La participación comunal en tiempo de pandemia

Introducción

A lo largo de los últimos meses, hemos asistido a una eclosión de experiencias de participación ciudadana en las políticas públicas, particularmente (aunque no exclusivamente) en el ámbito local. Sin duda, la aparición del virus SARS-CoV, en la palestra mundial como el agente causal de la Pandemia del Covid-19, ha marcado a la población en todos los sentidos, Es en el nivel comunitario donde deben concentrarse todos los esfuerzos de salud, para lograr modificaciones favorables por su pertinencia para las acciones de promoción y prevención, previstas para ser realizadas por el equipo de salud quienes velan por el bienestar de comunidad. La Organización Mundial de la Salud (OMS) reclama llevar lo más cerca posible la atención a la salud al lugar donde residen y trabajan las personas, fomentar en grado máximo la responsabilidad y estimular la participación comunitaria. Allí es donde se identifican los problemas y es donde deben efectuarse los servicios de promoción, prevención, tratamiento y rehabilitación a través de la Atención Primaria de Salud. El eminente pedagogo brasileño Paulo Freire, fallecido en 1997, con su pensamiento y experiencia marcó un proceso de cambio de conciencia orientado hacia la transformación social, que permitió visualizar la importancia de la participación popular para identificar, priorizar y resolver los problemas relacionados con la salud, así como el compromiso que adquieren las personas en sus comunidades.

Desarrollo

La participación popular se manifiesta cuando el hombre llega a ser sujeto activo al reflexionar sobre su situación, sobre su ambiente concreto. Mientras más recapacita sobre la realidad, más emerge consciente, comprometido y listo para cambiarla. La importancia de la comunidad se plantea como una cuestión estratégica en el desarrollo social. La gestión comunitaria y la cooperación social entre las diversas escalas y niveles, constituyen una necesidad medular que define el sistema social. Mientras más involucrados se sientan los miembros de una comunidad en la solución de sus problemas de salud que los atañen, mayor y mejor será su participación en ellos. A menudo se habla de participación comunitaria como un proceso que incluye los momentos de identificación, análisis y período de ejecución de las estrategias adoptadas, mucho más en época de pandemia. En casi todos los países latinoamericanos se vienen produciendo experiencias de participación ciudadana en salud con muy diversos niveles de desarrollo.

Ello evidencia la importancia de los movimientos sociales autónomos, también en el sector salud, aunque es necesario profundizar la investigación y sistematización de este proceso y estas experiencias, y evaluar sus alcances como lo refiere el informe de la OPS denominado "La Salud en las Américas" reseña experiencias en casi todos los países de la región. Según M. J. Aguilar Idañez generar procesos de participación o promover una cultura de participación contribuye a que los sujetos sociales sean solidarios, activos, comprometidos y responsables, no sólo en la satisfacción de las necesidades comunitarias locales, sino en la asunción de un protagonismo importante como ciudadanos en la vida democrática del país. Implica promover que las personas se involucren en todo aquello que les afecta directa o indirectamente, cambiando la actitud pasiva y dependiente, por otra proactiva, interesada y consciente. Los reportes enviados por la OMS (Organización Mundial de la Salud) y la OPS (Organización Panamericana de Salud) indican que el brote de la nueva ola de virus y sus variantes, debe ser preocupación de todos, las estadísticas demuestran que a nivel mundial se estima que para el 22-02-2021 existen Casos Positivos: 112.117.239; Casos Recuperados: 87.491.963; Fallecidos: 2.480.923.

En Venezuela el Estado a través de sus portavoces diariamente hacen los reportes de contagios en el pais, para la fecha antes descrita se reflejó: Casos Positivos: 136.068; Casos Recuperados: 128.088; Fallecidos: 1.316. de allí la población en general debe ser partícipe de su propia seguridad. El Sistema de Salud venezolano, en los actuales momentos enfrenta uno de sus grandes retos, ofrecer una prestación de servicios eficientes y de buena calidad para que se traduzca en satisfacción por parte de la población usuaria, y enfrentar con éxito al nuevo coronavirus causante del covid-19. Es conveniente resaltar que este virus en sus inicios era predominante en un grupo etario especifico de adultos mayores, y debido a su edad, las patologías subyacentes que pudieran sufrir, lo hacían más vulnerable para desarrollar las enfermedades respiratorias con sus consecuencias fatales en muchos casos. Sin embargo, a casi un año de haberse iniciado la Pandemia se ha observado con mucha preocupación que ya no es exclusividad del adulto mayor, son adultos jóvenes, adolescente e incluso niños lo que se reportan con síntomas de este virus. Es por esto qué preocupa observar en nuestras comunidades a niños, niñas y adolescente, violentar las medidas de bioseguridad, con la mirada complaciente de los adultos integrante de las comunidades.

En este particular la epidemióloga líder de la Organización Mundial de la Salud María Van Kerkhove recordó que la mayoría de los niños y adolescentes que son infectados con el virus tienen enfermedad leve, pero que esto no es algo universal. "Tenemos ejemplos de niños que han desarrollado enfermedad grave y requerido cuidados intensivos, y algunos han muerto. No podemos decir que la enfermedad es universalmente leve o asintomática en niños". El gran problema con los niños infectados por COVID-19 es que contagian a las familias y los adultos mayores. De allí que surge interrogante como ¿Qué están haciendo los voceros comunales en pro de hacer cumplir los protocolos de Bioseguridad dentro de sus espacios vecinales? ¿La participacion ciudadana será importante para el control de los brotes del virus SARS-CoV dentro de las comunidades? Es por ello que se debe de forma expedita retomar las campañas informativas y de concienciación dentro de las comunidades, sobre las medidas de bioseguridad que debemos cumplir en cualquier espacio que utilicemos; entre las cuales vale la pena mencionar:

Mantener las manos limpias. Lavarse las manos con frecuencia con agua y jabón por lo menos durante 20 segundos. Si no disponen de agua ni jabón, usen un desinfectante de manos que contenga por lo menos un 70% de alcohol. Cubrir la boca y nariz con el codo o un pañuelo descartable al toser o estornudar. Desechen el pañuelo descartable usado y lavan las manos. Evite tocarse los ojos, nariz, y la boca. Hagan que sus hijos se laven las manos inmediatamente después de volver a casa, así como después de usar el baño y antes de comer o preparar comida. Enseñe a sus hijos pequeños cómo crear pequeñas pompas de jabón al frotarse las manos, y cómo hacer entrar el jabón entre los dedos y hasta las puntas de los dedos, incluyendo los pulgares y el dorso de las manos.

Practiquen distanciamiento físico: Evitar contacto cercano, al menos 2 metros con cualquier persona que esté enferma o que presente síntomas. Reduzcan al mínimo las salidas de la casa. Si es posible, dejen a los niños en casa cuando salgan. Si sus hijos juegan afuera de la casa, asegúrense de que se mantengan a 2 metros de las personas que no vivan en su casa. Pueden describir esta distancia a su hijo como el largo de una puerta, o una bicicleta para adultos. No permitan que sus hijos jueguen juegos o practiquen deportes en que compartan su equipo, como una pelota de básquetbol, o en los cuales no puedan mantener distancia física. Animen a sus hijos a seguir en contacto con sus amigos y seres queridos a través de llamadas telefónicas o en conversaciones por video. Para mantener a sus hijos ocupados, consideren organizar comidas familiares virtuales, y noches de juegos, o encuentros virtuales para jugar con otros niños.

Limpien y desinfecten su casa: Concéntrense en limpiar todos los días las superficies que se tocan con frecuencia en las áreas compartidas de la casa, como mesas, perillas de puertas, sillas con respaldo duro, interruptores de luz, controles.

Conclusión

Por lo anterior ante descrito se puede concluir que la participación protagónica como estrategia para la transformación de la sociedad venezolana, solo puede dinamizarse sobre un actor social consciente en su papel en la sociedad y del carácter histórico de esta participación. Un individuo enajenado difícilmente puede asumir un rol histórico. Las comunidades como expresión de la sociedad, reproducen su tejido de relaciones sociales las cuales son dinámicas y por lo tanto cambiantes. Si se quiere construir salud desde un modelo que respete los valores culturales y sociales, se debe contemplar y aceptar decidir con la gente. Si se trabaja con la estrategia de Atención Primaria de la Salud, es imprescindible promover y desarrollar la participación de la comunidad. No basta la existencia de programas o proyectos sociales o de salud bien diseñados, con presupuestos suficientes y con recursos humanos capacitados para ser exitosos. Se necesita de la motivación y compromiso de los destinatarios de esas acciones: "LA COMUNIDAD"

 

BIBLIOGRAFÍA

MPPS. (01 de ABRIL de 2020). NORMATIVA SANITARIA DE RESPONSABILIDAD ANTE LA PANDEMIA COVID-19. Obtenido de http://www.mpps.gob.ve/

MPPS. (FEBERO de 2021). ESTADISATICAS OFICIALES 2021. Obtenido de http://www.mpps.gob.ve/index.php/sistemas/cheques

OMS. (15 de FEBRERO de 2021). ORIENTACIONES AL PUBLICO SOBRE ELCOVID-19. Obtenido de https://www.who.int/es

OPS. (2021). Fondo de Respuesta a COVID-19 de la OPS. Obtenido de https://www.paho.org/es

 



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