Eufemismo: herramienta de dominación imperial

EUFEMISMO: “Proveniente de un vocablo del latín, el término eufemismo hace referencia a una manifestación decorosa, cuya expresión más directa y franca sería muy dura o sonaría mal. Se refiere a un concepto que sirve para reemplazar a otro más ofensivo, vulgar o hasta tabú; se considera que el utilizado es el adecuado por ser políticamente correcto. Esto significa que la  política es el ámbito donde los eufemismos son más habituales. Al hacer uso de un eufemismo, un político puede ocultar una decisión que sería poco popular y presentar sus propuestas como algo más tolerable por la sociedad. Por ejemplo: “Para garantizar el crecimiento es necesario realizar un ajuste impositivo” es un eufemismo que puede decirse en lugar de “Vamos a aumentar los impuestos ante la crisis”.

Otro ejemplo de eufemismos en la política aparece en las relaciones internacionales cuando existen conflictos bélicos. La frase “daños colaterales” enmascara las muertes de inocentes que se producen por una guerra. La sociedad es más tolerante ante la idea de que un bombardeo causó “importantes daños colaterales” en lugar de escuchar que dicho ataque “generó la muerte de 200 civiles”“Operación” en lugar de “invasión” es otro eufemismo en el entorno bélico.

La utilización de un eufemismo impide chocar con el interlocutor al decirle algo que, de otra forma, podría ser intolerable para él.”

                                                  Versión digital de la Real Academia de la Lengua española (RAE)

Cabe añadir el uso del término “contratista”, para calificar falsamente a los mercenarios que hacen la guerra en cualquier parte del mundo, cuyo motivo conductor es el dinero que reciben por sus actividades guerreras.

En América se ha hecho común la práctica  del paramilitarismo, llamado así por tener organización militar, como el surgido en la hermana república de Colombia a finales del  siglo XX con apoyo de los terratenientes y también por el estado colombiano –encubiertamente, claro – sobre todo en la era urivista, de quien se dice fue su fundador y principal impulsor desde sus tiempos de gobernador de Antioquia (1995-1997); llamadas eufemísticamente” Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) ¿Para defenderse de qué? Esta organización, de prácticas criminales, con nefastas acciones de sangre (descuartizamiento de personas vivas , asesinatos masivos y desplazamientos de campesinos de sus territorios), tiene una deuda moral con los colombanos que algún día tendrán que pagar sus responsables. En Venezuela se ha usado mucho el eufemismo, sobretodo  mediáticamente, pero se ha llegado al colmo al pretender encubrir acciones terroristas con manto de “protestas estudiantiles”, efectuadas por mercenarios de otros países, o venezolanos que no son estudiantes, aunque ciertamente hay algunos dirigentes estudiantiles involucrados, pero la masa estudiantil se distancio de esas “protestas” desde el asalto e incendio del palacio del ,Ministerio Público, el mismo 12 de febrero. Muestra de ello es que entre los detenidos, que son más de 200, solo se cuentan 12 que han verificado su condición de estudiantes.

En estas reflexiones se relaciona el eufemismo con los distintos métodos de crear la alienación mental, como la alteración de datos, la manipulación de la información, no informar o hacerlo sesgadamente (desinformación y deformación de realidades), presentar falsos positivos o escenarios virtuales para dar sensaciones de rechazo colectivo a algo o a alguien que se quiera dañar. Estos métodos por lo general se acompañan de grandes campañas propagandísticas por las distintas vías que disponen las grandes potencias como herramientas para sostener su hegemonía imperial, que pretende vendernos el libre mercado como la máxima expresión de desarrollo de las economías emergentes o en desarrollo, cuando no es más que el reparto del mundo entre ellas, donde el mercado es lo único que cuenta y los pueblos se valoran por su capacidad de consumo y las riquezas de sus territorios. Pero esto requiere un previo condicionamiento de la mente humana y ello se viene practicando por décadas de forma sostenida y cada vez con más sofisticados mecanismos que tratan de hacer de las personas seres no pensantes, pero convencidos de lo contrario. Por  consiguiente, este convencimiento les hace sentirse “superiores” a sus congéneres, ya sea por Don divino, por poseer bienes de fortuna o ser exitosos en cualquier actividad. Entiéndase que el éxito está  reñido con la solidaridad y es más de índole cultural y para ello se predispone al individuo desde el inicio de su formación,  creándole un sentido de egoísta competencia, porque el éxito es “para los mejores”, relegando a los que supuestamente no reúnen esas condiciones a un estamento distinto en las sociedades humanas. De allí la división de clases, cuyo eslabón superior es la oligarquía, seguido de la burguesía, la alta, la media alta, la media, la media baja, hasta llegar a la clase obrera y trabajadora, la marginalidad, la pobreza extrema y la indigencia, quie son aquellos que lo han perdido todo, hasta el respeto y apoyo familiar. Esto es tan antiguo como el  hombre y por supuesto también que a los bajos estratos solo son relegados los “inferiores”, los “perdedores”.

Parafraseando a Bolívar digo: “solo las leyes corrigen las desigualdades del hombre” En el mundo actual hay grandes avances en la materia, así como grandes determinaciones, por que, en lo atinente a Venezuela, la Asamblea Nacional tiene la palabra.

Juscor44@hotmail.com  



Esta nota ha sido leída aproximadamente 1384 veces.



Noticias Recientes:

Comparte en las redes sociales


Síguenos en Facebook y Twitter