La Unidad de los revolucionarios no es ciega ni mecánica, sino consciente. Basada en una lealtad a unos ideales, y no a una persona como la de los fascistas. Fortalecida por una confianza ganada por un ejercicio acertado y eficaz del liderazgo. Y sobre todo, enraizada en un profundo amor a los sectores más pobres y al pueblo trabajador como en la verdad misma.

Por eso, hoy que nuestra patria atraviesa una profunda crisis, no sólo económica, sino social, política y moral, es pertinente el llamado a la Unidad. Justamente, porque la situación dramática que vivimos se debe a la coincidencia de los ataques del enemigo, siempre esperados, pero también en este caso del proceso bolivariano, a los errores de conducción. Esa Unidad debe nacer de la discusión de estos problemas, escuchando a todos los actores políticos que reivindican a la revolución, buscando acuerdos entre todos, democráticamente, que nos lleven triunfantes a nuevas metas y tareas.

Las consecuencias de la crisis económica están a la vista. Ha golpeado duramente las condiciones de vida de nuestro pueblo y ha erosionado la confianza en el liderazgo revolucionario que, luego de dar varios tumbos, ha decidido esperar, al parecer, que los problemas se resuelvan solos. Mientras está ocurriendo eso, se llega a acuerdos con el capital transnacional a través del Arco Minero del Orinoco (AMO) y las Zonas Económicas Especiales (ZEE), para obtener dólares, siendo que hay otros mecanismos no lesivos a los intereses de la patria para obtener divisas. Lo más triste y repudiable es que la prioridad de ese dinero obtenido con el AMO y las ZEE, es para seguir pagando una monstruosa deuda externa. No ha habido autentica sinceridad en el reconocimiento y la autocrítica de estas y otras fallas. Pareciera más bien que existen intocables en la “lucha contra la corrupción y la ineficiencia”.

El Pueblo debe expresarse

Uno de los logros indiscutibles del proceso bolivariano es la creación de las instituciones de la democracia participativa, que le permite superar las formas de ejercicio de soberanía del pueblo. Esas nuevas instituciones participativas están establecidas en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV). Ellas van más allá de los mecanismos de la democracia representativa, porque además de abrir la posibilidad del autogobierno comunitario, el camino hacia un estado de nuevo tipo, establece innovaciones como las iniciativas populares de las leyes, las consultas populares y los referendos. En el ejercicio de esas conquistas expresadas como un hecho revolucionario en la CRVB no debe quedar en duda su implementación. Estando ya en el segundo semestre del año, es necesario saber ya, si las previstas elecciones a gobernadores acordadas para diciembre 2016 se van realizar y con el referendo revocatorio, si las condiciones para su convocatoria se dan, este se llevaría a cabo.

Ha sido motivo de admiración de todo el mundo, la movilización y participación del pueblo venezolano, en repetidas consultas, que le dan amplia base a la legitimidad de las instituciones, por lo que se logra una de las cualidades exaltadas por Libertador: la estabilidad política, que junto a la mayor suma de felicidad posible, constituía uno de los objetivos principales de las concepciones constitucionales de Simón Bolívar.

Por una auténtica unidad crítica

Como chavistas y bolivarianos, en medio de esta dura y compleja crisis que nos aqueja y que pone en peligro la consistencia misma de la Nación, hoy reclamamos el derecho del pueblo a expresarse mediante los mecanismos consagrados por la constitución, pero considerando que es inadmisible cualquier intervencionismo extranjero. Somos los venezolanos y venezolanas los llamados a resolver nuestros propios problemas.

Cualquier llamado a la unidad, de los patriotas, de los venezolanos y venezolanas, de los revolucionarios y revolucionarias, pasa por organizarnos y luchar hasta lograr recuperar la confianza y la legitimidad en las instituciones y en los que ejercen el liderazgo revolucionario. Hoy esto es imprescindible para construir acuerdos básicos que nos ayuden a superar esta crisis.

Nosotr@s, hombres y mujeres pertenecientes al Grupo Pensamiento Crítico y a Marea Socialista, Línea Originaria, consideramos: Por ahora, es urgente detener este creciente proceso de dispersión. En la búsqueda de nuevos horizontes, tenemos que realizar un Encuentro Nacional para reflexionar y discutir la construcción de un frente o movimiento que sea una verdadera referencia popular, revolucionaria y democrática, que sirva para revertir esta disgregación y desorientación de las fuerzas, en medio de ésta amenazante coyuntura.

Ese Encuentro Nacional y esa nueva alternativa que pueda surgir de allí, su primera tarea sería, presentar al país y al mundo propuestas de salida ante la actual crisis que vivimos en Venezuela.
Tenemos que recuperar la esperanza en la propuesta socialista, sobre todo, en la que calificamos como la del socialismo del siglo XXI. Debemos llenar de contenido revolucionario, ante la nueva realidad que en esta etapa presenta el capitalismo mundial, al proceso bolivariano.

CONTRA LOS INTOCABLES EN LA LUCHA CONTRA LA CORRUPCIÓN

GRUPO PENSAMIENTO CRÍTICO Y MAREA SOCIALISTA, LÍNEA ORIGINARIA

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