Dos lineas criminales: una es el bagazo político de la otra

No fue el venezolano más dañino del siglo XX quien ideó: “DISPAREN PRIMERO Y AVERIGÜEN DESPUÉS”. Él plagió a Hermann Göring, siamés de Hitler, quien en 1933 dictó a la policía: «DISPARAD PRIMERO Y PREGUNTAD DESPUÉS, Y, SI OS EQUIVOCÁIS, YO OS PROTEGERÉ.» (https://es.wikiquote.org/wiki/Hermann_Göring). El de aquí copió la orden; se la dictó a la policía; el bipartidismo AD-COPEI la hizo suya, la asumió como principio nazi, y por casi cuarenta años martirizó a nuestra juventud con una matanza obviamente premeditada. Fue de ese modo como la calculada aplicación de la orden genocida repitió en nuestra Patria la misma carnicería hitleriana. O sea, el nazismo alemán halló su gemelo en el bipartidismo venezolano, pero una realidad BÁSICA los diferenció, pues, cuando el nazi-bipartidismo nacional calcó el principio nazi, la copia, en ese aspecto, terminó siendo peor que su original. 

La tripería de los dos proyectos eran similares, pero sus respectivos objetivos guardan una diferencia FUNDAMENTAL. A su modo, los nazis buscaban “engrandecer” a su país; mientras que el bipartidismo venezolano ansiaba empobrecer y subastar al suyo. El sueño criminal hitleriano era fortalecer a Alemania, expandirla y crear el imperio capitalista alemán; mientras que en Venezuela, la meta criminal del nazi-bipartidismo era luchar denodadamente por lo contrario, y durante casi cuatro décadas se dedicó a desmochar las riquezas naturales y privatizar todas, absolutamente todas,  las industrias y empresas básicas del Estado, o sea, del pueblo; y ya preparaban el tiro de gracia dirigido a PDVSA. Para quebrarla y venderla como chatarra, bajaron el precio  del petróleo  a casi  siete dólares U.S.A., ($ 7,00) por barril, una medida que equivale a 159 litros aproximadamente. Así, el  l i t r o  de petróleo pasaría a costar 0,044025 dólares estadounidense, que multiplicado por el precio de 4,30 bolívares por dólar, que era el cambio oficial vigente, arrojaba el miserable monto de   m e n o s   de diecinueve céntimos de un bolívar (justo 0,18930 de nuestro bolívar) por un   l i t r o   de petróleo.

Es decir,  ¡m e n o s  de cuatro centavos de bolívar, por un   l i t r o   de petróleo! ¡Ni siquiera se acercaba a la fracción conocida como un “medio”, equivalente a veinticinco céntimos de un bolívar! ¡Tampoco alcanzaba a dos “lochas”! El petróleo ¡ya extraído! valía muchísimo menos de lo que costaban, ¡sumadas! tres botellitas de uno cualquiera de los dos famosos refrescos estadounidenses; o un trago de miche o de ron nacional; o el cuaderno más sencillo; o el lápiz de grafito negro para uso escolar de un niño; o una entrada para el cine más humilde de un pueblo de nuestra provincia; o un vasito de chicha, o de ajonjolí, o una melcocha, o una artesanal conservita de coco de venta callejera… ¡Muchísimo menos que todo!

En 1999, ¿que había en Venezuela que se vendiese al precio de algo más de tres centavos de un bolívar? Cruel respuesta: Solamente el   l i t r o   de petróleo que el nazi-bipartidismo le robaba a millones de compatriotas hambrientos. Y mientras el hambre y la miseria social en general aumentaban al punto de generar el “caracazo”, los traidores disponían de lo ajeno, y lo aportaban para alimentar y robustecer a las corporaciones transnacionales del capitalismo, previa la ‘debida’ comisión para damas y caballeros.

El nazismo-alemán nunca fue, −ni es− igual al nazi-bipartidismo nacional. En Alemania, los nazis asesinaban sin vender su Patria. En Venezuela, el nazi-bipartidismo asesinaba a la juventud y remataba nuestra Patria. Ambos ejecutantes produjeron suplicios. Quien los inició, operó de 1933 a 1945, tuvo efectos internacionales, y aún arrastra sus salvajadas. Quienes asumieron y copiaron como suya la orden nazi para Venezuela, operaron por casi cuatro décadas desde 1961, tuvo efectos nacionales, y aún perviven sus horrores, siempre hermanados con la mayoría de los medios de comunicación y bendecidos por la sempiterna clerecía de la Inquisición, la misma que encendió millones de antorchas humanas que durante doce siglos iluminaron el cielo europeo. 

Fueron y son dos líneas nazis, pero una es el bagazo político de la otra.  Y dejó herederos que encarnan al neo-nazismo venezolano, que ansía repetir la miseria política y amoral del siglo pasado, para lo cual goza del mismo coro. NO VOLVERÁN.

 

juliancabrerag@gmail.com



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