Los sabios disparatados de la oposición y sus críticas al currículo (1)

Todos los “think tanks” de la oposición salieron corriendo para las salas de transmisión de las emisoras de radio y de televisión y las de redacción de los periódicos opositores a expresar sus opiniones en contra de la propuesta curricular recientemente publicada por el Ministerio del Poder Popular para la Educación (MPPE). Otros, más tímidos, llamaron a los periodistas para que los fueran a entrevistar en sus cubículos en las más importantes universidades del país. Pareciera un concurso donde el que dijera más disparates se ganaba una cena con Rosales, despectivamente llamado el filósofo del Zulia. Mientras más títulos y distinciones portaba el personaje más disparates decía. Es oportuna una aclaratoria, puede ser también que los dueños de los medios, en su empeño de atacar al Gobierno Bolivariano por todos los flancos, obligaban a los periodistas a tergiversar las declaraciones de los sabios, las cuales terminaban en una sarta de sin sentidos. Lo anterior sumado a la ignorancia enciclopédica que caracteriza a los periodistas formados en las mejores universidades del país. Dicho sea de paso, las escuelas de periodismos tienen la gran virtud de convertir en idiotas a los estudiantes más competentes, a los más aptos que a ellas ingresan medidos según sus pruebas de admisión. Es necesario analizar esas declaraciones y responderle.

Dedicaré una serie corta de artículos para presentar y rebatir algunos de los más estrafalarios disparates dichos por lo más graneado de la inteligencia opositora. En esta primera emisión le toca el turno al bate al excelentísimo Dr. Enrique Planchart. Veamos que opina el Dr. Planchart de la reforma curricular propuesta por MPPE. Estas declaraciones aparecieron publicadas en el periódico Tal Cual del 04/04/2008 (Fuente: http://www.talcualdigital.com/Especiales/Viewer.aspx?id=7203).

“De implantarse el nuevo currículo educativo, las matemáticas no serán el fuerte de los estudiantes venezolanos. A esa conclusión llegó el integrante del Centro Nacional para el Mejoramiento de la enseñanza de las Ciencias (Cenamec) y miembro de la Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales, Enrique Planchart, quien hizo un análisis a este componente del currículo utilizando la escala de VanHille, lo que arrojaría como resultado el que los estudiantes apenas alcancen el nivel cuatro, lo que representa un retroceso con respecto al programa anterior.”

Es oportuno aclarar que el Dr. Planchart no tiene ninguna vinculación con el CENAMEC. Éste es una fundación del Estado adscrita al MPPE. El DR. Planchart fue director del CENAMEC en los segundos gobiernos de Carlos Andrés Pérez y de Rafael Caldera respectivamente. El Dr. Planchart es profesor jubilado de la USB. Dice el periodista que Planchart hizo un estudio del currículo usando la “escala de VanHille”. Primero, no se escribe “VanHille”, se escribe “Van Hiele”. Segundo, no existe como tal una escala de van Hiele. Los esposos Van Hiele, discípulos de gran matemático holandés Hans Freudenthal, desarrollaron un modelo de la comprensión de la geometría. Dicho modelo entre otras cosas incluye unos niveles de comprensión de la geometría o de desarrollo del pensamiento geométrico. Hasta el sol de hoy, ese modelo no ha podido ser aplicado exitosamente a otras ramas de las matemáticas. Por tanto, es un disparate que el Dr. Planchart lo halla utilizado para analizar todo el componente de matemáticas del currículo. Tercero, los niveles de van Hiele son cinco. Por lo tanto, si el Dr. Planchart encontró, en su absurdo estudio, que los estudiantes “apenas alcancen el nivel cuatro”, estaría revelando que los estudiantes casi alcanzan el nivel más alto de van Hiele. Lo cual sería algo sumamente extraordinario, el mismo Piere M. Van Hiele creía que eso no era posible para la mayoría de la población. Es decir, el Dr. Planchart comienza asumiendo que “las matemáticas no serán el fuerte de los estudiantes venezolanos” si se implanta el currículo propuesto y termina demostrando que el currículo propuesto desarrollaría el pensamiento geométrico de los estudiantes venezolanos a uno de los niveles más altos en el modelo de Van Hiele, lo cual según el propio Van Hiele sería un logro extraordinario. Me quedó sin palabras ante ese despliegue de inteligencia.

Pero eso no se queda así. Los disparates continúan. Según el periodista, Planchart le dijo que:

“La escala de VanHille es un medidor de carácter internacional que se usa para medir las habilidades que debería tener los alumnos que pasan por el sistema de educación. Esta fluctúa desde los niveles más básicos, como el reconocimiento de figuras geométricas, hasta los más complicados como la capacidad de razonar y generar nuevos conocimientos a partir de las teorías dadas.

De acuerdo con el estudio hecho por Planchart, el anterior programa se encontraba en un nivel intermedio entre el quinto y sexto escalón, mientras que ahora la educación bolivariana lo obligará a retroceder hasta el cuarto, referido a la adquisición de destrezas técnicas:”

Es falso que el modelo de Van Hiele sea “un medidor de carácter internacional”, tal cosa no existe. Hay muchos otros modelo y a Van Hiel le han sobrado críticos. Es cierto que algunos investigadores anglosajones, maniáticos de l a medición, han desarrollo algunos test que han validado en muestras grandes de estudiantes que buscan medir en que nivel determinado se encuentra un estudiante dado. Pero ese no era necesariamente el interés de los esposos Van Hiele. Sigamos con el sabio venezolano. Dice Planchart que “el anterior programa se encontraba en un nivel intermedio entre el quinto y el sexto”. Lo único que puedo decir es que la inflación afectó hasta los niveles de Van Hiele, como dije más arriba, los niveles de Van Hiele son cinco. Según Planchart “la educación bolivariana lo obligará a retroceder hasta el curto”. Sobre lo que esto significa ya hablé antes. NO contento con un disparate, nuestro doctor agrega otro disparate. En el preescolar de la pedagogía de las ciencias matemáticas aprendemos que los niveles no están en el currículo. En sus propias palabras, Van Hiele afirmó que: “(…) the levels are situated not in the subject matter but in the thinking of man” (p. 41) [“(…) los niveles no están situados en la asignatura sino en el pensamiento del hombre”]. Me imagino que el flamante Dr. Planchart nunca leyó Struture and Insight. Pensé tirar la toalla, ante tales disparates pensé que un diálogo, aunque sea para criticar, es casi imposible. Pero es nuestro deber revolucionario llegar hasta el final aunque el fastidio nos ataque.

Estas si son palabras textuales de nuestro invitado de hoy.

“El programa actual también tiene muchas deficiencias, pero en éste se desmejora mucho en los contenidos que se les da a los alumnos. Esto es preocupante porque en países desarrollados como Francia o Alemania los alumnos consiguen llegar al nivel siete”.

Aquí el Dr. Planchart miente deliberadamente. Por un lado, no existe el nivel siete de Van Hiele. Por otro lado, todos los estudios internacionales comparativos en ciencias y matemáticas muestran que esos países no están muy bien en enseñanza de las matemáticas. Así que no son los mejores ejemplos para citar. Los países que alcanzan los primeros lugares en esos estudios no son necesariamente los mencionados por Planchart. Traguemos grueso y prosigamos.

“Uno de los principales problemas que Planchart critica acerca de la enseñanza de las matemáticas en el nuevo currículo es la poca profundización que hay en los componentes que lo conforman: “Incluso pretenden llegar sólo a nivel de descripción, a temas más avanzados del programa actual, cuando nuestra escolaridad es un año menor que la de países vecinos y hasta dos o tres años inferior a países como Europa”. Para el académico contenidos como Derivados y Límites, requieren que los alumnos se queden por un año más en el sistema educativo.”

El Dr. Planchart además de sabio es adivino. ¿De dónde saca que la enseñanza de las matemáticas en el nuevo currículo se caracteriza por la poca profundización? Primero, el currículo no enseña matemáticas, en el currículo no hay enseñanza de las matemáticas. El currículo es una guía, una bitácora para el camino. Lo cual hace por lo menos una estupidez ese comentario. ¿Cómo sabe Planchart que se llega sólo al nivel de descripción? Es ocioso comentar este asunto. Sigamos adelante. Y venga otra vez con Europa. Como dije antes, Europa no es el mejor ejemplo de enseñanza de las matemáticas según los estudios internacionales. Tampoco es cierto que la enseñanza de las derivadas y los límites requiera que se incremente en un año la educación secundaria. Las razones son otras.

“Uno de las innovaciones que incluye el nuevo programa es la aplicación de materias como Física y Matemática aplicadas al ámbito comunitario. Planchart dice que éste es un aspecto positivo del nuevo currículo: “Pero cómo le vas a pedir a un estudiante que aplique algoritmos en su contexto social, si ni siquiera conoce bien qué son”. Como ejemplo coloca las aplicaciones de astronomía que se le exigen a los alumnos, pues nunca se les dan los instrumentos teóricos para que realicen estas aplicaciones.

Lo mismo ocurriría en los contenidos referidos a Física: “No hay objetivos, ni se profundiza. Se enseña electricidad y magnetismo, cuando todavía ni siquiera se ha visto la parte mecánica”.”

Aquí el Dr. Planchart reconoce que el currículo contiene un elemento positivo. Pero su espíritu opositor no le permite dejarlo pasar sin echarle excremento. Para ello recurre una vez más a su ignorancia enciclopédica en materia de pedagogía de las ciencias matemáticas. Afirma que no se pueden aplicar algoritmos a una situación si no se conocen previamente esos algoritmos. ¿Cómo explica Planchart el avance de la ciencia? O sea que Eisntein conocía la teoría de la relatividad antes de crearla. Pero ese argumento de Planchart es un mito. A muchos les parece lógico y de sentido común y no se atreven a cuestionarlo. Bueno, precisamente así piensan muchos que no saben de educación en matemáticas. Al proponerse lo contrario, tratar de resolver un problema sin que se haya apropiado el estudiante de las herramientas matemáticas necesarias para resolverlos, Hans Freudenthal desarrolló la escuela holandesa de didáctica de las matemáticas, mejor conocida como matemáticas realistas.

Estos sabios disparatados de la oposición aburren. Sus argumentos en contra de la propuesta curricular están plagados de tantos sin sentidos e inexactitudes que no provoca discutir con ellos. Pero el deber nos llama. No podemos permitir que el discurso educativo de la derecha salga victorioso en esta nueva batalla. Ya perdimos una con la redacción del Artículo 103 de la Constitución Bolivariana. Sus razonamiento son débiles y sus argumentos pobres, no pasarán.

julio_mosquera@hotmail.com


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Julio Mosquera


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