Hemos leído algunos interesantes comentarios sobre esta maldita situación. Digo maldita no como una maldición de género religioso sino como una expresión de grandísima molestia por la triste y lamentable situación de la muerte de dos personas, especialmente por decentes, porque cuando se trata de algunos malandros de cualquier especie nos pega menos. Una de las teorías con las que coincido sobre ese asesinato a mansalva es que dentro de los macabros planes de la derecha internacional, con sus lacayos criollos, o “creoles” en francés (de la CREOLE Petroleum gringa, creo) es la infiltración de paramilitares, especialmente colombianos, para crear angustias con asesinatos a diario en las barriadas venezolanas y en todos los sectores, inclusive mezclándolos con el tráfico de drogas, grande y microtráfico, para acrecentar la inseguridad en Venezuela y que sea un gran talón de Aquiles de la Revolución que estamos tratando de adelantar.
Igualmente esta CIA ampliada de Mossad es posible que haya penetrado los cuerpos de seguridad y de militares en base a falsedad en la información ideológica de muchos de familias adecas y copeyanas uñas en el rabo envenenadas y envenenando con el recuerdo de personajes, para ellos amados como CAP, Lusinchi, Luis Herrera, Caldera de la nefasta época de la cuarta república. Esta infiltración se justificaría más en una fuerza con la GNB ya que es la vinculada a la sociedad civil y dispersa en todo el territorio en escenarios de suma importancia como son los terminales aéreos, terrestres, marítimos y fluviales, por donde pasa todo. Y cuando digo todo es porque es “TODO”
En ese “todo” se encuentran las cárceles, donde de paso entra TODO y sigue una especie de simbiosis de algunos guardias (con sus excepciones) con la mafia enquistada y con ello mantienen el verdadero control de los centros penitenciarios, conocidos como universidades del delito. Son los pranes los que deciden la vida interna en los penales y la externa hasta donde extiendan sus servicios criminales a fuerza de billetes. Por eso no es de extrañar que el absurdo asesinato de la señora y su hija producto de una plomazón en extremo, parece que 50 tiros, contra un vehículo que no dio señales de agredir a nadie, ni de disparar, tal vez ni siquiera tocaron corneta, se debió a una orden expedida desde el penal de donde se evadieron: “liquídenlos para que no hablen y como castigo ejemplar para que todos aprendan a respetar a los jefes”
Estimo que debería investigarse “todo”, en especial para ese caso de los evadidos de un penal y que debían ser ejecutados a como diera lugar y donde fuera. No encuentro otra explicación. Nada justifica esa insidiosa y perversa actuación que nos perjudica porque estuvo programada para que ocurriera justo en la misión Patria Segura y criticándose la errada actuación de incorporar a militares en la lucha contra la delincuencia. Asunto que no coincide ya que los militares que han estado ausentes en la lucha contra los hampones son los del ejército, la marina y la aviación ya que, como dijimos, la GNB ha estado siempre vinculada al acontecer civil.
