Mejoramiento de las relaciones de Rusia y EEUU enfrenta obstáculos

El artículo de Lauren Windsor en el Huffington Post del día 15 del corriente titulado "Maxine Waters ‘Falsas" Tensiones en Siria para Levantar las Sanciones Petroleras Contra Rusia’

http://www.huffingtonpost.com/entry/maxine-waters-tension-in-syria-phont-a-ruse-to_us_58f2b065e40b04cae050dc7ff?section=us_politics"

produce una impresión errónea en torno a lo que constituye la izquierda y la derecha. Hoy en día y especialmente en esta época, estas categorías no cuentan toda la historia. Con relación a numerosos problemas, un gran número de personas, tanto en la izquierda como en la derecha, hallan cierto acuerdo que resulta en desacuerdo con otras personas, tanto en la izquierda como en la derecha.

En relación a este caso en particular, existen personas en la izquierda y en la derecha (junto a otras personas que no son muy fáciles de caracterizar) que de manera razonable están en desacuerdo con los comentarios de la congresista demócrata por California, Maxine Waters, sobre Rusia. A ella se le conoce por hacer comentarios provocadores y poco serios en relación con Rusia con poca crítica. Me refiero a su empleo no hace mucho del epíteto de "patanes" para aludir a algunas personas en Rusia y en el gobierno de Trump a través de MSNBC

http://www.eurasiareview.com/23022017-trump-faces-divergent-views-on-russia-analysis/

(En un artículo mío comenté la natural indignación si alguna personalidad se refiriera a Waters como "ser despreciable". En consecuencia, Bill O’Reilly de Fox News se sintió obligado a disculparse luego de haber declarado que ella usa una peluca a lo James Brown. Así son los patrones dobles

https://www.google.com/#q=bill+o%27reilly+james+brown+maxine+waters

incluyendo a O’Reilly quien recibió no pocas críticas luego que tildara al presidente ruso Vladimir Putin de "asesino". ¿Cuántos periodistas y políticos norteamericanos de alto perfil han llamado a O’Reilly depredador sexual?

Otro patrón doble se refiere a la caracterización que hicieron del embajador substituto ruso ante la ONU Vladimir Safronkov como un "rufián

http://www.rferl.org/a/look-at-me-russian-envoy-rant-stirs-buzz-russia/28428194.html"

debido a sus réplicas a los embajadores inglés y norteamericano. Revisando un poco más, el embajador Safronkov no fue el que inició el mal comportamiento. Él solo reflejó el sentimiento de muchos rusos que no están conformes de ver que su país es tratado como una especie de saco de boxeo. Aquellos que recurren a un mal comportamiento deberían estar preparados para recibir el mismo tratamiento.)

Contrario a lo que sugirió el anfitrión Lawrence O’Donnell, vinculado al Partido Demócrata, el ataque

https://www.google.com/#q=Lawrence+0%27Donnell#Putin+Trump+Syria

del gobierno de Trump contra la base aérea del gobierno sirio no es una trama coordinada por el Kremlin como cobertura para desinflar la (falsamente alegada) conspiración involucrando a Trump y al gobierno ruso coludidos para debilitar a Hillary Clinton durante la campaña presidencial en Estados Unidos el 2016. El empleo por parte de Waters de "falsedades" (respecto de las crecientes tensiones ruso-norteamericanas en torno a Siria) más bien se aplica a la selectividad de la plana mayor del Partido Demócrata cuando se trata de plantear una investigación sobre cualquier vínculo de Trump con Rusia a diferencia de cuando se trata de investigar el dudosamente argumentado ataque militar del gobierno de Trump contra la base aérea del gobierno sirio. Esto último incluye la posibilidad que se trate de una operación de bandera falsa, cosa que baila con el deseo de los demócratas de hostilizar a Rusia por su apoyo al gobierno de Siria como una razonable mejor opción en Siria (al menos por el momento).

Dejando la política a un lado, existe una buena base para investigar el pretexto que el gobierno de Trump empleó para atacar una posición militar del gobierno sirio. Actualmente no existen evidencias concluyentes sobre qué fue lo que produjo el incidente químico en territorio sirio en manos de los rebeldes. Más bien ha habido declaraciones insubstanciales que alegan tener pruebas que el gobierno sirio es culpable, cosa que los medios anglo-norteamericanos han sido reacios en contradecir.

Dos ejemplos de la semana pasada me vienen a la mente. Según RT un representante rebelde

https://www.rt.com/shows/worlds-apart-oksana-boyko/384090-collusion-collision-syria-bombs/

sirio alegó tener el nombre del piloto que dejó caer el gas sarín como se denunció. Hasta la fecha, el nombre del piloto no ha sido suministrado.

CNN se refirió a una fuente no identificada que alega la existencia de comunicaciones interceptadas a funcionarios sirios planificando el ataque químico. La publicación de las

https://www.google.com/#q=RT+CNN+intercept+syrian+government+sarin+gas

intercepciones anónimamente citadas no se ha producido.

Estas denuncias se parecen mucho a las burdas evidencias suministradas por Estados Unidos en los casos de la Crisis de los Misiles en Cuba y el derribo del avión de pasajeros KAL-007.

Mientras tanto, algunos estadounidenses confiables esgrimen serias dudas en torno a la culpabilidad del gobierno sirio en el reciente incidente químico. Entre ellos figura Lawrence Wilkinson, coronel de ejército retirado ex Jefe de la Plana Mayor del Secretario de Estado Colin Powell y Theodore Postol, Emeritus del MIT quien es experimentado en cuestiones como el

https://www.google.com/#q=Theodore+Postol+MIT+Counterpunch

reciente incidente químico en Siria. Postol y el ex presidente Barack Obama y algunos otros, ponen en duda la denuncia que el gobierno sirio empleó armamento químico el año 2013.

Para disgusto de algunos seguidores de Donald Trump y algunos otros, el presidente pareciera haber sido inducido a apoyar el ataque a la instalación militar siria. Como ya es notorio, existen varios individuos en puestos clave dentro de su gobierno que contradicen algunas de sus anteriormente declaradas opiniones, en las que se incluía su renuencia a ir contra el gobierno de Siria. Por otra parte, Trump podría razonablemente haber supuesto que el ataque beneficiaría su tasa de aceptación. Un ataque militar norteamericano por razones humanitarias, donde no hubo bajas norteamericanas, posiblemente podría (al menos inicialmente) producir un aumento en su popularidad, como sucedió en este caso.

La pregunta sería ¿cuánto tiempo durará? Con posterioridad al ataque en cuestión, Trump dijo en Twitter que las relaciones de Rusia y Estados Unidos mejorarán. Durante el pasado fin de semana, su asesor de Seguridad Nacional HR McMaster, asumió una línea dura culpando injustamente a Rusia

http://www.salon.com/2017/04/16/mcmaster-its-time-for-tough-discussions-with-russia-relations-have-nowhere-.to-go-but-up/

al tiempo que sugería que las relaciones entre EE.UU. y Rusia pueden mejorar considerando que se encuentran en tan bajo nivel. En términos de un mejoramiento general, poniendo la vara en un nivel muy bajo, no es bueno buscar una norma más alta desde la partida.

Tratándose de un militar de alto rango que no ha vacilado en emplear la fuerza cuando lo consideró necesario, McMaster puede considerar un papel regresivo abierto como parte de un esfuerzo para promover mejores relaciones entre EE.UU. y Rusia –suponiendo que él sinceramente busca esa meta en condiciones mutuamente razonables. A McMaster probablemente no le gustaría un escenario donde el gobierno ruso (digamos en algún lugar cercano a la frontera rusa) iniciara una discutible acción militar humanitaria contra un notorio aliado de Estados Unidos que incluyera un aviso del Kremlin advirtiendole a la Casa Blanca que retire su personal para que no sufra daños. El ataque norteamericano contra la base siria incluyó un aviso de Estados Unidos a Rusia para que retirara su personal del área, justo antes del ataque.

A Trump se le ha hecho más difícil mejorar las relaciones entre Estados Unidos y Rusia. Una de las principales críticas que se le hacen, se refiere a sus posiciones que giran en ciento ochenta grados. En todo caso existe la esperanza.

Durante la Guerra Fría el presidente norteamericano John F. Kennedy, erróneamente dio crédito al ala de los halcones que lanzó la operación de Bahía Cochinos. Se dice que su fracaso hizo que Kennedy asumiera una actitud más conservadora cuando se desarrolló la Crisis de los Misiles en Cuba. El fallecido ex presidente Ronald Reagan, su sucesor inmediato George HW Bush y Barack Obama figuran entre los últimos presidentes norteamericanos que asumieron posiciones en política exterior que diferían con algunos de los elementos influyentes en su país.

Los gobiernos ruso y sirio no han sido vacilantes en su búsqueda de una investigación sobre el reciente incidente químico. Careciéndose de contra evidencias, la operación de bandera falsa denunciada por ellos no es tan increíble. Si este predicamento se mantiene, Trump tendría base para tomar la iniciativa en torno a lo que prometió durante su campaña. Un cambio más en su actuación no haría necesariamente más daño de lo que ya ha hecho. Trump ganó la presidencia de Estados Unidos a diferencia de Hillary Clinton, Lindsey Graham, John McCain y Marco Rubio. El gabinete formado por Trump trabaja bajo sus órdenes, no al revés.

Nota.- Sus comentarios y opiniones acerca de este artículo serán bienvenidos en

Editorial@strategic-culture.org

Traducción desde el inglés por Sergio R. Anacona



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