Resiliencia ante la deserción de los estudios universitarios en Venezuela en tiempos de COVID-19

La resiliencia, se apoya en las actuaciones que asumen las personas cuando se enfrentan a circunstancias adversas, que le generan malestar, estrés y sentimientos encontrados. Por ello, se presenta como la capacidad que tiene una persona de reaccionar y recuperarse ante las adversidades, que implica un conjunto de cualidades que fomentan un proceso de adaptación y transformación, para desarrollar fortalezas a pesar de los riesgos y la adversidad. Desde un contexto académico andragógico se conecta con factores humanos relativos a la habilidad para la resolución de problemas, géneros, vínculos afectivos, afecto parental, temperamento, relación con pares; así como, introspección, independencia, capacidad de relacionarse, iniciativa, humor, creatividad y moralidad. Todo ello, consciente que la capacidad y disposición positiva del tutor virtual permite su crecimiento y desarrollo profesional, sin obviar, que ante las adversidades se requiere enfrentarlas, buscando soluciones que permitan un arreglo entre las partes encontradas.

Ahora bien, la deserción en el estudiante universitario que estudia a distancia es un fenómeno causado por el abandono del proceso educativo sin finalizar el ciclo regular a que está sometido. Se trata de un fenómeno motivado por diferentes variables que involucran situaciones académicas, laborales, personales, familiares, económicas, sociales, desinterés por los estudios que viene realizando, desconocimiento del programa virtual que cursa, problemas con la tecnología e Internet, poco apoyo por parte de la familia y de la sociedad, entre otras. Esto se pone de manifiesto en alumnos que se matriculan en cursos pero que no participan; que se retiran luego de algún tiempo de comenzado el curso; que participan, pero no cumplen adecuadamente con todas las asignaciones; así como, alumnos que cumplen y participan realizando sus asignaciones, pero reprueban alguna que le demanda mayores habilidades en el procesamiento de la información y en la aplicación creativa de lo aprendido.

La contraparte que se opone a la deserción del estudiante universitario que estudia a distancia se denomina retención. Las teorías que apoyan la retención estudiantil universitaria a distancia se basan en utilizar diferentes mecanismos, que descansan en el arreglo de condiciones y escenarios que eviten que el alumno deserte, manteniéndose motivado para finalizar sus estudios. Entre las propuestas que apoyan la retención universitaria se encuentran (Acuña1): interacción de los estudiantes con el ambiente del campus universitario; balance de la carga académica; desarrollo de actividades que involucren al estudiante con la institución académica; teoría de la distancia transaccional de Moore, como la distancia relacional educacional o psicológica que existe entre el tutor virtual y los estudiantes; teoría de la integración académica y social, sustentada en la participación estudiantil para el logro del bienestar social; así como, evitar la deserción de los estudiantes sometidos a condiciones adversas de carácter laboral, personal, académico, económicas y sociales, entre otras.

Sin embargo, una manera de oponerse a la deserción estudiantil universitaria de manera resiliente, tanto por parte del tutor virtual como de la institución universitaria, es desarrollando un Diálogo Didáctico Mediado (DDM). La propuesta de DDM, vista como una respuesta al abandono de los estudios universitarios a distancia, considera que el diálogo influye directamente en las relaciones sociales y sobre todo en entornos educativos, donde se establecen relaciones sociales que podrían orientarse hacia la participación de los diferentes agentes presentes en dicho entorno. Se trata de un diálogo pedagógico, didáctico, establecido como una conversación, colaboración, cooperación, interacción, intercambio y negociación, que permite relacionar todos los componentes, métodos y técnicas, que existen en los procesos educativos a distancia, donde el aprendizaje como fenómeno social se construye a través de diferentes diálogos o situaciones conversacionales, entre los integrantes de dichos procesos (García Areito2). Así, el diálogo en el aula virtual del hogar familiar se construye con la participación de todos sus integrantes; el alumno, en el centro de atención del aprendizaje; el tutor virtual, como facilitador de los contenidos, brindando una ayuda ajustada y personalizada al estudiante; los padres y la familia garantes de los apoyos materiales, motivacionales y espirituales; así como, los miembros de la comunidad organizada, facilitando los apoyos externos. En todos los casos, el carácter mediado del diálogo se pone de manifiesto, cuando el tutor virtual interactúa a través de la tecnología con el estudiante y el resto de los integrantes del aula virtual.

Todo lo anterior, permite entender la educación a distancia como un entramado comunicativo con finalidad pedagógica, donde el estudiante establece el diálogo a través, de los diferentes recursos, con la institución y los tutores virtuales, generalmente ubicados en espacios diferentes, con el fin de facilitar aprendizajes autónomos y colaborativos (García Areito2). El diálogo puede establecerse de manera bidireccional entre estudiantes y el tutor virtual, entre estudiantes y la institución educativa, entre estudiantes propiamente, así como entre estudiantes y los materiales instruccionales. Además, esos diálogos pueden ser: reales o simulados con los materiales de estudio, síncronos y asíncronos, unidireccionales, bidireccionales o multidireccionales, verticales y horizontales, así como estructurados o flexibles. Todos estos tipos de diálogos son importantes en los estudios a distancia a la hora de garantizar la retención del estudiante universitario, a tal punto que de no efectuarse o romperse en un momento determinado pueden incrementarse los niveles de deserción.

Ahora bien, considerando el estudio científico realizado (García Areito2) para detectar las principales razones que llevan a los estudiantes a distancia al abandono y una serie de propuestas, que pueden ayudar a reducir las tasas de fracaso centrado en la propuesta de DDM, es posible analizar la influencia del diálogo como componente social y relacional del fenómeno educativo, tendiente a oponerse a la deserción estudiantil universitaria, basado en dos puntos de vista. Primero, analizando las causas que debilitan el diálogo y propician la deserción; y, segundo, considerando las acciones orientadoras y de apoyo, de carácter institucional y docente, que pudieran promover diálogos pedagógicos de calidad, con mayores rendimientos que traigan como consecuencia la retención.

Las causas que debilitan el diálogo y propician la deserción pueden ser atribuidas a los estudiantes, los tutores virtuales y la institución. Las causas imputadas a los estudiantes son: falta de tiempo por obligaciones familiares; deficientes técnicas de estudio, carencia de habilidades, técnicas, estrategias y hábitos de estudio eficientes; insuficiente motivación, falta de compromiso personal; elección equivocada del tipo de estudio; formación básica insuficiente; rendimiento académico bajo; pobres competencias digitales; falta de autonomía y disciplina para estudiar; temor al fracaso; pobre integración académico-social; así como, escasez de recursos económicos. De igual forma las causas atribuibles a los tutores virtuales son: escaso seguimiento y supervisión, materiales de estudio con diseño inadecuado, falta de flexibilidad curricular, evaluaciones poco adecuadas a los estudios a distancia y baja calificación de los tutores virtuales en el uso de la tecnología. Por su parte, las causas imputables a la institución se enmarcan en: deficiente información inicial sobre las carreras a impartir, ambigüedad en las directrices y orientaciones emitidas, servicios de orientación deficientes e insuficiencia en los servicios tecnológicos (García Areito2).

Las respuestas al abandono dadas por el modelo de DDM (García Areito2), como acciones orientadoras y de apoyo, provienen de la capacidad de los tutores virtuales y la institución de articular una relación dialógica y mediada de calidad, fluida y flexible con los estudiantes, para neutralizar la deserción. Las respuestas desde la institución universitaria incluyen: mejorar las técnicas de estudio; mejor gestión y organización del tiempo de estudio; automotivación; estudio dirigido y autorregulado; apoyo hacia el autoaprendizaje; mayor información y orientación inicial; elaboración de guías para mejorar la disposición, posibilidades y capacidades de estudio; oposición al abandono temprano mediante la integración académica y social; ejecución de cursos dedicados a nivelar los conocimientos previos del alumno; impulsar el trabajo colaborativo para aumentar el sentido de pertenencia al grupo y disminuir la desmotivación; así como, consolidar la apuesta tecnológica, potenciando los servicios tecnológicos de apoyo a una docencia de alta calidad.

De igual manera, las respuestas desde los tutores virtuales contienen: elaborar la guía de estudio didáctica para contribuir al aprendizaje autónomo del alumno; gestionar la actividad docente, propiciar oportunidades de aprendizaje individual y grupal, aplicar diferentes estrategias didácticas, orientar el aprendizaje adaptado al perfil del estudiante, ofrecer tutorías proactivas, facilitar la integración académica y social de los estudiantes, utilizar diferentes herramientas y aplicaciones digitales, activar y gestionar la comunidad virtual de aprendizaje, así como impulsar las diferentes formas de evaluar de manera individual, grupal, continua y formativa con el uso de herramientas tecnológicas (García Areito2).

Todo el análisis realizado desde el modelo del DDM como respuesta al abandono de los estudiantes universitario que estudian a distancia, nos permite destacar la importancia que los tutores virtuales y la institución universitaria actúen de manera resiliente ante la posible ruptura del diálogo, ya que esto sería una causante fundamental para acelerar la deserción estudiantil. En tal sentido, se recomiendan las siguientes acciones:

(1) Trabajar por lograr un diálogo permanente entre las partes involucradas en el proceso educativo a distancia, que se destaque por su carácter pedagógico, didáctico, informacional y comunicacional, que promueva el desarrollo de una conversación colaborativa, cooperativa, interactiva, de intercambio y negociación, que finalmente, permita relacionar todos los componentes, métodos y técnicas, que existen en los procesos educativos a distancia, con el objetivo fundamental de oponerse mediante la conversación, el diálogo y el convencimiento a la deserción estudiantil.

(2) Valorar altamente la necesidad de estudiar a profundidad y de manera independiente el comportamiento del estudiante universitario que estudia a distancia, colocando la mira en la posible tendencia a la deserción. Esto implica, estudiar las actitudes, aptitudes y conocimientos de los estudiantes de nuevo ingreso, si están motivados, si la oferta por la cual decidieron entrar al programa de estudio estaba clara, si poseen suficiente información, si sus niveles de motivación son altos y si los resultados académicos son satisfactorios.

(3) Atender permanentemente el diálogo valorando si las infraestructuras necesarias están garantizadas, si el clima es propicio para que el diálogo sea fluido y resulte exitoso, si se están tratando los asuntos que garantizan la continuidad de los estudiantes en los diferentes programas, si los tutores virtuales están gestionando adecuadamente el proceso de enseñanza y aprendizaje, si los estudiantes están adecuadamente informados y sus necesidades están siendo atendidas y resueltas institucionalmente, incluyendo las de carácter tecnológico.

(4) Priorizar el restablecimiento de los diálogos rotos determinando las causas que propiciaron la ruptura de la relación, ya bien sea en el plano estudiantil, docente, emocional, social o institucional, buscando las soluciones para su restablecimiento.

Finalmente, nunca olvidar que el problema siempre será de carácter relacional, dialógico, conversacional, informacional y comunicacional, porque, promover el diálogo o no promoverlo acarrea consecuencias importantes en la selección de la información educativa relevante y su posterior conversión en conocimiento.

Bibliografía

1Acuña, Carlos, LA DESERCIÓN ESCOLAR EN LA EDUCACIÓN A DISTANCIA, Universidad Tecnológica en Línea, 2009.

2García Areito, Ignacio, El problema del abandono en estudios a distancia. Respuestas desde el Diálogo Didáctico Mediado. En Revista Iberoamericana de Educación a Distancia, Vol. 22, N° 1, 2019.



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Sergio Teijero Páez

*Doctor en Educación. Post Doctor en Ciencias Sociales. Profesor e Investigador Titular UCV / UNEXCA

 steijero@gmail.com      @steijero

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