Impacto de la deuda pública en Venezuela

Muchas veces el concepto de deuda en nuestro país, se ha manejado de una forma perversa como un mecanismo que usa el gobierno para financiar el crecimiento y el presupuesto nacional, sin embargo, hablar de deuda tanto interna como externa no debe evaluarse como un mecanismo negativo siempre y cuando la nación mantenga un crecimiento constante con dichas inversiones, todas las naciones inclusive las de mayor potencia económica acuden al mecanismo de financiamiento a través de los distintos instrumentos financieros en especial la colocación de bonos de deuda pública. Ahora bien, en nuestro caso se ha generado una campaña de desprestigio contra el gobierno bolivariano por el hecho de utilizar mecanismos de financiamiento para la culminación o puesta en marcha de grandes proyectos de impacto social, como la recuperación del Lago de Valencia, la inversión en mejoras de acceso al agua potable, la culminación de proyectos masivos de transporte público, la construcción masiva de viviendas y asimismo el relanzamiento del aparato productivo nacional. Esta campaña mediática internacional se maneja desde Miami con la complicidad de la extrema derecha venezolana, que no le importa causarle daño al nombre de nuestro país, ejemplo de ello fue el hecho que un grupo de mercenarios de la economía entre ellos el ex ministro Ricardo Hoffman intentaron decir al mundo que Venezuela no cumpliría sus compromisos de deuda y que estaría incurriendo en “default” en este mismo año.

Así mismo las calificadoras de riesgo manejadas por los gánster de las finanzas mundial, han castigado nuestro instrumentos financieros con calificaciones que solo reciben países que no tienen ninguna capacidad de pago, cosa que está muy distante de la realidad de Venezuela, en 1er lugar nuestro país posee enormes reservas petroleras probadas, que nos colocan como la mayor reserva de crudo del mundo, por encima de Arabia Saudita, Canadá e Irak, las cuales ascienden a más de 298.352.698 barriles, en 2do lugar el manejo de la deuda pública es de un 28% frente a nuestro Producto Interno Bruto (PIB), y por ultimo Venezuela ya no le debe al Fondo Monetario Internacional, lo cual le permite ejercer una política económica independiente y soberana, sin ningún tipo de condicionamiento o formulas neoliberales que castigan a los pueblos, es por ello que Venezuela seguirá cumpliendo sus compromisos económicos sin sacrificar la dignidad de nuestra población ya que tenemos un gobierno que ejerce con claridad su independencia política y económica.

La campaña mediática internacional se vale del apoyo de los grandes centros de poder económico, las trasnacionales y gobiernos para lograr tal fin. Un ejemplo de este tipo de manipulación económica lo tenemos en la caída de la Bolsa de Valores en 2008. Esta es una muestra palpable de la fragilidad mal intencionada del mundo financiero internacional y los sistemas de información. El desplome en cadena de numerosos bancos e instituciones financieras privadas fue un hecho que tuvo un efecto cascada en las principales economías mundiales y consecuencias reales como la pérdida de empleos, quiebras y un aumento de las condiciones de vida. En términos generales las firmas calificadoras de riesgo J.P. Morgan, Goldman Sachs, Standar & Poor´s, etc. Actuaron como irresponsables durante la crisis financiera mundial y “casualmente” nunca visualizaron la burbuja financiera que estaba por estallar. Sin embargo, en dichas crisis son los grandes dueños de capitales de dichas firmas las que terminan saliendo fortalecidas en medio del caos mundial. En el caso de los EEUU tanto el gobierno como la Reserva Federal asistieron con créditos en condiciones favorables al sistema financiero en peligro. Inyectaron enormes cantidades de dinero para reflotar instituciones en peligro de quiebra y poder salir de la crisis de liquidez. Pero era dinero inorgánico sin su correspondiente en la producción de riqueza. Se produjo un "tsunami" de dólares "ficticios". Es decir la Reserva Federal se convirtió en la máxima “falsificadora” de dólares de la historia, al imprimir millones de dólares sin valor.

Pero lo más interesante de este proceso está en su origen. Los operadores y autoridades bursátiles no están seguros a estas alturas, que fue lo que paso. Existen dos versiones de los hechos. Para unos fue producto de un " error humano " por parte de un operador financiero. Para otros la falla se halla en "las operaciones de alta frecuencia y volumen manejadas por computadoras" las cuales son responsables del 50 al 70% de todas las operaciones a nivel mundial. La pérdida se estima en casi un billón de dólares.

A 5 años de la crisis capitalista en 2013, vemos como tiene incidencia sobre la deuda pública de las mayores economías del mundo y crece en su relación sobre el nivel de producción (PIB). Para este año los EEUU tiene una deuda pública del 108,1% de su PIB, Japón del 245,4%, Alemania 80,4% Reino Unido 93,6%. Mientras Rusia y China tienen el 10,4% y 21,3% respectivamente, y como vimos en nuestro país ronda el 28% sobre el PIB. Por tanto al comparar nuestra deuda con el resto de la economía podemos observar que se encuentra en márgenes manejables que deben generar confianza a inversionistas tanto nacionales como extranjeros. Por tanto es absurdo y parte de la guerra sucia contra nuestro país colocarlo al nivel de países en situación de guerra civil o desastre natural. Y sin embargo las calificadoras de riesgo sitúan a Venezuela con apreciaciones y sub-valoraciones reñidas con la realidad. En Venezuela las medidas adoptadas por el comandante Hugo Chávez, mantuvieron al país fuera del alcance de esta crisis, es más, se mantuvo el crecimiento de la economía. Es esta una muestra más de lo anti-natural tanto de la especulación bursátil y su “valoración” por parte de las compañías calificadoras de riesgo. Ahora ¿será que los países tendrán que aceptar esta innovadora “cadena”, sin poder hacer nada? ¿Son tan poderosas las calificadoras de riesgo, como para hacer ver caos donde no hay nada? Se necesita el concurso de los países para poder hacer frente a estas nuevas formas de dominación y la búsqueda de mecanismos justos de relacionamiento económico que mida, compare y sopese las asimetrías de las diversas economías mundiales y con métodos e instrumentos crediticos y de financiación no explotadores. Bloques como el BRISC, son defensas para contrarrestar esta nueva arma de la “guerra económica”. Buscan romper con la dependencia explotadora del Banco Mundial y el FMI, es decir con la punta de lanza moderna del Imperialismo.


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Hugbel Roa

Ministro para Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología

 @hugbelpsuv

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