En la cuarta República el país estaba dividido entre una inmensa mayoría de pobres,-en un país rico-, una pírrica clase media, y en la cúspide de esta pirámide yacían menos del 1% de la población que eran los que mandaban en el país e imponían las leyes que los favorecía a través de la Constitución y se repartían la torta entre ellos dejando solo migajas para el pueblo.

De manera que el país estaba dividido económicamente, y esta división era controlada por los medios de comunicación con su bozal de arepa y de censura y así formaban la opinión pública, pero también controlaban la policía, el ejército, y todas las instituciones de represión para mantener al pueblo desinformado y con miedo

No había confrontación entre los partidos que se turnaban el poder ya que adecos y copeyanos eran como son los republicanos y demócratas en Estados Unidos, o el PSOE y el PP En España, o como liberales y conservadores en Colombia, es decir unos partidos eran de derecha y los otros de extrema derecha, eran la misma miasma.

De manera que nunca se daba una confrontación verdadera como se da en un país que quiere cambiar las relaciones de poder, y para cambiar estas relaciones de poder hay que tocar privilegios que nunca fueron tocados y que el Pueblo tome este poder para que lo ejerza a favor de las mayorías.

A este cambio se le llama Revolución porque todo lo cambia y de raíz, no hay otra forma de hacerlo, y en la construcción de esta nueva sociedad surge una confrontación real entre lo nuevo que está naciendo y lo viejo que está muriendo.

Esta muerte de lo viejo puede durar mucho tiempo, ya que a lo largo de los siglos esta desigualdad lo hemos aceptado como normal, recordemos que se dice por ejemplo que la pobreza es natural, que así lo quiere Dios. La esclavitud duró más de mil años, de manera que el que nacía crecía y moría viendo la esclavitud para él era normal y natural, hasta que nace una conciencia que produce una rebelión.

Pero también para que nazca esta nueva realidad fruto de la Revolución puede durar mucho tiempo ya que está instalado en la psiquis de los pueblos los antivalores tales como individualismo, egoísmo, consumismo, etc. impuesto por las castas privilegiadas que ejercen el poder y que solo favorecen a su clase.

Ya lo dijo Carlos Marx: La Historia de la humanidad es la historia de la lucha de clases.

Así que en estos catorce años de lucha por un cambio verdadero las confrontaciones y las contradicciones se han intensificado y como consecuencia el país está dividido políticamente, pero no como antes que estaba dividido económicamente.

Fruto de esta confrontación han surgido palabras que se pueden tomar como insultos tales como escuálido, majunche, disociado, y del otro lado se le dice al pueblo pata en el suelo, bidente (desdentado), chancletúo, malándro, marginal, chusma, muerto de hambre, tierrúo, mono y últimamente al pueblo se le dice saqueador sin reflexionar que los saqueadores son los que inflaban los precios despiadadamente, y que al mismo tiempo explotan al obrero y al empleado, y todo esto con la complicidad de los medios de comunicación privados y dirigido por la cúpula de la oposición.

Pero hay que señalar que todos estos “insultos” son producto de la confrontación política, nunca es un insulto que afecte en lo personal, no, el enemigo es otro y poderoso.

De manera que Chávez vive y la lucha sigue, y seguirá hasta ver cumplido ese parto que tanto nos ha costado alumbrar.