Los militares tienen un poder decisivo

Nada es mas engañoso y perjudicial para un proceso de cambio que los golpes en el pecho por mi culpa, por mi culpa, por mi culpa, de la moral de la Iglesia, mientras que Washington, a los gobiernos les da unas palmaditas en la espalda haciéndoles entender que han cometido un error, practica que lo hacen con todos los gobiernos siempre y cuando no sean socialistas.

En la mayor parte de America Latina, los militares tienen un poder decisivo, Honduras, Ecuador, por citar los últimos casos son un claro ejemplo de la influencia política anti izquierda de Estados Unidos, utilizando las fuerzas armadas locales con resoluciones formuladas desde el Pacto de Río, Bogota, 1948, o la de Caracas 1954 condenando el comunismo internacional. La resolución XCIII denominada “la declaración de solidaridad para el mantenimiento de la integridad política de los Estados Americanos contra la intervención del comunismo internacional” fue el principio del lacayismo militar latino.

La política latina no es trazada solo por el Departamento de Estado o el tesoro de los EEUU o la casa blanca, ellos no garantizan ninguna de esas políticas, la garantizan las fuerzas armadas locales forzando las condiciones deseadas y provocando cierta estabilidad política, porque, en Latinoamérica, la economía y la política están estrechamente unidas mas que en cualquier otro continente.

Los países subdesarrollados de America Latina con estrechas economías y sus oligarquías y militares cogobernando los latifundios, los emporios empresariales, los grandes comercios, respaldados por la Iglesia, juegan un papel preponderante en la dirección de la política capitalista, presentan década tras década pruebas que no hay otro modo de manejar las cuestiones económicas sin el apoyo de los militares.

Y, es que la política estadounidense no toma en cuenta los hechos, las posibilidades, las necesidades políticas y psicológicas de los pueblos latinos. La orientación ha sido concertar “prestamos” y capacitar oficiales contra el comunismo, lo mismo en Europa que en Latinoamérica, prueba de ello, la impagable deuda externa y la carrera armamentista que sostienen las oligarquías y sus gobiernos con más fuerza después de la segunda guerra mundial.

La doctrina Monroe, de donde salio la incursión imperialista y toda la política económica estadounidense esta fundada en la seguridad continental de los EEUU. Las intervenciones en Cuba, Haití, Republica Dominicana, Nicaragua, Panamá, Granada, México, Colombia, Puerto Rico, tuvieron un doble objetivo, las finanzas y los ejércitos nativos con vistas a que ayuden a mantener la seguridad de EEUU.

Los resultados de esas intervenciones norteamericanas o las actuales son malos o muy malos por poner el poder político en manos de la oligarquía y de los militares hasta la

década de los 80 con las dictaduras, asesinos, que recién están pagando sus crímenes con cárcel, eso es algo que los norteamericanos poco les importa porque es parte de la diplomacia del dólar y sus costos aceptables.

Washington, es solidario con las dictaduras o los gobiernos de derecha hasta que son derrocadas o derrotadas dando impulso a la izquierda como el caso de Cuba, revolucion que nunca fue aplastada ni por la expulsión de la OEA, ni por el bloqueo, ni los intentos de magnicidio, nada derroto a Castro, porque, la revolución cubana es el resultado de un conjunto de profundos factores históricos, sociales, económicos y políticos, fue la explosión que culmino un largo proceso de gestación nacionalista y de clamorosas exigencias de justicia social que son parte de todo el mundo subdesarrollado.

Los pueblos latinos nunca vieron a los socialistas con los ojos de los norteamericanos, nunca se espantaron del comunismo ruso o chino, y tampoco vieron a la revolución cubana como un producto del comunismo o como un resentimiento, desconfianza hacia los EEUU, realmente el comunismo se declaro luego que la revolución estuvo en marcha como lo hizo Venezuela, al socialismo en el 2006. Los cubanos en 1959 cosecharon lo que habían sembrado.

Los Latinoamericanos conocieron solo 2 revoluciones antes de la cubana, la de México en 1910-1940 y la de Bolivia que inicio en 1952 y que todavía continúa con Evo, de ahí los intentos de Nicaragua, El Salvador, Venezuela, Ecuador, están muy lejos de ser consideradas revoluciones. Las revoluciones de Nicaragua y El Salvador son las últimas armadas que se produjeron en tierra latina, sofocadas con la intervención directa de EEUU, y sus ejércitos locales como lo fue la subversión en toda Sudamérica contra las dictaduras y la desigualdad social en las décadas de los 60-70-80 y 90.

En 1959 Cuba, coloco en el tapete a la doctrina Monroe, y como dijo Krushev, el 12 de julio de 1960 “la doctrina Monroe, perdió su eficacia y acabo de muerte natural”. Pero, dictadores como Pérez Jiménez, Salazar, Trujillo, Somoza, Batista, Franco, Pinochet, Videla, Velasco, Lara, nos hicieron mucho daño y su herencia con los golpes provocan mucho temor y frustración entre los latinos porque saben que esa es una opción de Washington, latente en los cuarteles.

Zelaya, en Honduras, Bucaram, Gutiérrez y Mahuad, en Ecuador, fueron derrocados cuando los militares les retiraron su apoyo, Correa, en la ultima intentona golpista estuvo condicionado por el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas a que revise la ley se servidores públicos “para continuarle prestando apoyo”.

En suma, todavía nos vemos molestados por las lacras golpistas del pasado y las actuales que están como siempre en manos de los militares, porque, los pueblos pueden sublevarse, pero, sin el apoyo militar es casi imposible derrocar un gobierno por la política económica de EEUU, la que causo tantos conflictos por las desigualdades sociales que sostuvo, levantando un resentimiento que lleva mas de 100 años hacia los norteamericanos.

El estancamiento en nuestro desarrollo se evidencio con las dictaduras militares, la educación, la investigación, por lo tanto la ciencia y la tecnología como la cultura se frenan porque se suprime la responsabilidad civil, se ocupan de hacer o deshacer gobiernos, encargo del imperialismo económico o como es conocido del imperialismo yanqui que tienen sus bases en las fuerzas armadas de cada país, protegidos por el pentágono, los políticos estadounidenses invierten en America Latina en función de explotar sus recursos naturales y minerales con la ayuda militar.

La diplomacia del dólar es, de las políticas más desafortunadas para la región, no solo llevo a los militares a las dictaduras, simple y llanamente alienta a conseguir el mejoramiento de los negocios e inversiones norteamericanas en la región, encaminado a incrementar el neoliberalismo concentrado en proyectos específicos cada 4 años para que cada gobierno sostenga a sus fuerzas armadas ejemplo Colombia, país en donde el 50% de la población vive bajo o en la línea de pobreza después de 10 años del plan Colombia.

Otro caso, las últimas declaraciones del general Henry Rangel, jefe del CEO (comando estratégico regional) de Venezuela, “la hipótesis de un gobierno de oposición es difícil, seria vender al país, eso no lo va a aceptar la gente, la FAN no y el pueblo menos” manifestó el general. Se podría pensar que eso nos ayuda en la construcción del socialismo, pero, volvemos lo mismo, el inmenso poder que tienen las Fuerzas Armadas en Latinoamérica. El pueblo esta subordinado a ellas, debería ser lo contrario para hablar de democracia.

Así, uno esta tentado a pensar que luchamos contra un imposible y elevamos los brazos al cielo en signo de desesperanza viendo el fraude de estas revoluciones que sostienen las tensiones por la constante inestabilidad, las amenazas de golpe y tantas otras fuerzas que empujan y desmiembran las estructuras sociales de 20 países diferentes, sin duda, ponen en relieve las pocas probabilidades de aplicar el socialismo en America Latina sin una verdadera revolución civil.


rcpuma061@yahoo.com


Esta nota ha sido leída aproximadamente 4150 veces.



Raúl Crespo


Visite el perfil de Raul Crespo para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes: