La dinámica de guerra que vive nuestro país, donde recrudecen los ataques del capitalismo para lograr erigirse triunfante en nuestra sociedad, desplegando sofisticados mecanismos de ataque no convencional como la devaluación sistemática de la moneda, el acaparamiento, la inflación inducida, la especulación, los falso positivos y en donde se pretende criminalizar el socialismo como modelo de vida buscando también a lo interno de nuestras filas amilanar la dignidad de nuestra militancia, doblegar su moral y acabar con su espíritu de lucha.
Ha pretendido esa perversión de los burgueses nacionales y extranjeros en nuestro país un escenario desde donde afloren las más conservadoras y egoístas prácticas, un escenario en el que se imponga el "sálvese quien pueda".
Aun así, hay muchas luces de esperanza, hay muchos que no se han doblegado, quienes resisten y avanzan, los que siguen creyendo en un nuevo mundo, una nueva razón humana digna y autentica, donde el socialismo como ciencia del ejemplo sea intento de cotidianidad permanente.
Me he topado en estos días de duro transitar por las calles de mi pueblo (en Cumana) con uno de esos ejemplos.
Tal es el caso del trabajo revolucionario que se viene haciendo desde la empresa estatal HIDROCARIBE, que se encuentra en el oriente de nuestro país. Esta empresa ha sido asumida por un combatiente revolucionario, de nombre Nelson Valecillos, a quien la lucha de clases lo llamo para siempre el "INDIO", según me cuenta alguien que lo conoce desde hace bastante tiempo. Viene del movimiento estudiantil Revolucionario de la ULA Mérida.
En dos meses de gestión ha desplegado el Indio, con un colectivo de camaradas que lo acompañan, un modelo de gestión de las aguas consustanciado con la realidad social, articulando con las organizaciones de base del poder popular, logrando impulsar respuestas efectivas, inmediatas y efectivas, que trasciendan el burocratismo nefasto. Se han venido recuperando, sobre todo las ganas de trabajar, la voluntad firme y decidida de enfrentar el abandono y la desidia y hacer de HIDROCARIBE una empresa administrada por el Estado, el pueblo y los trabajadores, recuperando la infraestructura, instalando equipos de bombeo, impulsando sin retrasos las instalaciones de plantas desalinizadoras, reparaciones de grandes conexiones de tubería, mejorando el acceso del vital líquido a las comunidades más alejadas del oriente de nuestra patria.
Enumerar los logros y avances en dos meses de gestión, podría extender y prolongar estas líneas, que no buscan solamente reconocer el trabajo y el esfuerzo colectivo que se viene desplegando con el camarada Nelson Valecillos al frente de HIDROCARIBE, sino que también se busca rescatar el ejemplo, que solo por medio del estímulo de la conciencia y el trabajo planificado junto a nuestro pueblo se pueden obtener logros, avances y alcances significativos, que son visibles y evidentes, aun a pesar de la guerra económica que han desplegado contra nuestro pueblo los enemigos de la patria.
Vaya mi reconocimiento a este trabajo importante desplegado en tan solo 60 días y las grandes mejoras que ha traído para nuestros pueblos de oriente todo lo relacionado con el tema del agua en Sucre, Anzoátegui y Nueva Esparta.
No faltaran quienes desde nuestras filas o desde la acera de enfrente intenten destruir con la crítica ciega, o la conspiración permanente lo que se viene haciendo, ese es parte del reto, pero hay que seguir adelante y sortear cada uno de los obstáculos logrando demostrar con el ejemplo y el trabajo en equipo, que estamos del lado correcto de la historia y que avanzamos con más fuerza decididos para hacer de HIDROCARIBE, un referente de gestión socialista, frente a los embates de la guerra económica.
Que sirva este ejemplo para llamar a todos quienes tienen responsabilidades y tareas de importancia estratégica y de dirección, a abocarse en consolidar un modelo que supere el rentismo petrolero y construya la conciencia para avanzar hacia la gran victoria.
Hasta la Victoria Siempre