Esta página, la de Aporrea y otras han estado en estos días saturadas de nombres femeninos en el dilema de la opinión política. Alguno de los que en estas paredes cibernéticas escriben dicen y alegan que a la Presidenta de Chile Michelle Bachelet el cargo le queda gigante, es decir 34 metidos en hormas 43. He escuchado a mucho hombres decir igualmente que no se explican cual es el verdadero pensamiento socialista de Bachellet, una mujer cuyo padre fue maltratado por los amigos de JULIO BORGES en Chile, léase pinochetistas. Dicen que Bachellet no se conduce como una socialista y que en Chile ella se deja dominar por el partido social cristiano del Rafael Calder de allá Frei Montalvo. Esto lo dicen ciertos hombres.
A Cristina Fernández la tratan otros como si ella fuera una vedette del vodevil. Alegan que los verdaderos dueños de Argentina, los amigos de JULIO BORGE, léase los fascistas de allá, la dominan a su antojos y que su esposo Néstor no hace nada por defenderla, pues la llorantina que carga después de la derrota en las última elecciones lo tienen a nivel de alfombra. Cristina, según estos hombrecitos, no tiene el guáramo de Evita Perón y que la carga le ha resultado muy pesada.
A Condoleezza la apabullaron con todos los hierros, Decían que Condo era una mujer sin recuerdos. Que le servía a los interese del Klu Klux Klan en el gobierno más estúpido que ha tenido el país de las invasiones desde que se apoderó de esas tierras robadas a sus verdaderos dueños de los aborígenes del norte. Condo para los hombrecitos opinadores de oficio no poseía la cualidad ni la calidad para ejercer el cargo que le fue dado en libres dedos por W. Bush y su combo de copeyanos gringos. Para ellos la mujer no era más que una pobre morena ¡azúcaaaa! Que no era efectiva. Que solamente en pantallerismo se le podía jugar un placé.
Después vino PIEDAD CÓRDOVA. “Esa cachaca si es entrometida”, decían los opinadores de oficio, esos que dicen grosería y escriben sandeces. Y Piedad, que tiene más bolas que cualquiera de estos chupacabras, seguía en su noble trabajo de anhelar que decenas de plagiados por la FARC regresaran a sus hogares. Pero para los hombrecitos eso no valía ni vale. Para los hombrecitos Piedad cada vez que hay un problema entre Chávez y Uribe es enviada por Vélez a Venezuela a expresarle palabras empalagosas al Humanista de Barinas para que perdone al cómplice de los gringos. Pero Piedad sigue trabajando. Es una mujer valiente y si resulta negativa a la historia, pues de todas formas se ha ganado el aprecio y el respeto de centenares.
Lina Ron es la otra: hasta yo le escribí una nota, pero en término jocoso. Mas los hombrecitos que opinan la han llamado “Vendida a Toyosan”, “Comprada por Ravelango”, “Seducida por Globoadecón”. Han dicho que Lina está urgida de billetes y TOYOSAN los tiene por bojote porque “ellos engañan pero dan trabajo”. El UPV se ha visto bañado por la desgracia. La Plaza Lina Ron” está sola, triste, desvencijada con una percha en el escote bajo la nuez. Está más descompuesta que ese cadáver ambulante llamado Teochoro Petkoff. Y todo porque los opinadores de oficio no van a la fuente que genera la noticia y sueltan su buche de improperios y malos alientos contra quienes les da la gana... A estos tipos no les gusta que ellas le echen pierna a la política. Odian a que ellas se destaquen políticamente.
Pero nada dicen los opinadores de oficio de esas mujercitas de la televisión cañafístula que ofenden a los venezolanos, que le mientan la madre al Presi, que se meten con los niños, que mienten descaradamente, que dicen groserías por los medios, que son extranjeras y maldicen a Venezuela, que siguen con la bendita cantaleta de que “los comunistas nos van a comer las pechugas” Esa mujercitas como Beatriz de Majo, Marta Colomina, La Bicha, la Poleo, las sifrinas del “sweet dream”, la Nitu que se la echa de inteligente y no llega ni a “inte”, ¿por qué los opinadores de oficio no dicen nada de estas culebras con dos pies, de estas macaguas sub desarrolladas, de estas chupasangre de niños, de estas “mujeres de toda clase hay en esta vida”
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