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Visión y Método del Trabajo Comunitario del MST-Brasil

El planteamiento que sigue a continuación, ha sido extraído del capítulo “Trabajo de Base y Alcance del Método” cuyo autor es Ademar Bogo, Brasil, (2000), contenido en el texto “Método de Trabajo y Organización Popular” del Movimiento de Los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) de Brasil, Sector Nacional de Formación (pág. 21-45), edición elaborada por el Ministerio del Poder Popular para la Comunicación y la Información, Caracas, 2010. Hemos seleccionado el capítulo “Trabajo de Base y Alcance del Método”, para analizar su contenido, con el propósito de buscar posibles afinidades con el trabajo desplegado en algunas comunidades residenciales del estado Aragua, en las cuales se han implementado iniciativa de organización recientes, que presenten coincidencias con algunos planteamientos de A. Bogo

Desarrollo: Contenido Filosófico. Visión basada en la labor de organización y trabajo de los trabajadores rurales del Movimiento Sin Tierra (MST), dentro en la perspectiva integral sistémica de la dialéctica marxista y en particular de la corriente del marxismo crítico, el cual considera a la historia como un instrumento de cambio, orientada a favorecer las condiciones de vida humanas.

En el prólogo a la edición en español, los autores afirman que “La fuerza de cualquier organización está en la construcción colectiva, la cual se relaciona con múltiples factores, a partir de una realidad determinada, concreta. Entre ellos podemos destacar dos que consideramos claves: por un lado la cuestión de la formación de la conciencia, de la organicidad de sus miembros y, por otro, la capacidad de movilización y lucha -las verdaderas parteras de las transformaciones…” (pág. 9). Es así como el MST le otorga mayor preponderancia a factores que tradicionalmente han sido negados por los factores de dominación del pensamiento positivista -modelo teórico que fundamenta la división social del trabajo y las diferencias entre los seres humanos- como lo son los términos-categorías “pueblo”, “organización”, “ideología”, “política”, “cambio”, “movimiento”, “acciones”, “conciencia”, “formación”, “pensamiento”, entre otros, muchos de ellos considerados elementos teóricos-abstractos, que invitan a la acción de las personas, representando ello en la subjetividad dominante, un riesgo que puede activar iniciativas contra el orden burgués-conservador y los principios que los sustentan, así como despertar expectativas en postulados y pensamiento críticos, que pueden poner en riesgo el orden antes establecido y generar transformaciones orientadas al establecimiento de niveles de relaciones éticos.

En el capítulo “Trabajo de Base y Alcance del Método” los autores consideran las siguientes características fundamentales: definición de Método; el método dentro del movimiento de la realidad; desvíos políticos que siempre llevan a la derrota, elementos que anticipan las acciones y el arte de dirigir con eficiencia.

1- Definición de Método: el autor define el concepto de método como “la capacidad de ubicar en el lugar exacto los elementos y requisitos para construir el camino que nos lleva a un determinado fin, (pág. 21) admitiendo que dicho fin puede hacer referencia a un objetivo táctico, intermedio o de largo plazo, indicando que el mismo solo admite la existencia de un objetivo. A mayor claridad del objetivo, mayor facilidad para elaborar el método -afirma-

El método -continúa- se constituye según su aplicación, por dos directrices y dos ejes que orientan su acción: Directriz política-ideológica: entendiendo por ello la definición de clase y la claridad del rumbo que orientan las acciones que debemos seguir; directriz organizativa: definida por la concreción de las funciones técnicas y la práctica organizativa.

Los ejes se refieren a los elementos que permiten la tarea de transportar el método. Se clasifican en elementos estructurantes: son las partes constitutivas del método (estudio, dominio de la realidad, decisiones políticas, objetivos, metas, análisis de consecuencias, chequeo permanente, plan, contra-plan, evaluaciones, etc.) y requisitos orgánicos: es la parte del método que garantiza el objetivo establecido.

2-El método dentro del movimiento de la realidad: tal visión hace referencia a la dinámica que siempre está presente en todas las cosas, las cuales determinan sus movimientos internos y externos. Entre ellas se pueden mencionar: dialéctica como movimiento; el movimiento interno que hace surgir nuevas tareas y la ampliación del área de alcance de la acción; bloqueo que van apareciendo con el tiempo y nuevas perspectivas que se abren.

3-Desvíos políticos que siempre llevan a la derrota: según el autor, dichos desvíos surgen principalmente por descuidos u olvidos que ocurren al concentrarnos en detalles, olvidándonos del todo, lo cual puede conducir a la derrota y hacer vencer a quien pueda interpretar y reorientar las tácticas en cualquier momento. Algunos descuidos frecuentes pueden ser: confundir instrumento y objetivo; dogmatizar formas organizativas, métodos y concepciones ideológicas; confundir unidad con uniformidad; diferenciar democracia de organicidad; pensar en conducir el movimiento de masa en “línea recta”; defender el principio de dirección colectiva sin preparación intelectual; ver disciplina como simple obediencia a las normas; ignorar los valores culturales del pueblo; usar un lenguaje malintencionado y prejuicioso y no saber combinar actividad de dirección con acción de masas.

4-Elementos que anticipan las acciones: El logro de las acciones permite mantener la línea política en el camino correcto, lo cual se facilita gracias a la presencia de tres elementos fundamentales: a) coordinadores y coordinados: es la estructura organizativa que permite la función de cada parte y sus respectivas responsabilidades, aún cuando se estableciera una dirección colectiva. La coordinación es directamente proporcional a la experiencia que puedan poseer algunas personas. En la coordinación se emplean tres aspectos fundamentales: fijar objetivos y orientar su realización; elevar el nivel de conciencia y entender los límites y resistencias de las personas. b) conciencia para desarrollar acciones (considerar la condición humana de las personas) y c) espíritu de continuidad, originado por su vinculación con la historia y por el ánimo de construir futuro.

5-El Arte de dirigir con eficiencia: en relación a este aspecto, los autores consideran que “Dirigir es saber combinar los diferentes medios, colocándolos en el momento justo al servicio de los intereses establecidos”. ”Este arte debe tomar en cuenta diferentes aspectos”: (ibíden, pág. 41)

Aprovechar las oportunidades; conocer suficientemente a las personas; entrenar a la militancia; conocer profundamente la realidad y saber ocupar espacios.



Reflexiones:

A diferencia del MST brasilero, en Venezuela el modelo de pensamiento humanista y de justicia social impulsado en los últimos años bajo el esquema del bolivarianismo-chavismo, se orienta a darle un mayor interés a las unidades territoriales urbanas y rurales -llamadas frecuentemente comunidades- las cuales han tenido resultados satisfactorios en aquellos casos marcados por experiencias acumuladas de luchas y -en otros casos- por la presencia de militantes o exmilitantes de partidos políticos de izquierda y de organizaciones sociales y revolucionarias, quienes -al igual que el MTS y Ademar Bogo- han mimetizados su visión humanista de cambio, con planteamientos teórico-metodológicos surgidos de las ciencias sociales, lo cual le ha permitido alcanzar objetivos comunitarios, alentadores en la perspectiva de establecer una visión metodológica que logre romper con los esquemas conservadores, culturalmente internalizados en amplios sectores de la población local a nivel mundial, convirtiéndose ello en una limitación que obstruye significativamente las iniciativa de organización de amplios sectores en sus comunidades. Tales esquemas deben ser desentrañadas con el trabajo práctico, sin perder el contenido teórico y la visión de sistema que la constituye la unidad sujeto-objeto.

Asumir el trabajo comunitario bajo una visión fragmentada o parcelaria, es incurrir en la visión tradicional de la división social de trabajo capitalista y ello constituye un círculo vicioso que debe ser superado.

Cuando por diversas razones, las experiencias comunitarias han sido trasladadas automáticamente a otros espacios territoriales recién conformados, -muy influenciados por la ideología del consumismo (cultura conservadora)- se han conseguido con barreras, que consideran la participación y el protagonismo popular, como un hecho punitivo, o simplemente se presentan expresiones de resistencia al cambio, que obstruyen el logro de sus objetivos.

La experiencia y la puesta en práctica de iniciativas de organización de las comunidades, debe tomar en cuenta las particularidades presentes en todos los espacios donde se han llevado a cabo iniciativas de organización comunitaria, para lo cual se debe implementar la visión y el contenido basado en el enfoque metodológico elaborado por Ademar Bogo, tomando en cuenta el contexto de cada realidad.

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José Miguel Vielma López


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