Los verdaderos dueños de la OTAN nos traen de vuelta a los Savonarola, Pizarros y los Nazis (2/3)

Estos elevados precios que vienen registrando los combustibles como el gas, la gasolina, el diesel/gasóleo, así como el incremento en los alimentos, bienes y servicios en general, que desde comienzos del mes de marzo del 2022 está afectando, de manera severa a los habitantes de la naciones europeas, es una dura e injusta consecuencia de las decisiones de Gobiernos y Estados, tomadas por los altos funcionarios públicos de estos países, desde las instituciones nacionales y supranacionales en las cuales se agrupan y asocian para ejercer el poder político. Son muy numerosas y diversas las sanciones aprobadas contra la Federación Rusa desde que esta nación euroasiática inició una intensa y selectiva operación militar bajo la argumentación de reacciones preventivas y defensivas sobre el territorio de su vecina Ucrania. Las sanciones promovidas por los Estados Unidos y su socio estratégico Gran Bretaña, presionando a todas las naciones que integran la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) para que asumieran una conducta similar de castigos y bloqueos contra la Federación Rusa, contra sus funcionarios y contra personas particulares o privados, está mostrando sus graves y dolorosas consecuencias. Estas sanciones van desde las restricciones políticas, diplomáticas, migratorias, financieras, comerciales, prohibición de acceder a los espacios aéreos para usos civiles, restricciones tecnológicas, suspensión/supresión de actividades de los medios de comunicación y sistemas telemáticos o redes, secuestro de activos del Gobierno y Estado, así como bienes y divisas de propietarios/inversionistas privados.

Las radicales medidas contra Rusia se extienden también hasta las actividades en Europa de los artistas, deportistas, turistas, científicos, presentación/exposición de obras artísticas/estéticas, participación en competencias deportivas internacionales, llegando estas reacciones de inspiración medieval, inquisitorial y muy similares a las aplicadas por los nazis alemanes entre 1933 y 19145 (contra los propios alemanes, europeos y euroasiáticos) hasta prohibir símbolos, canciones, colores, banderas y cualquier manifestación o construcción humana que esté asociada a la muy rica, diversa y admirada cultura de Rusia. Estas expresiones intolerantes y negadoras del valor e importancia de los aportes culturales de otros pueblos, etnias y sociedades (construcciones elaboradas por las sociedades humanizadas, en sus milenarias salidas migratorias fundacionales desde las tierras de las actuales Etiopia, Sudán, Kenia, Tanzania y Somalia hacia Europa, Oceanía, América, Asia y Oriente) son muy propias de ese período histórico conocido como la Edad Media en la mayor parte de los territorios de la actual Europa y extendiéndose luego estas prácticas hacia otros territorios conquistados, invadidos y colonizados por los europeos en América, África, Asia, Medio Oriente y Oceanía desde los siglos XV hasta el propio siglo XXI.

En la dinámica mundial actual, donde existen intensos y extensos flujos económicos/comerciales, presenciamos estas medidas aplicadas contra un número importante de naciones y sus numerosas poblaciones, como "severos castigos internacionales por mantener comportamientos no obedientes" con respecto a las directrices y órdenes emanadas desde los gobiernos de los EEUU, y ahora ampliadas y profundizadas contra una importante y poderosa nación de Euro-Asia como Rusia. Por cierto, es pertinente y oportuno tener presente en los análisis, que esta antigua nación cuenta con fuerza efectiva desde lo territorial, demográfico, importante ubicación geográfica, numerosos recursos naturales, sólida formación educativa/técnica/profesional, desarrollo e innovación tecnológica, capacidad y potencia militar ofensiva y defensiva, son poseedores de una orgullosa historia de heroísmo nacional acumulado y demostrado entre los siglos XVIII y XXI, además han construido/cultivado amplias relaciones internacionales, así como muy variadas alianzas tácticas y estratégicas con numerosas y también poderosas naciones.

Lo que estamos observando en este complejo, dinámico y diverso escenario mundial, es que estas extremas y excesivas sanciones impulsadas, exigidas y presionadas por los funcionarios gubernamentales de EEUU y secundadas por sus socios estratégicos europeos de la Gran Bretaña, tienen unas graves consecuencias de efectos tipos rebotes o boomerang contra las mayorías sociales de Europa y también de muchas otras naciones de este mundo intensamente interconectado a través de la economía y las más diversas actividades humanas o culturales. En paralelo, los miembros de las burocracias políticas de Gobiernos y Estados de Europa, así como los directivos y poderosos accionistas/propietarios de grandes empresas (como por ejemplo las grandes beneficiarias de la extraña, súbita, mortal y ruinosa pandemia del muy estudiado y conocido Virus del tipo Corona, así como de las múltiples guerras que actualmente se desarrollan contra naciones y poblaciones del África, Asia, Medio Oriente y esta con características de tercerizada en Ucrania) cuando se ven afectados en sus grandes ingresos, remuneraciones y ganancias, siempre ajustan y re-calculan esos beneficios, trasladando los pasivos o pérdidas económicos a las poblaciones o mayorías sociales de esas naciones europeas.

Bajo la intensa presión y chantajes de los funcionarios gubernamentales de los EEUU y su más sólido socio estratégico de Gran Bretaña, los funcionarios que participan en las instituciones de la Unión Europea, aceptan y aprueban dejarse llevar hacia la aplicación de unas políticas de hostigamiento, cercos territoriales, provocaciones y muchas sanciones contra la Federación Rusa desde 2014, cuando se integran a participar activamente en estos proyectos de utilizar al Estado, los Gobiernos y el vecino Territorio de Ucrania, como instrumento para preparar y desarrollar un "conflicto militar tercerizado" contra el Estado y el Gobierno de la Federación Rusa, con fuerte, amplio, evidente, comunicacional, múltiple apoyo de los gobiernos y naciones que realmente controlan y dirigen la OTAN. De acuerdo a diversos estudios y sondeos de preferencias políticas y electorales en varias naciones de Europa (y también en los EEUU) ya las tendencias de estas golpeadas mayorías sociales, comienzan a re-orientarse electoralmente hacia las opciones políticas más identificadas con los relatos y narrativas ultraderechistas, ultraconservadores, anti-migratorias, xenófobas, más identificadas con los referentes de los nazis y con expresiones ultranacionalistas y contrarias a la integración de Europa. Estas reacciones conservadoras de las mayorías sociales europeas, serían parte de las grandes cosechas de lo germinado/sembrado/cultivado durante las últimas décadas por los gobernantes de los EEUU y los poderosos grupos económicos anglosajones que no están dispuestos a permitir una efectiva y eficaz integración soberana de Europa.

P.D.: Agradezco las solicitudes y consultas referidas a la posible apertura de una cuenta en twitter, pero nunca he abierto una cuenta en este mecanismo de comunicación telemática y hasta hoy continúo manteniendo esta posición. Desde el año 2002 expreso por medio de aporrea mis opiniones referidas a diversos temas nacionales e internacionales.



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Germán Yépez Colmenares

Historiador - Profesor de la UCV

 germilio.yeco@gmail.com

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