Estudios de Ciencias y Artes del Llano: Hacia la Revolución en las Universidades

Hace ya un cierto tiempo, quizás más de un año, escribí un artículo en Aporrea, como parte de una polémica con el Dr. Fuenmayor Toro sobre el ingreso libre a las universidades, asome la idea de una universidad que le hiciera honor a su nombre y abriera sus puertas a la enseñanza de las artes, la música, la literatura, etc. Como el tema central era otro, no asomé más detalles sobre esa idea (ver http://www.aporrea.org/actualidad/a14839.html). Hoy, que el tema del ingreso y de la reforma curricular en los tres primeros subsistemas del sistema educativo ha reabierto la discusión pública sobre la educación, propongo una idea concreta: la creación de los Estudios de Ciencias y Artes del Llano en nuestras universidades. Impulsar estos estudios sería de suma importancia para las universidades ubicadas en los llanos. Adelantaré algunas opiniones acerca de estos estudios.

Las universidades venezolanas hasta ahora se han dedicado a ser transmisoras de conocimientos producidos en otras latitudes. Una porción muy reducida del conocimiento producido en nuestro país está incluido en el currículo de las universidades nacionales. Tampoco se han caracterizado nuestras universidades por ser reservorios de conocimiento producido en el país y mucho menos por ser sistematizadoras del conocimiento popular e informal producido a lo largo y ancho de la nación. Las universidades, consciente o inconscientemente, han estado al servicio de la dominación cultural. Es hora de comenzar a cambiar esa situación. Nuestras universidades deberían ser centros de apropiación, adaptación, divulgación y conservación del conocimiento, científico y popular, producido en nuestro país. Es hora de comenzar a gestar la independencia del conocimiento, la independencia cultural desde las universidades.

Los llanos venezolanos, y colombianos, constituyen un espacio geográfico en el que se encuentran prácticas ancestrales, recursos naturales y artificiales, tecnologías populares y apropiadas, y contexto de producción de conocimientos. En otras palabras, un contexto geográfico y biológico donde conocer adquiere ciertas particularidades. Una de las primeras tareas de los Estudios de Ciencias y Artes del Llano sería recopilar y sistematizar ese conocer y ese conocimiento que en esa zona se produce. La recopilación de esos conocimientos se puede hacer de diversas maneras: videos, grabaciones de audio, fotografías, registros escritos, etc. En esta primera fase, se pondría a disposición de todos un caudal enorme de conocimiento y formas de conocer particulares del llano. Un primer resultado podría ser la construcción de un espacio de exposiciones y almacenamiento donde las personas interesadas puedan tener acceso a ese conocimiento. La tarea siguiente sería la sistematización de esos conocimientos. Dicha sistematización debe hacerse con la participación de los creadores de ese conocimiento en la medida que sea posible. Una vez que se ha logrado registrar y sistematizar una buena cantidad de conocimientos, se puede comenzar con la fase de la enseñanza. Se abrirían entonces cátedras específicas dedicadas a temas particulares sobre las ciencia y artes del llano. Un ejemplo, los instrumentos de percusión en el llano aparentemente no son muchos, pero se podría estudiar el origen de las maracas, su historia, construcción, papel en la música llanera y en otros estilos musicales, su ejecución, las posibilidades de la maraca como solista o una “orquesta” de maracas, y su posible desarrollo tecnológico (una maraca electrónica). Otro ejemplo puede ser el queso, un caso donde si sabemos que hay una enorme variedad. No viene al caso presentar más ejemplos por ahora. Hay una infinidad de temas que pueden estudiarse en la universidad que provienen de la actividad humana en los llanos.

Los estudios de ciencias y artes del llano además nos ofrecerían una oportunidad excelente para hacer confluir especialistas de diversas disciplinas, y por qué no crear unas disciplinas nuevas o subdisiplinas nuevas dentro de las ya existentes. Se necesitarían biólogos, geólogos, agrónomos, antropólogos, músicos, sociólogos, para mencionar sólo algunos, que se especializan en el hábitat, en la cultura y en la tecnología de los llanos.

La universidad socialista no es necesariamente sólo aquella que ofrecerá las carreras tradicionales a todos los estudiantes. La universidad socialista será aquella que habrá nuevas posibilidades para el desarrollo humano, nuevos campos del conocimiento, nuevas síntesis que nos sirvan en nuestra lucha por la liberación cultural.

julio_mosquera@hormial.com


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Julio Mosquera


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