La Bicha Impura

En cierto lugar del mapa de un hermoso y próspero país (hoy) existe una monstrua cuádruple. Es decir, es tan gorda que de ella se pueden sacar cuatro. Mientras fue creciendo o mejor dicho, lo fue haciendo hacia los lados, porque comía mucho, le decían “Puente roto” (no la pasaba nadie) Cuando bebita en vez de ponerles pañales, le colocaban sacos de harina, a los cuales les abrían dos “joyos” por donde sacaba sus jamonudas patas de largas y arpías uñas. En los días de su adolescencia su pobre papá padre tenía que salir de noche con una gran linterna, entre vericuetos y agañazas a ver si podía robarse la carpa de cualquier circo, para hacerle los pantalones de ir al colegio Según se sabe, no existe hijo feo. Para todos los padres sus hijos son los más bellos del mundo, pero es que ésta no era una niña: era una monstrua llamada la BICHA.

Crecía, pasando las de Caín en la escuela, porque en vez de ser agradable, simpática, decente y buena, era retrechera, odiosa, malasangre y mala. En ese país aceptaban monstrua en los colegios, porque después que terminaban las clases les servían de conejillo de Indias en los laboratorios de las “uceveces”. Una tarde de frío palo de agua llegó a su casa toda mojada. Cuando su mamá le quitó el vestido y lo exprimió, toda la casa se anegó y tuvieron que llamar a un sujeto al que le decían “boquita pintada”. Éste sujeto era de una región llamada Gochilandia donde todos son buenos menos él. Abrió su “boquita pintada” e inhaló toda el agua, pero como La Bicha había pasado por un pajonal, muchas de estas hojas se les metieron en los bolsillos de la super batola que vestía y cuando SU MADRE exprimió la susodicha, la hojas de paja cayeron en el suelo, siendo engullidas por “Boquita Pintada, quien con el tiempo comenzó a echar paja CADA VEZ QUE HABLABA. ES DECIR, LO QUE DECÍA ERA PURA PAJA. Ella y Boquita se hicieron burda de panas. Tanto así que consiguieron trabajo en un negocio que regentaba un tipo al que le decían EL CHULO DE BÁRCENAS, quien en un alarde de mediocridad sin parangón en los anales de la chulería, le había siquitrillado las propiedades a una anciana con la que convivía.

La noble anciana se enamoró de él y bueno, toda la cuenta bancaria se la birló, los negocios, las tarjetas y hasta un canal de televisión que en el pasado era uno más del medio, pero que a causa de la ambición del CHULO DE BÁRCENAS estaba a punto del “sefinis”. Cosa de la literatura, Sancho amigo. La Bicha tenía en el trabajo una inmensa piscina donde se metía ella a nadar antes de comenzar a trabajar. Todos los días la piscina tenían que llenarla, pues a la Bicha le dio por lanzarse de un banquito del lado afuera y cuando caía dentro, el platanazo era tan fuerte que la piscina se quedaba vacía. La Bicha se encerraba en un estudio y desde allí llamaba por celular a “Boquita pintada”. Abría su horrenda fauce para preguntar a su amigo: “¿ Qué maldades tenemos hoy en agenda, Boquita?” Y éste, comprimiéndose y tragando unas extrañas pepas de ricino con sal, contestaba: “Oras, lo de siempre, odio, odio y más odio, por ese buche”.

Ella reía escandalosa y cruel. El sonido le helaba la sangre a los demás trabajadores, por lo cual BRAGUETA LOCA, en su ambición mercantilista, deseaba que esto, los trabajadores murieran ipso facto, para sacarles las venas de sangre helada y venderlas como morcillita, ja, ja, jaja. Un día Boquita le mostró un papel en cuyo superficie aparecían las fotos de unas camionetas de las llamadas Hummer en fila. Eran unos vehículos lujosos y caros. A la Bicha se le pusieron esos ojos como hormiga violada por un burro. Su trozo de carne interior, es decir su corazón, de vaina no se le detuvo

Ángel V. Rivas


Esta nota ha sido leída aproximadamente 4430 veces.



Ángel V. Rivas

Limpiabota, ayudante de pintura, articulista, Productor Nacional Independiente, editor de El Irreverente. Animador del programa Gigantes del Romance, autor del libro Pacto Satánico y poeta en estado de frustración.

 legavicenta@gmail.com      @legavicenta

Visite el perfil de Angel V Rivas para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes: