La revolución como concepto histórico

Alguien nos comentaba que una revolución se pensaba, se diseñaba y se desarrollaba por etapas previas y a posteriori en el marco de los escenarios. Una opinión. Una otra persona nos demostraba que cuando analizamos una curva de comportamiento de la economía sí le aplicamos una integral entre dos puntos de dicha curva, ella, la integral, nos podría permitir el conocer el comportamiento de la economía en un momento específico cual, a su vez, nos daría una visión del momento específico para un proceso revolucionario-temporal. Una otra opinión. Sí nos acercamos a la Historia tal como lo realizaría Karl Marx en aquel sillón de la Biblioteca del British Museum, aceptando la tesis marxista, debemos y tenemos que aceptar que la Historia de la Humanidad es un proceso evolutivo en perfectibilidad del ser social como ser creado, inevitablemente, porque si no aún nos estaríamos encontrándonos en la "Edad de Piedra".

Claro la ideología que se iría desarrollando, desde aquellos años de aquel siglo, fundamentalmente, siglo XIX, no solo acepta, por inevitabilidad, la tesis expuesta por los sesudos y perseverantes estudios históricos realizados por Marx pero precisando que sería a partir de ese momento histórico en curso durante ese siglo en permanentes cambios que la Humanidad ya había podido alcanzar ese aspirado "Edén terrenal" perdido por el pecado original, es decir, la aspirada felicidad absoluta pero terrenal.

Por ejemplo, en fechas relativamente recientes, podemos referirnos a la tesis de Francis Fukuyama y su "Fin de la Historia" cual, por cierto, en nuestros lares ha sido muy poco profundizada más allá de la típica frase ideológica en utility tanto por tirios como por troyanos sin entrar en las consecuencias representativas de esta aseveración de Fukuyama pero sin alcanzar sustentarla en lógico, formal y dialéctico, razonamiento sobre cuales bases históricas, entre otras disciplinas, que le permitirían al autor nipón-norteamericano, afirmar la validez de su aseveración. Para sus comprensiones, Fukuyama, sencillamente, lo que expone como tesis desmentida posteriormente que después del capitalismo y de lo liberal no hay nada.

¿Qué es la revolución como concepto? ¿Es la muy mencionada "revolución de colores", realmente, una revolución conceptual? ¿Es la "Revolución adeca octubrista", conceptualmente, una revolución? ¿Cuándo se expresó como revolución conceptual la "Revolución Bolchevique", antes de noviembre o en sus desarrollos posteriores? ¿Podríamos titular conceptualmente a la "Revolución china" como una revolución cuando conocemos que alcanzó su cenit por medio de la "Guerra Civil" con lo cual tendríamos que asumir que la "Guerra Civil" es una "Revolución" y/o un proceso en desarrollo que se expresó a lo largo-temporal-histórico como una revolución conceptual? ¿Sería correcto tener que aceptar que las denominadas revoluciones de derechas son revoluciones de perfectibilidad histórica o simplemente son expresiones en violencia de la "lucha de clases", es decir, "revoluciones retrógrada"?

Comencemos por la última inquietud. En los tiempos recientes las derechas sean tanto las nacionales como las internacionales nos están imponiendo, a todos, una matriz de opinión donde expresan que ellos, esas derechas, están desarrollando un proceso político revolucionario en nuestra Patria, Venezuela, con lo cual, esa matriz, ha logrado internacionalizar en el inconsciente colectivo de las clases medias convirtiéndolas en "punta de lanza" de, justamente, la "contra-revolución", con lo cual ese nuevo concepto en el texto, "contra-revolución", nos obliga a desarrollarlo y compararlo con el concepto "revolución" para así poder responder la pregunta en propuesta temprana.

Sin profundizar, por ahora, una revolución, se supone, es un proceso social junto al político de no solo perfectibilidad de lo presente sino es un proceso de evolución, cambios profundos, en el estamento en curso, evidentemente, temporal-histórico con lo cual podríamos abstraer que la revolución es permanente según cada uno de los diferentes momentos históricos. Es decir, para su mejor entender, ello sería que, obligadamente, una revolución debe desarrollar y ejecutar políticas de Estado que impacten, positivamente, a toda la sociedad en revolución con realidades de superiores calidades a aquellas que se buscan superar por caducas; es decir, aún cuando seamos polémicos, en el propio desarrollo del sistema capitalista conocemos, aún por repetición en desconocimiento, que Vladimir Ilich Lenin dejó constancia que el capitalismo de aquellos sus tiempos históricos había superado su propia identidad hacia lo que conceptualizó como "imperialismo, fase superior del capitalismo". Interesante.

Ello significa que el propio sistema capitalista es un proceso socio-económico en permanente perfectibilidad histórica cual lo debe y tiene que llevar, obligatoriamente, por historia, a tener que alcanzar su propia contradicción histórica en tanto y cuanto lo real significativo del "ser social" como "ser creado" porque sino nos obligamos a inquirir cuál sería la razón de ser del "creado por el Creador".

Es de conocimiento como se ha desarrollado el sistema capitalista desde la "Caída del Muro de Berlín", la profundización de las políticas neo-liberales, el reordenamiento del Trabajo y, en consecuencia, de los sueldos y salarios a nivel global, la producción de productos de consumo masivo conjuntamente con el crédito familiar y personal, y los desarrollos de las nuevas economías que se adaptaron a las realidades globales de los objetivos escenarios del desarrollo del capitalismo global. Ello y otras variables han impactado a la Política diseñada por el Poder norteamericano visto la crisis de lo conceptual referido a lo significativo del imperialismo junto a las contradicciones intra-estados-nacionales en lo conceptual geopolítico que ha obligado al profundo y muy serio diseño de la "nueva política Obama" (JVR dixit) que ha significado y significa en su praxis el desarrollo e imposición de políticas globales en curiosa copia de aquellas políticas imperiales que desarrollaron las testas coronadas en los escenarios mundiales durante aquel referido siglo XIX.

Es en ese marco que el concepto revolución que se ha significado, históricamente, como un proceso de y en profundos cambios en la estructura social-económica de cualquier Estado-nacional, cuando el imperialismo norteamericano en conocimiento del proceso inevitable del desarrollo de sus propias debilidades pero temporales en considerando su realidad como imperio y en tanto y cuando no vayamos a una guerra mundial total, se ha visto en la necesaria obligación y en inteligente utilización del real significado del concepto "revolución" con lo cual se ha visto ante la realidad de prostituirlo con la finalidad de, ideológicamente, confundir a las masas e imponer una concepción ideológica alienante que le ha permitido el control global de todas las sociedades mundiales bajo paradigmas imaginarios que transmiten un imaginario de "super-poder-imbatible" teniendo como importante praxis, entre otras experiencias, las "revoluciones de colores".

Tratemos de exponer algún ejemplo como la Revolución Bolivariana. ¿Es lo que hemos definido como "Revolución Bolivariana", ciertamente, una conceptual revolución y/o más un proceso reformista-temporal hacia tratar de alcanzar ese concepto propuesto que significan los actuales cambios profundos, evidentemente, del Estado venezolano?

Es demostrable que los decires permanentes desde el establecimiento revolucionario nos dicen, comunican y repiten que la "Revolución Bolivariana", si es una revolución aunque Leopoldo López Mendoza ha propulsado también "su revolución". Es decir, supuestamente, en la actualidad venezolana, se estarían desarrollando dos revoluciones, una de derechas y la otra, la verdadera, de izquierdas y nacionalista. Pero el inconsciente colectivo de las clases medias, demostrablemente, suscribe "la revolución lopista" rechazando con vehemencia, rayando en el fascismo, a la "Revolución Bolivariana" con lo cual, la primera conclusión, es evidente que algo está mal, mejor, en algo nos hemos equivocado, está radicalmente mal, lo cual, en nuestros pareceres, es de fácil identificación ideológica.

Pero tratemos de exponer algunas ideas que nos pudieran guiar hacia algunas respuestas ante tamañas interrogantes de poco agrado para el establecimiento nacional. Nuestro texto trata de acercarnos a un concepto de revolución, evidente, que nos, nos estamos refiriendo a una revolución a la venezolana sin llegar a mencionar para su desarrollo aquella tesis del "socialismo a la venezolana", por ahora.

Es evidente que el vocablo "revolución" no es, en estos momentos de crisis del capitalismo cuando trata de regenerarse para poder alcanzar la "etapa superior del imperialismo", tal como lo hemos expresado en algunos otros textos, de exclusividad de la izquierda histórica desde aquellos socialistas franceses hasta las actuales inquietudes de aquellos factores sociales de derechas que exponen la necesidad de sobreponernos a los supuestos conceptos cerrados del marxismo, es decir, sin dogmatismo y con objetividad, es decir, con actitud anémica; en contrario es la búsqueda de un concepto que nos ayude, en nuestras reflexiones sistémicas, en la búsqueda de poder desarrollar, crudamente, las realidades actuales de cambios profundos en Venezuela cuando el sistema socio-económico se encuentra alcanzando su propia contradicción sistémica.

Es cierto que, prácticamente, durante todo el siglo XIX se evidenció el desarrollo del análisis socio-económico en plena expresión objetiva-nacional en referencia y sobre el desarrollo de aquel capitalismo industrial-expansivo hacia su etapa pro imperialista tanto de expansión territorial a través del control de nuevas colonias africanas y asiáticas y de nuevos mercados en ambos sentidos del comercio exterior como, por ejemplo, la Compañía Inglesa de las Indias Orientales y su adalid empresarial-escocés en los nuevos mercados tanto en la India como en China, particularmente, con el tráfico y venta del opio buscando equilibrar las balanzas comerciales bilaterales.

Aquel siglo XIX nos permitió conocer el proceso del desarrollo del sistema capitalista "fuera de las fronteras nacionales" además de las confrontaciones inter-imperios europeos con las importantes presencias tanto de los EEUU de América como del Imperio japonés en su etapa post-Meiji y los comienzos del "militarismo japonés" sustentándose en el concepto geopolítico de "Asia para los asiáticos". Ese proceso de aquella etapa del desarrollo sistémico del capitalismo tendría su finalización en 1945 cuando el Poder norteamericano irrumpe con voracidad y sin compasión en la escena internacional buscando el total control del capitalismo mundial como es de sus conocimientos.

Pero aquel siglo XIX llevaba en su seno dos expresiones filosóficas representadas tanto por el desarrollo del pensamiento marxista como en la respuesta del Vaticano a ese pensamiento marxista con el texto de la Encíclica "Rerum Novarum", tal como lo hemos expresado en anteriores oportunidades. La diatriba entre el pensamiento liberal adalid del capitalismo junto a su comunión con los contenidos de la encíclica en mención ante los desarrollos intelectuales y políticos del marxismo y aquella concepción tan particular del socialismo no hubiera pasado a mayores sino hubiera triunfado la "Revolución Bolchevique" con la instalación de un "Gobierno de Obreros y Campesinos".

El solo título del gobierno recién instalado en Moscú, Rusia, tuvo un fundamental impacto en los pensadores liberales. Saltó por los aires el desarrollo de una matriz de opinión en sus contenidos ideológicos que se expresaron en un solo concepto: "anti-comunismo", concepto que aún en el día de la presente fecha ha sido rescatado en Venezuela, España, EEUU de América más otros países capitalistas.

Pero lo importante para este desarrollo sería preguntarnos sí la revolución rusa fue revolución antes de aquel mes de noviembre o inmediatamente que se instaló en el Poder el partido bolchevique o en su proceso de cambios profundos "aguas abajo"; es decir, lo que tratamos de exponer es la inquietud al preguntarnos cuando el concepto revolución se expresó en Rusia.

Ello es importante porque los procesos revolucionarios en China, Corea del Norte, Vietnam, Cuba se alcanzaron de diferentes maneras y por diferentes vías como también en sus praxis son profundamente diferentes en sus desarrollos "aguas abajo". Por ejemplo, es de tal importancia su clarificación que hemos conocido como ciertos países en procesos revolucionarios, en algún momento de sus desarrollos, tomaron la decisión de declarar ejecutivamente que habían alcanzado el estadio correspondiente al comunismo. Tamaño error cual no solo ha afectado en sus propios procesos internos sino que produjeron serios debates intelectuales y académicos que llevaron a los seguidores del pensamiento marxista más a la confusión que a las soluciones de los permanentes y graves problemas que se expresaban durante cualquier proceso revolucionario que se encontrara en desarrollo nacional por lo cual nos lleva, de nuevo, a preguntarnos cuál sería el concepto más cercano a la objetividad del vocablo político "Revolución" particularmente para la Venezuela actual en profunda y seria crisis estructural.

En ese mismo orden, nos permitimos proponer una reflexión sobre la propuesta ruso-bolchevique de la NEP como los hechos históricos que se expresaron en China con el "Salto Adelante", la "Escuela de las 100 flores", la "Revolución Cultural" y las comunas y, por último, tanto la Perestroika como el Glasnost, en Rusia, como la política de "reforma y apertura" en China y los actuales cambios estructurales que se están aprobando en Cuba.

Nos parece que habría que releer a Karl Marx buscando acercarnos a esa difícil definición en propuesta en título como es el definir "qué es revolución".



 



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Miguel Ángel Del Pozo


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