Durante los últimos meses, tomando en cuenta la situación global explosiva, no hubo cambios radicales, por lo contrario, la maquinaria bélica de los EE.UU. e Israel ya planifica a sangre fría y de manera inexorable el próximo paso para parar sus competidores euro-asiáticos por la hegemonía mundial mediante una política destructiva. De hecho, el mundo más que nunca se encuentra en peligro de guerras atómicas donde se utilizarán todo tipo de armas de destrucción masiva.
Parece que ya no hay nada que puede parar esta barbarie metropolitana y este vandalismo belicoso que se están perfilando, ni Dios ni el diablo, ni didácticamente ni dialécticamente, ni la pluma ni la espada, ni el voto ni la bala, ni los bit ni los byte.
Parece que estamos viviendo en la época oscura de la caída del capitalismo, en la era negra del hara kiri del imperialismo y del triunfo fascista de la globalización corporativa orwelliana sobre la lucha global de clase de los trabajadores contemporáneos.
Actualmente, de manera progresiva y a través de las guerras globales fascistas, el amo corporativo está matando a su esclavo asalariado, está sacrificando a la gallina que le pone sus huevos de oro. De esta manera excava su propia tumba, se suicida, aniquila todas las relaciones entre amo y esclavo, el proceso de trabajo entero, la producción y la historia misma.
Según el "joven" Marx, en "La Ideología Alemana", esto debería ser la tarea histórica de la dictadura del proletariado, de los muchos sobre los pocos parásitos en una futura sociedad comunista, pero en el fascismo actual que inexorablemente está globalizándose parece que finalmente durante muy poco tiempo los mismos capitalistas acabarían con el proceso de trabajo y, por ende, con todas sus relaciones capitalistas explotadoras de clase, con la especie humana misma.
Sin embargo y no importa si lo sabemos o no, en este momento cuando vemos cayendo las madres de todas las bombas israelíes alrededor de nosotros, todos, como sobrevivientes y como especie, estamos cruzando el Mar Muerto hacia un posible ex oriente lux, en búsqueda de un mañana y de un éxodo emancipatorio de la servidumbre corporativa.
Quien sabe, quizás como ‘condenados de la Tierra’, como millones de ‘ganado’ inútil y obsoleto ya estamos marcados para la carnicería de Bush, programados a entrar en la noche apocalíptica más oscura del infierno terrenal, listos para ser sacrificados e incinerados en agonía atómica. Es el complejo corporativo militar e industrial, políticamente representado por la administración Bush, que llevó la vida en este planeta a este callejón sin salida, a este mar muerto, a este cul de sac globofascista.
Este catástrofe global es hecho por el hombre y sólo es el hombre que todavía lo puede deshacer.
Ningún salvador en las alturas ni ningún Mesías en la Tierra nos puede salvar; solamente nosotros mismos nos podemos salvar de la "plaga norteamericana" (Simón Bolívar); decenas de miles de personas en el Medio Oriente ya no podían hacerlo, porque nosotros no veníamos o no podíamos venir a rescatarlas. ¿Será que muy pronto también nosotros, a solas y como masa solitaria, seguiremos sus huellas de la muerte?
Esto es lo que habló el Presidente Chávez de Venezuela en su famoso discurso en las Naciones Unidas.
Nos pidió, que al fin escogiéramos, hiciéramos, pensáramos, superáramos nuestro propio destino. Era prácticamente su último llamado para la humanidad de abordar el tren emancipatorio, si no queremos hundirnos para siempre con la Titánica globalizada.
Así que, si se les ocurriera a los EE.UU. y la ONU la locura irracional de atacar a Irán, claro, siempre con la bendición de Ratzinger, entonces merecerán la bienvenida popular correspondiente. No se puede seguir dopando eternamente a la humanidad con mentiras, engaños, con la religión, la ideología y el prozac. Frente a Thanatos los ‘miserables’ del mundo ya no tendrán nada que perder, se convertirán en bombas humanas y les darán a todas las clases dominantes el mismo tratamiento, que éstas les dieron a sus pobres niños explotados, a todas las mujeres violadas, a los esclavos descuartizados, a los siervos torturados y a los esclavos asalariados masacrados durante milenios. En este caso, ¡no lloren por mí, Bill Gates, Bush, Rumsfeld y Bolton!
¿O también puede ser que los amos saben todo esto y ya están quemando la paja obsoleta mientras el sol todavía brilla?
Es un hecho científico que no se puede parar el genocidio global y el holocausto mundial a través de la oración, el consenso de clases, comisiones de la verdad, la reconciliación o con revoluciones pacíficas.
Desde Frantz Fanon y Ché Guevara, democráticamente cualquier acto emancipatorio de auto-defensa contra el terrorismo dominante solamente puede provenir de las armas científicas y filosóficas de una lucha de clases irreconciliable y contradictoria, de las armas del pueblo; no fuimos nosotros los que escogieron este camino histórico, fueron y siguen siendo hasta el día de hoy Bush y Ratzinger.
El que gobierna con violencia y asesina por orden social, morirá por la violencia de clase, por su propio horror y terror producido por él mismo. Hay innumerables ejemplos de esta verdad en la historia moderna.
Desde la mitad de marzo del 2006 y desde que la bolsa petrolera iraní se convirtió en una posibilidad real, escuchábamos ya muchas veces en los medios masivos, que pronto se irá a iniciar la guerra contra Irán. Claro, el pretexto actual para una guerra preventiva es la supuesta existencia de instalaciones nucleares y la producción ‘ilegal’ de armas atómicas.
Se supone que Israel dirigirá esta agresión militar contra Irán; en realidad, aunque Israel posee más que 200 cabezas nucleares, se ha negado de firmar el ‘Tratado de No-Proliferación Nuclear’ y oficialmente es miembro no reconocido del sonoro ‘Club Nuclear’, que a su vez provee los miembros permanentes del ‘Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas’. Actualmente Israel, al igual que la India, funciona como futura tropa de asalto del Apocalipsis atómico de Bush en el Medio y Lejano Oriente.
Impulsado por las peligrosas contradicciones cada vez más profundas en el mercado mundial y en el orden mundial globalizado, que muy pronto se convertirá en una dura realidad fascista, es decir, en otro genocidio diabólico y satánico por parte de los EE.UU. e Israel, es esto lo que nos advirtió el Presidente venezolano Hugo Chávez Frías en su discurso histórico ante las Naciones Unidas. En caso de que ya se nos ha olvidado Auschwitz, Dachau, Hiroshima y Nagasaki, recordemos, qué fue lo que la junta militar Bush dijo hace medio año.
El 11 de marzo del 2006, Mike Whitney de la ‘Solidaridad Iraní’ nos informó sobre la advertencia de Cheney de “consecuencias significantes” para Irán, si éste no para inmediatamente su programa nuclear. Claro, en realidad quiso decir, si Irán no para el comienzo de su bolsa petrolera, el cambio del petro-dólar al petro-euro, hecho, que acabaría con la economía estadounidense y aceleraría su crisis energética. Le advirtió a Irán del ‘pecado original’ de Irak, que finalmente llevará a la región a la contaminación radiactiva total y a la sentencia de muerte de sus líderes árabes como los eran Yasir Arafat, etc., o los son Saddam Hussein, etc. o en el caso latinoamericano, como los eran Allende, el Ché, o Gaitán, y como los son actualmente Chávez, Evo o Fidel.
(Véase: http://www.iransolidarity
La ‘dama de hierro’ yanqui Condoleezza Rice, que incluso llegó a rebajar el ‘peligro’ usual para los EE.UU. y el mundo, que puede surgir de Caracas, dijo:
“No hay ningún peligro más grande por enfrentar de un solo país que el que proviene de Irán … Este es un país que parece determinado para desarrollar un arma nuclear en desafío de la comunidad internacional, la cual está determinada que no debería conseguirlo.” (Ibíd.)
Fue Donald Rumsfeld quien añadió oro negro al horno infernal nuclear, a la mentira rancia de que Irán supuestamente produce o posee armas atómicas. Dentro del contexto de su ‘dominio de pleno espectro’, la tradición del ‘chocar e intimidar’ y en línea con los objetivos diabólicos del ‘Proyecto para un Nuevo Siglo Americano’, incluyendo sus enmiendas macabras más recientes, dijo: “Voy a decir lo siguiente sobre Irán. Irán actualmente mete personas dentro de Irak para hacer cosas dañinas para el futuro de Irak. Nosotros lo sabemos y es algo lo cual ellos, pienso, ven como si fuera un error de juicio.”
Claro, el Hermano Mayor, quien nerviosamente les lee cuentos al revés a los niños inocentes, mientras prepara su aniquilación radiactiva mediante mentiras al estilo de Pearl Harbor, también se sumó al coro:
“No se puede permitir que Irán tenga armas nucleares. La cosa más desestabilizadora que puede pasar en esta región y en el mundo es que Irán tenga armas nucleares.”
De todos modos, en vez de ‘armas nucleares’ sólo hay que leer ‘bolsa petrolera’ y así sale el gato negro del saco y en todos lados podemos oler el azufre.
Fueron el Embajador John Bolton y el Subsecretario del Estado Nicholas Burns respectivamente que dijeron una verdad válida hasta el día de hoy: que el Consejo de Seguridad debería emitir una ‘respuesta enérgica’ a las ambiciones nucleares de Irán o los EE.UU. tendrán que considerar otros pasos; Burns lo dijo más claro, indicando la venidera guerra mundial atómica: “Nuestros aliados alrededor del mundo tendrán que demostrar que tienen la voluntad de actuar.”
Esto sigue siendo el estado actual de las cosas y después del dramático discurso del Presidente Chávez en las Naciones Unidas, dejando al lado los diablos y las metáforas satánicas, regresando a la realidad cruda, queda la pregunta: ¿Qué hará el ‘eje del mal’, incluyendo sus futuros miembros como Sudáfrica, que firma tratados nucleares con Rusia, en el caso de un ataque militar inmediato y pendiente contra Irán? ¿Qué pasará con el precio del petróleo? ¿Qué podría pasar en un invierno duro y prolongado en el hemisferio del Norte? ¿Le seguirá la solidaridad concreta de Cuba, Venezuela, Bolivia, Argentina y otros países de la OPEP? ¿O será que estos continúan esperando pacientemente su propio fallecimiento fascista?
En el caso último, esto significaría, que el valiente llamado de Chávez para la especie humana era en vano y que el planeta ya está más allá de cualquier salvación. Al igual que en el caso de Yasir Arafat, en cualquier momento, un lacayo de la CIA puede mezclar algún veneno sulfúrico mortal y sin sabor en el batido de frutas de Chávez y entonces podemos esperar otros 100 años más, hasta que nazca un fénix revolucionario tan excelente como él, de las cenizas radiactivas de un planeta en la nada.
¿Qué estamos esperando? ¡Dejémos que los sepulteros excaven sus propias tumbas globalizadas! ¡Porque nosotros tenemos que conquistar galaxias todavía!
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Original en Inglés: What are we waiting for? Let the grave-diggers dig their own globalized graves!
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