger y Mario Silva, entre otros—la similitud de sus acciones con el movimiento OPTOR, resistencia juvenil de Serbia, elemento contribuyente a la caída de Milosavic Slodoban en el 2000, usando las mismas técnicas y símbolos. Además, se han establecidos los vínculos de Sharp, como director del Instituto Albert Einstein, con otras organizaciones que operan bajo la fachada de la defensa de la democracia y la libertad, tales como el Freedom House, la NED (National Endowment for Democracy) y CANAS (Center for Applied NonViolet Actionand Strategies), organismos prótesis de la ideología del Imperio a fin de mantener la hegemonía mundial.
La Contención Política hacia Venezuela opera como un tenaza. Ambas hojas de esa tenaza, filosas y cortantes, se entrecruzan en su accionar. No obstante, la primera ubicada en su parte superior se mantiene latente, a la espera del momento surgido por un punto crítico para ellos. Aceitada y amolada está lista para acoplarse cuando Bush de la orden. La otra hoja, la inferior no para su movimiento. La desestabilización se agudiza por la inducción que genera John Negroponte, ahora como Secretario Adjunto del Departamento de Estado. Sin embargo, su filo se neutraliza por la solidez y convicción del pueblo asumiendo la defensa permanente del Proceso. El punto crítico no aparecerá y por lo tanto –tal como lo ha sostenido el Presidente-- fracasará la tenaza, a menos que se detenga el suministro petrolero. Ese es el punto crítico para ellos.
izarraw@cantv.net
