Lo que si es y lo que no es

Dentro del proceso soy un soldado… no cabe duda. Estaré como deben estarlo todos quienes crean realmente en el proyecto bolivariano como proceso y n o como empresa política, en el lugar que indique la línea ideológica y operativa del mismo. Eso me trae a al cabeza el tema de esta semana… el socialismo del siglo XXI, lo que será, lo que es o al menos, lo que no debe ser jamás.

Confusiones hasta el momento positivas (positivas porque fomentaban la tendencia) ahora ya lucen como altamente negativas pues producen lo que exactamente emana su calificativo: confusión y es eso precisamente lo que ya el proceso político busca exterminar.

Las premisas leninistas y marxistas que el presidente dice no replicar en el concepto socialista venezolano deben ser bien interpretadas… el hecho de no implica el que. No se replicarán claro está, pero debemos obligatoriamente analizarlas muy bien y tomar de ellas lo mejor que nos ofrecen, que nos enseñan, pues como historia universal que son contienen un cultivo ideológico digno de asimilar. El presidente no ha dicho en ningún momento que no sean estudiadas y mejoradas.

Las primeras muestras mundiales de una revolución popular, pueblerina, de clase baja y pacífica es la venezolana… en eso hay que estar claros. La revolución francesa por ejemplo fue una revolución del empresariado estable en la búsqueda por modificar la estructura socio política de entonces… la rusa por el contrario fue popular pero violenta.

Venezuela se erige como un modelo mundial en la construcción de su propio sistema de gobierno, de su propia vena impulsora de tendencias y atiza la agilidad de sus intelectuales para la fabricación de esos conceptos ideológicos que todavía estamos por crear, por exponer con nuestras ejecutorias prácticas.

El socialismo del siglo XXI es la brecha que hemos escogido para decidir nuestro destino como nación… para impulsar el cambio de estructuras personalistas y obsoletas… para desplazar el interés económico p’or el interés humano, para fomentar la igualdad en su más alto grado, para suplantar la pobreza por una equitatividad, para generar el ambiente necesario de crecimiento sostenido y recurrente, de ejemplo, ajenos a los vicios y con la libertad suficiente pero que no atropelle esta libertad individual la libertad de desarrollo social, mancomunado, que debe existir en todo núcleo social.

El chavismo sin socialismo no es posible… en eso comparto plenamente las palabras del compatriota El Troudi quien desde su libro expresa su rechazo a quienes desde adentro trabajan por confundir y no por construir. Quienes como dirigentes emanan discursos socialistas pero en la práctica no los ejecutan desde cargos de representación popular… aclaman al presidente, lo ensalsan, pero cuyas principales virtudes y ejecutorias tienen que ver con brutales negociaciones de corte capitalista… Allá quien se sienta aludido, pero la era que viene es de honduras, de definiciones y no de confusiones convenientes para mantener un poder que no es de los dirigentes sino del pueblo… un pueblo cansado de ser engañado y que pide a gritos un camino correcto.

Que venga el pueblo y diga realmente sobre si quiere salud o centros comerciales, que venga el pueblo y opine si quiere escuelas o centros de entretenimiento… en ese debate debemos basar nuestro accionar revolucionario, pues son los recursos de nuestra gente.

La estadísticas serpa ampliamente necesaria para definir el reto… la mayoría real y no la mediática, la mayoría popular y no la que posee medios de expresión a través e las catapultas informáticas y mediáticas… empezó la época de la definición verdadera .

Es la reputación del presidente y del proceso mismo, no podemos fallar, necesario es vencer. HASTA LA VICTORIA SIEWMPRE… VENCEREMOS de eso estaba el Ché seguro y nosotros compartimos el criterio.


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Luis Jonás Reyes Flores


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