Seguimos perdiendo la guerra mediática

Andrés Izarra, ¡vamos a hacer una revolución o no! La timidez informativa nos está jodiendo.

Qué piensas hacer si nuestros diputados no leen Aporrea, tampoco los ministros, ni los gobernadores y alcaldes, mucho menos el Presidente Chávez, tal vez la gente del MINCI pero… 

¡Qué tal, camaradas! Pido disculpas ya que en mi anterior artículo no incluyera el saludo y el comentario por la difícil situación popular debida a las lluvias, que va a continuación. Se debió al asunto ése de cortar y pegar, de pegar y cortar, que al final no pegué.  

Nos sentimos impotentes ante la fuerte batida de la naturaleza por la casi segura intervención desbocada por el Proyecto Haarp de los usaenses. A los que no estén enterados busquen ese proyecto. 

Estamos llenos de un profundo dolor en el alma por la angustiosa situación que están viviendo los sectores populares de nuestra bella Patria, ante las pérdidas de vidas y por el daño en las viviendas y cultivos.  

Dolor que sólo sentimos los revolucionarios por la capacidad de entender  las desgracias, por conocer las miserias económicas de los pobres y por la sensibilidad humana que nos sobra.  

Sin embargo estamos contentos por la respuesta de nuestro gobierno para buscar que nuestros damnificados soporten, con relativa comodidad, el no tener sus cobijos que, aunque humildes, transmiten un sentido de pertenencia. Porque vivir en un refugio debe ser un suplicio obligado, así te den comida y otras atenciones. 

Ya sea que estés en Miraflores, pero que aunque tenga el total cariño y órdenes de Chávez no deja de ser una incomodidad ante la ausencia del hogar.  

Preferible pobres pero en casita, en familia.  

Del carajo, camaradas, el Presidente Chávez nuevamente se agarró el drama para él y está en una gran cruzada humanitaria junto a los ministros y militares que se están humanizando.  

Ahora bien, si los de alma y cerebro escuálida critican este dinámico accionar, lleno de sufrimiento y dolor, del Presidente-Líder –dicen que es pantalleo, proselitismo, etc.– son nuevamente mezquinos y que de ser sensatos se sentirían emocionados comparándolo al presidente Santos quien enfrenta el problema de los damnificados a su manera burguesa-escuálida, que de paso es mayor… el problema 

Pero, qué va, la oposición jamás lo entenderá porque nunca están consustanciados con el pueblo pobre. Muy sencillo, ubiquen a cualquier venezolano, o extranjero, que viva en quintas o apartamentos en urbanizaciones de buen nivel económico, donde su mundo está conformado por sus bellas residencias, tremendos carros para ir a sus trabajos estables o negocios o comercios, visitar centros comerciales pendientes de comprar lo último en plasma, blackberrys, en moda de vestir, comer en restaurantes e ir a los costosos cines, y vacacionar a sus apartamentos, o en hoteles, y sus escapadas al extranjero con lo que colman cada año odos los cupos de pasajes aéreos o a cruceros por el Caribe.  

En zonas como Lecherías, en Anzoátegui, ocurre lo mismo sólo que pueden agregarle ir a las marinas a sacar su lanchas y veleros. 

Todo esto no lo criticamos por que pertenecen a un grupo bien privilegiado que logra beneficios del mundo capitalista, así de simple. 

Lo que sí criticamos es su indolencia. Se han conformado con conocer la miseria, y hablar de ella con su propiedad, y sólo ver los agolpados ranchos –que ahora no son tan ranchos pero están amuñuñados en áreas de peligro– a través de los vidrios ahumados y en las noches cuando salen a sus balcones y a lo lejos se soslayan con las lucecitas llegando a comparar las zonas de angustias con unos “lindos pesebres o nacimientos” 

Además los opositores serios no reconocen que esas condiciones, algunas infrahumanas, no son de Chávez, y por no ser también medio mezquino como ellos, es culpa de todos nosotros los que transitamos la IV república y su democracia bobalicona.

No saben que hay un pueblo que sufre, que hay mujeres con piernas varicosas, algunas embarazadas, cuidando carajitos mocosos y barrigones de lombrices –aunque son imágenes disminuidas por la política de la humanitaria –como todo lo socialista– Misión Barrio Adentro– y que se ha acostumbrado a vivir para sobrevivir –y con hidalguía. 

Y lo más grave es que, además a su indolencia de años, le agregan la más alta dosis de mezquindad cuando ven y no entienden, o entienden pero son egoístas, mezquinos, repito, cuando Chávez quiere equilibrar esta sociedad enfocando su obra de gobierno hacia esa clase necesitada.  

Porque como le oímos a Lula, un presidente con sensibilidad social porque también proviene del pueblo, “hay que gobernar para los pobres porque los ricos se ayudan solos”. ¡Clarito, verdad! 

Bien. La semana pasada me referí –en el artículo sin introducción– a que en el Vaticano si leen Aporrea, pero nuestros gobernantes no, menos los diputados ni el Presidente.  

Mencioné que como una manera de democratizar la participación efectiva, llena de propuestas, le tocaría plantearlo al MINCI, por su novel ministro Mauricio Rodríguez, –que nos pareció confundir su papel de ministro “sosteniéndole el micrófono a Chávez durante las visitas humanitarias– que en vez de estar modificando la estructura interna del ministerio, característica de los que llegan creyendo que son más revolucionarios pudiendo perjudicar a su valioso y escaso personal, debería, de una vez por todas, elaborar la anhelada y obligatoria “Política informativa del gobierno”  

Pero, coincidencialmente, ya al mediodía estaba destituido Rodríguez y vuelve el joven Izarra. 

Bienvenido de nuevo Andrés, imaginamos que con un nuevo y definitivo criterio para impulsar la información de todos los hermosos hechos gubernamentales y sociales, y con adecuadas medidas para que, conjuntamente con el Ministerio de Educación, pienso, diseñar la gradual descontaminación mental de todos los venezolanos. 

Hemos estado contaminados, y nos siguen contaminando, con excesos de consumismo, capitalismo purito, pues, y una Política Informativa en uno de sus aspectos más importantes, a mi manera de entender, debe considerar una nueva ideologización, que puede tener o no los contenidos marxistas que hace temblar a la “oposicioneta”, con que se aprovechan para desprestigiar su concepto como es cambiar la manera insolidaria e idiota de pensar y de excedernos en el consumismo. 

Andrés Izarra, imagino que en tu rol de Presidente de Telesur, así como por inteligente periodista, has venido leyendo estas páginas revolucionarias, tal como hacemos los interesados en conocer valiosas opiniones –y hasta escribimos–, y permíteme tutearte ya que he compartido interesantes momentos con tu padre, William Izarra también colaborador en esta ventana virtual cuya lectura debería extenderse a miles de revolucionarios -que la desconocen-, con lo que, además, ahorrarían dinero en mentiras y en papeles con lo que contribuiríamos a tener mejores criterios y a proteger la naturaleza.  

William, el comandante Izarra, es un revolucionario a carta cabal y uno de los intelectuales socialistas cuya propuesta de llevar socialismo a todas partes no ha sido apoyada. Se han perdido años en ese proceso de ideologización, que compartimos. 

Como él, montones de valiosos revolucionarios han –hemos– permanecido tratando de combatir, pero desde nuestras ventanas, armados hasta los dientes y dispuestos a la lucha activa, vemos pasar al ejército de la revolución sin echar un tirito.  

Por cierto que por esa “política de dirigentes” del PSUV regional, fuimos sometidos a averiguación cuando la reelección de gobernadores, infiltrando camaradas que aparecieron  apoyando la candidatura de Izarra pero sólo eran informantes para la candidatura del gobernador actual. Esto nos valió mayores ojerizas que, en mi caso, unido a los escritos críticos de una ineficiente gestión de gobierno, me puso en peores condiciones que la de los escuálidos, sus grandes amigos. 

Al extremo de que gobernando revolucionarios no contamos con su apoyo a la hora de un problema. ¿Qué les parece? La propia cuarta.

Esto extendido a los alcaldes. 

Bien, Andrés, y aquí le pido a mis camaradas que alguna vez han leído mis escritos, especialmente cuando el título les interesa, que disculpen la extensión de los mismos, como alguna vez me dijo mi primo hermano Jesús Sevillano, actual cónsul en Puerto Rico, le manifesté que siempre quería completar un razonamiento a fin de que los más jóvenes captaran el sentido contextual del tema. 

Te expondré  lo que a otros ministros del MINCI, y a otros ministros.  

Buscándole la vuelta a cómo centrar el proceso revolucionario informando, y espero que los camaradas me acompañen en este planteamiento que nuevamente expongo porque es insoportable el ventajismo mediático de la oposición en esta guerra de cuarta generación que nos están ganando y, con ella, perjudicando la Revolución.  

Harto hemos expuesto que no contamos con una política comunicacional efectiva, si es que existe como tal. Aunque en estos días hemos visto por TV unas propagandas muy buenas.  

Han pasado varios ministros, tremendos camaradas, pero pareciese –o estamos seguros– que no han logrado presentar una seria y constante manera de transmitir logros revolucionarios. 

Cuando el presidente Chávez entendía que está mostrando algo importante expresaba: “esto hay que difundirlo. ¿Dónde está el (la) Ministr@ de Información?” Y ahí queda. Ya no lo hace pero… 

La política informativa debe incluir cortometrajes en todos los canales privados, con permanente periodicidad que junto a nuestros logros muestren las porquerías que son forma y fondo de la oposición capitalista, agiotista, maula, corrupta, antipueblo, antipatriótica, etc.   

Recordemos que ya el venezolano no olvida tan pronto como antes, que estamos siempre en elecciones, y los errores y las críticas deformadas, con fuerte y constante acción mediática privada malsana, merma al proceso de cambios que queremos adelantar.  

En algún artículo recordé  los años que se han perdido en la formación integral del venezolano. Cuarenta tristes años de la anquilosada democracia bobalicona y once dinámicos de nuestro esfuerzo por cambiar el país desde las raíces. 

Y para que sea radical tiene que modificar nuestra manera de pensar. Y como será muy difícil cambiar viejas mentes, esperamos en nuestra revolución educativa, principal punto de partida para todo, pienso. 

Por otra parte, ¿qué  estamos haciendo, ordenada y sistemáticamente para la formación integral de los venezolanos de todas las edades? ¿Dónde están las políticas ideologizantes para ser un buen ciudadano, un buen vecino? Incluso, para ser más solidarios que ante una tragedia, donde nos damos el lujo de demostrarlo con creces.  

¿Y para disminuir el perverso consumismo con el que más ideologizan dañando a nuestro pueblo, a nuestros jóvenes? 

Eso por esa parte. ¿Y la política comunicacional de los logros revolucionarios? Los de Chávez, me refiero. Porque a niveles regionales y municipales todo mundo se pregunta: ¿Dónde está la revolución? 

Salga a la calle en las ciudades de la provincia, camarada, sin apasionamiento revolucionario o chavista, y dígame cómo puede un ciudadano común sentir la Revolución.  

¿Quién supervisa a los gobernadores y a los alcaldes y demás funcionarios? ¿Cuáles son sus planes, sus programas? ¿Dónde está el empoderamiento del pueblo, etcétera? Por el contrario, siguen l@s veinteocher@s franelas y gorras rojas-rojitas en ese insulto a la dignidad humana, chavistas los más. 

La política comunicacional debe incluir cómo hacer para corregir esas fallas y controlar la información aprovechadora por pseudo revolucionarios de las distintas formas de gobernar para el culto a sus personalidades o por mantenerse en la palestra aunque no sirvan para nada y repetir en sus cargos para sus beneficios personales y grupales, muy a la IV.  

Menos mal que el Presidente mandó a eliminar las vallas hasta con montajes con él, y abrazados. 

Porque somos muchos los que así opinamos consideramos conveniente programar unas cadenas con todo tipo de información. Cadenas cortas pero como la gotica de agua permanente. Sí hay pataleo escuálido saquemos una ley de información pública.  

Debemos crear programas fijos con los Concejos Comunales que han hecho grandes progresos. 

Los contrarrevolucionarios no pueden pretender que el país que con tantos esfuerzos estamos construyendo, y con éxito –aún los pelones–, no debe ser conocido sino por los chavistas, y, en su defecto, que nos sigan echando mierda. 

Es que si los logros no los conocen la mayoría de los revolucionarios, qué podemos, entonces, pensar de los del equipo del escualidismo apátrida. No hay oportunidad de que con el tiempo lleguen a reflexionar, por lo menos los menos envenenados. 

Todos debemos participar de la información de la maravillosa obra revolucionaria. En especial los jóvenes. Habrá que crear sistemas audiovisuales para los institutos educacionales. Por lo menos, o por lo más. 

¡Gústele o no a los escuálidos! Estamos hartos de ocultar por negligencia y sólo medio replicar. Debemos ser agresivos.  

Además, se deberá incluir que les paren bolas a los mensajes enviados en los cintillos a todos nuestros programas de opinión que los permiten. Terminan leyéndolo sólo los que los envían. Especies de diálogos entre unos y otros mensajetexteros.  

No hay respuestas. Es una falta de respeto. Y sigue el: envíe su mensaje al 256. ¿Para qué? 

Con gran éxito salió @chávezcandanga, el Presidente que evalúe a fondo su valor y efectos. 

En esa “Política Informativa” (comunicacional) insistimos en que se den charlas semanales sobre proyectos, obras (que desconocen hasta de los mismos empleados de institutos), y de capitalismo vs. Socialismo, etc., en todas las oficinas de gobierno.  

Obligatorio para todos los funcionarios (más del 60% son escuálidos, escuálidos lights y ni-nis, quienes sólo cumplen con lo básico de sus funciones) ya que los cambios debemos lograrlos entre todos, no que se beneficien de las medidas gubernamentales y no arriman nada al mingo. Por el contrario, siguen criticando y jodiendo. 

Queremos que la “Política Informativa” de Andrés que obligue a los directores de gobernaciones, y de las alcaldías, del proceso, claro y si es que los son de corazón, a conversar, dictando charlas a sus empleados –también asistencia obligatoria, y participativa la discusión–, sobre esos temas revolucionarios.  

Sin pena, sin miedos de aparecer como chavistas ante todos el resto de escuálidos que le quitan el empleo a los propios revolucionarios y no arriman una al mingo del proceso. Sólo denigran, hasta del Presidente, delante de nosotros y venga 15 y último. 

Incluye a gobernadores y alcaldes. No se les escucha nunca. Menos, cuando andan de visitas en centros comerciales, en espacios de reuniones. La revolución debe ir por delante sin jugar a aparecer como ecuánimes, creyendo que ganan votos porque les sonríen los comerciantes que sólo piensan en el dinero. 

Es que, por ejemplo, los comerciantes escuálidos son tan mezquino-imbéciles que cuando están vendiendo bastante no reconocen que se debe a que ha aumentado el poder adquisitivo de todos por las previsiones del Presidente y que aún la grave crisis del “capitalismo mundial” nos ha afectado levemente  

Ese es otro aspecto que, para variar, no hemos destacado, explotado a fondo. Miniencadenar diariamente mostrando la realidad de la pelazón en otros países, y así darnos con una piedra en los dientes. 

Informar sin miedo. ¿Queremos cambiar mentalidades? Bueno, a echarle bolas. Que no estarán de acuerdo, que es ideologización, discutámoslo también. 

Que se escuche vibrar la Revolución en las comunidades. Queremos debates. Calle pareja. Megáfonos.  

Hay que darle un revolcón a muchos. Chavistas inclusive. Jerarcas también (porque hasta hemos heredado jerarquías impenetrables) 

Como será que la mayoría de los funcionarios, gobernadores inclusive, de vaina sí se ponen las gorras y franelas rojas en manifestaciones o mítines para que los vean los jefes y otros revolucionarios. Les da pena con los vecinos, en las panaderías donde compran. Hasta con los compañeros de trabajo escuálidos y que porque quieren respetarlos. 

Que se aguanten nuestra fortaleza.  

Mira, Andrés, lo ideal, a mi manera de ver que no soy periodista, tu sabes mejor de eso, que se proponga una participación nacional revolucionaria con los aspectos que debe incluir la “Política Informativa Revolucionaria” 

Ahora, con sus permisos, vuelvo con una especie de utopía personal: ordenar en los medios radiales, y en especial los televisivos, para que sus programaciones de noticias, todas, sean generadas por ellos mismos dándole mayor empleo a periodistas.  

Servirá para prohibir la lectura de periódicos, menos mostrándolos, ya sea directo del papel o de las páginas de internet. El que quiera verlos que compre sus periódicos, pero no podemos calarnos toda esa diarrea de información falsa, tendenciosa, o exagerando problemas que nos muestran a toditos, bien amaneciendo o cerrando en las noches. 

Vainas vomitivas como Tal Cual, el Nuevo País, Reporte de la Economía, y pare usted de enfermar, que nadie compra ni por urgencias sanitarias de carretera, nos las calamos tanto los revolucionarios como, y con peor efecto psicológico, los escuálidos y los ni-nis. 

Además, si es necesario apurarse para legislar al efecto, aunque la sigan chillando, para que exista un verdadero equilibrio informativo, por lo menos en las primeras y últimas páginas. Por cada defecto, error, que hay por montones (descuidos de mucha gente) que muestren en fotos o titulares debe presentarse al lado un logro de las mismas dimensiones.  

Equilibrio informativo. Menos ventajismo visual opositor. Comenzar a medio ganar, aunque sea una batalla, en la inclemente guerra de cuarta generación, que nos están ganando y es lo único que nos perturba nacionalmente.

Hay varios globoterrores en TV y radio con programas hasta insultantes. Llenos de mentiras. Si usted invita a  alguien y miente, deben ser penalizados ambos, entrevistador y entrevistado, y tal vez el productor y el director del programa. A veces repiten, sin asegurarse de la veracidad de todos  los mensajitos de texto que les llegan.  

Queremos, rogamos, exigimos un nuevo CONATEL y si tienen miedos o compromisos apoyarse en las contralorías de usuarios. 

Bueno, apreciado Andrés, se te presentó una nueva oportunidad de trascender el Proceso Revolucionario. Mira que vienen las elecciones presidenciales y sería la gran cagada –perdonen el término, pero así sería– si pierde Chávez.  

A correr todo el mundo, en especial los que estamos resteados y que así nos conocen. Ah, porque hay muchos, incluso de altos niveles, que conviven, comparten –hasta negocios–, congenian, con opositores de todo nivel y calaña. 

Los mismitos que se hubiesen “autodesenmascarados” –algunos estuvieron a puntico, otros le sacaron provecho a la suerte de ser detenidos– de haber durado un poco más el derrocamiento del Presidente en el 2002, y hoy están potenciados desde sus argos.

¡Suerte, Andrés!, ese ministerio es, talvez, el más importante. No es cubrir un cargo más ya que de ahí depende el éxito de la Revolución. O su fracaso que más que perjudicarnos a nosotros los que tenemos algunas oportunidades, perjudicará a todo un esperanzado pueblo de bajos recursos y que perderemos la Patria soberana que estamos tratando de construir. 

¡Gracias por tener el coraje y la voluntad –todos– de leer esto tan largo!  

Revolución o pelazón. Vencemos o perdemos. Obligatorio es cambiar.

edopasev@hotmail.com
 



Esta nota ha sido leída aproximadamente 2864 veces.



Eduardo Palacios Sevillano

Ingeniero Civil. Escritor y caricaturista. Productor radial y locutor. Miembro de la directiva de la Orquesta Sinfónica del Estado Anzoátegui. Miembro de la Junta Directiva de la Sociedad Bolivariana del Edo. Anzoátegui. Coordinador de la Red de Historia, Memoria y Patrimonio de Anzoátegui.

 edopasev@hotmail.com

Visite el perfil de Eduardo Palacios Sevillano para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes:

Comparte en las redes sociales


Síguenos en Facebook y Twitter



Eduardo Palacios Sevillano

Eduardo Palacios Sevillano

Más artículos de este autor