Amigo trabajador, obrero, profesional, clase media, buhonero, “hace de todo”, piense sin cabellitos en la lengua, ¿para que quiere el poder un millonario? ¿Que le hace falta a un millonario que aparentemente lo tiene todo para satisfacer todos sus placeres y sus deseos? Henrique Capriles Radonski pertenece a una casta de millonarios de cuna. A él jamás lo llevaron por una vereda de barrio, ni lo pusieron a estudiar en una escuelita cerca de la quebrada. ¿Como sabe usted que el estomago suena por hambre y no por melómano?
La diferencia entre Hugo Rafael Chávez Frías y Radonski en la carrera por el poder es diametralmente opuesta. Radonski anhela el poder para someter, para que su clase IMPERIA, burguesa, capitalista, segregacionista, domine sobre los pobres, porque esa es la filosofia de los ricos en el mundo: tiene que haber esclavos para que crezca la fábrica. Radonski quiere el poder para que FEDECAMARAS pueda subir los precios cada vez que le venga en gana, para que los fabricantes de productos les quiten el dinero a los pobres, para que el medico voraz abra la clínica solo a quien posee capital, para que el petróleo sea entregado al imperio gringo.
Hugo Chávez pertenece al pueblo: es un soldado que le sirve a la patria y sabe andar entre los vericuetos de una clase sometida por los Radonski desde que España le dejó el camino expedito a los mantuanos criollos. Hugo Chávez no es cliente de la página social de la prensa, de los saraos, de las tremebundos desfiles sociales donde abundan marqueses y princesas de un celuloide ruin y parasitario que es el causante de los males de esta patria, porque sometió con su maldita inyección al pueblo inocente que piensa en riquezas inexistentes y busca imitar lo pernicioso de una clase que se imagina maravilla porque viste modas y joyas. No recuerdo haber visto en el entierro de Cristina Onassis varias gandolas de dinero detrás de su cortejo fúnebre rumbo a su tumba.
Henrique Capriles Radonski tiene mucho dinero. Pero su gula, su ambición, son propias de los seres sin alma, sin corazón en el pecho, que jamás se han despertado en la madrugada con el carajito lleno de mierda ante la imparable diarrea a causa del estómago lleno de aire ¿qué carajo le puede importar a un hombre que ha vivido entre el jade, el oro, el dólar, el lujo, la orgía, el dolor de una joven mujer a la cual se le fue el marido y la dejo preñada? Y aquí es que se nos revela la gran verdad y no el concepto político; vivamos la realidad, los adornos con el cual se mueve la política en el mundo, no valen un carajo hoy en Venezuela: hechos y no palabras. Radonski no es un hombre que se va a poner a sufrir por un anciano que no ha comido, que no tiene para comprarse una chuchearía, un remedio, para calmar un dolor, para sonreír aunque sea en los minutos finales de la vida. A los ricos esto le parece entupido,”cuanto tienes, cuanto vales”
Hugo Chávez ha pensado en la joven mujer, en el anciano, su alimentación y su pensión, en el joven estudiante al cual los Radonski no dejan entrar en la UCV, Chávez Hugo Chávez no es un Dios, es un hombre de piel humana del cual no se puede decir que anda en busca de riquezas a través del poder, esa es la diferencia entre ambos. Chávez es patriota, no desea entregar las riquezas naturales del país al foráneo, porque habiendo sido soldado entiende que el territorio de cada nación es sagrado, Chávez no anhela mansiones, autos de ultima generación, yates, ni hoteles 5 estrellas. Chávez es igualito a la inquebrantable pradera que es el pueblo venezolano y por eso el inmenso amor que desparrama y que el soberano sabiamente le devuelve.
Mientras pasan los días, la clase alegre, optimista, humorista, llena de fe, amorosa y fiel que es la mayoría, está obligada a PENSAR CADA SEGUNDO ¿PARA QUÉ QUIERE UN MILLONARIO PEQUEÑO BURGUES como Henrique Capriles Radonski EL PODER DEL ESTADO?
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