La universidad venezolana y la cuestión petrolera, limitaciones, debilidades, alcances y desafíos

La educación universitaria en Venezuela es un conjunto heterogéneo y poco articulado de instituciones que se han ido creando por razones muy diversas (presión social, razones políticas o intereses comerciales o religiosos), las cuales se pueden clasificar de muchas maneras, pero principalmente en función de dos dimensiones bien definidas, esto es: su origen (oficiales y privadas) y su tipo (universidades, institutos y colegios universitarios).

Asimismo, desde la creación de la primera universidad del país la Pontifica Universidad de Caracas la cual luego es convertida por Simón Bolívar en la Universidad Central de Venezuela, por tanto, es de hacer notar que ésta universidad se crea para los blancos criollos para que éstos no tuviesen que salir de Venezuela para formarse. Es así como la universidad venezolana tiene su raíz elitesca y, con ella una gran carga de la influencia colonial e imperialista de la opresión ejercida por parte del pueblo dominante (España). De allí que, la educación fuera privilegio de pocos siendo éste el mismo en caso en diversas universidades de países iberoamericanos.

En lo sucesivo, según Trompiz (2013): s/n. en su artículo "La universidad venezolana y la cuestión petrolera" refiere lo siguiente:

Con el advenimiento de la explotación petrolera, el país comenzó a cambiar aluvionalmente en todos los órdenes de la vida, acicateado por la generosa renta petrolera, apropiada por el país desde los días aurorales de esta actividad productiva. Sin embargo, la gran fractura histórica que significó el paso de la Venezuela rentista agraria a la Venezuela rentista petrolera, se produjo a espaldas de la universidad criolla. No se necesitó el conocimiento de nuestras vetustas y atrasada Casas Superiores de Estudios para sembrar de taladros partes del territorio nacional. Todo el conocimiento científico-tecnológico y gerencial fue traído por el capital imperialista arrendatario. Sólo el trabajo simple asalariado y la cuota de empleados fueron ofertados por el mercado laboral venezolano…

Como puede apreciarse, para que la industria petrolera se desarrollara en Venezuela no fue preciso el apoyo de la universidad venezolana, porque los norteamericanos al instaurarse en Venezuela trajeron consigo todo su aparataje científico-tecnológico para manejar las riendas del negocio causando con ello una dependencia tecnología que aún pervive.

 

En consecuencia, tiene cabida preguntarse ¿Cómo ha afectado este monopolio de la ciencia y la tecnología a las investigaciones en las universidades venezolanas? Y por qué no ¿los valores y las costumbres en Venezuela?

En relación con ello el trabajo realizado por el Doctor José Padrón Guillén (2004) en su obra Los 7 pecados capitales de la investigación universitaria tercermundista arroja algunas luces sobre este tema por ejemplo cuando aleja que: "La universidad tercermundista, en general, no se interesa en productos de investigación, sino en procesos de investigación; es decir, investigar por investigar (el proceso y no el producto)". s/n. Debido a esto, se puede inferir el por qué algunos europeos se refieren de un modo peyorativo hacia las universidades suramericanas al indicar expresiones como esta: que nuestras universidades son mediocres porque aquí no se hace ciencia ni se crea o ingenia nada. Esto ilustra esa llamada universidad parasitaria de la cual hace referencia el profesor Humberto Trompiz.

Aparte, otro de los puntos expuestos en el referido trabajo es la desconexión de las demás funciones universitarias (autismo universitario); en otras palabras, la investigación, extensión y docencia cada una es percibida como sistemas estancos, es decir, cada quien se desarrolla y trabaja por su lado. Por consiguiente, el ideal de la universidad es dar respuesta a las necesidades y problemas que demanda a la sociedad.

Por ello, el ideal de las funciones universitarias es que al hacer extensión se debe centrar el contacto con el entorno y sus necesidades o problemáticas y desde allí se debería hacer y desarrollar la investigación ésta a la par de la acción docente. Sin embargo, esta triada no es ejercida ni percibida de dicha manera en muchas de las casas de estudio universitario en Venezuela, evidencia de ello es como muchos docentes universitarios muestran resistencia de salir del claustro universitario hacia las comunidades, como si ello fuese en vez de un aporte investigativo se percibe como una sanción o castigo hacia el docente.

Además, el Doctor José Padrón Guillén (2004) en su obra Los 7 pecados capitales de la investigación universitaria tercermundista, s/n., también señala:

 

El desprecio con que en general la Investigación y la Docencia conciben la función de Extensión parece ser el mismo desprecio que muchos académicos e intelectuales suelen sentir hacia las clases populares y hacia las grandes masas de excluidos, tal vez como mecanismo de negación de aquella marginalidad y pobreza de donde ellos mismos provienen, algo así como creer que acercarse al pueblo es perder sus nuevas condiciones de clase media en ascenso o retroceder en lo que ellos consideran ‘superación personal’ dentro de un esquema individualista.

Con relación a lo antes expuesto, podría argumentarse de cierta manera el ¿por qué del divorcio ancestral de la universidad con respecto al aparato productivo del país? (del cual hace referencia el profesor Trompiz en su artículo La universidad venezolana y la cuestión petrolera) porque si la universidad no se acerca a las comunidades ¿cómo conocerá sus padecimientos? Es decir, se tienen universidades a espaldas de los problemas sociales. Sumado a ello, otra de las razones es la dependencia científico-tecnología extranjera en la cual está y sigue estando sumergida Venezuela lo que contribuye a alimentar la creencia de que lo hecho en Venezuela no tiene calidad y que todo lo traído de afuera es mejor; en otras palabras, se ha estigmatizado la producción nacional.

En este sentido, considero que se debe de emprender el salto de casar a la universidad venezolana con el aparato productivo del país y uno de los pasos a seguir sería apoyar la idea de apertura en todas las universidades del país una cátedra obligada sobre petróleo; ya que, siendo la principal actividad económica de Venezuela los profesionales que se forman deben ser preparados para los nuevos desafíos que demanda la nación como por ejemplo, el desarrollo de la petroquímica ,es decir, aumentar la producción de más derivados del petróleo.

Por otro lado, según Marín en su libro La oscura historia tras el petróleo venezolano (2015): 18-19, señala:

En los albores del siglo XX, la riqueza petrolera sorprendió a Venezuela en medio de un escenario generalizado de pobreza y atraso tecnológico, económico y político, que favoreció la entrega de concesiones a particulares y empresas privadas extranjeras… Aunque el régimen de concesiones comprendía la vigilancia y fiscalización por parte del Estado como propietario del recurso, la debilidad institucional, técnica y jurídica, permitió que los concesionarios asumieran roles decisivos hasta en materia legislativa, erigiéndose en juez y parte, de manera que, a la postre las concesiones petroleras se tradujeron en concesiones de soberanía.

Lo anteriormente expuesto explica cómo surge la llamada renta petrolera venezolana lo cual también se tradujo en convertir a Venezuela en un país monoproductor, con dependencia extranjera (científico-tecnológica) por consiguiente esto se considera una debilidad y a la misma vez un factor limitante para el avance del desarrollo económico y, por ende, de todo el aparato productivo del país.

En otro aspecto, el petróleo también trajo consigo la transculturización la cual según la Real Academia Española (2014) la define como: "recepción por un pueblo o grupo social de formas de cultura procedentes de otro, que sustituyen de un modo más o menos completo a las propias."

Por ejemplo, es de hacer notar que de Estados Unidos (1920-1930) llega la influencia del gusto por el beisbol, el cine, el arte, construcciones arquitectónicas actuales, la música (rock, hip-hop, dance, tecno y el pop) y la ola de productos de preparación instantánea: Corn Flakes, All Bran, Quesos Kraft, Leche Klim, Leapton Tea, entre otros. Además, de productos tales como: la Coca-Cola, carnes enlatadas y congeladas, tocineta americana en lonjas, Sopas Campbells, entre otros. Todo ello, mediante la influencia de la colonia norteamericana vinculada con las actividades de la industria petrolera. Por lo tanto, esto marca notables cambios en las costumbres alimenticias, recreativas, musicales y culturales de los venezolanos con la llegada de la comunidad norteamericana al país.

En otro aspecto, también se debe resaltar los terrenos ganados en materia educativa (alcances) porque gracias a los ingresos de la renta petrolera en Venezuela se construyeron más universidades, centros educativos, vialidad, entre otros, lo cual se tradujo en una mayor oportunidad para la preparación académica de venezolanos sobre todo aquellos pertenecientes clases sociales menos privilegiadas.

E incluso, entre otro de los alcances de la explotación petrolera en Venezuela se le suma que ésta produce cambios entre los valores y las costumbres de los venezolanos y un modo de ilustrar esto es cuando muchos venezolanos esperan del gobierno imperante soluciones habitacionales, materiales de construcción, becas, créditos, productos alimenticios, medicinas, entre otros, los cuales muchas veces son asignados a las personas sin hacer ningún tipo de seguimiento y control a la real necesidad de los mismos y su correspondiente retribución de los mencionados beneficios al Estado.

Creando con esto en muchos venezolanos la robusta idea que el gobierno debe solucionar siempre sus problemas. Con ello se contribuye a deslindar el valor del trabajo como el principal medio para alcanzar el progreso y desarrollo humano de la mentalidad de sinnúmero venezolanos porque el gobierno todo debe proveer.

Por cuanto, los desafíos de la universidad venezolana y la cuestión petrolera será, casar el aparato productivo con la oferta académica universitaria, asumir la investigación de lleno en los campos de punta del conocimiento mundial y en aquéllos requeridos por la economía venezolana, articular esfuerzos por formar investigadores. No obstante, para ello se requiere preparar al personal técnico y profesional auxiliar de investigación uniendo los principios de extensión, docencia e investigación vistos como un conjunto inseparable.

Finalmente, tienen aquí un papel preponderante las Universidades Politécnicas Territoriales como por ejemplo, la Universidad Politécnica Territorial de Falcón Alonso Gamero la cual incluye entre sus principios la producción por tanto se debe de asumir el compromiso de formar profesionales preparados para dar respuesta, acompañamiento e impulso a la demanda económica y social del país en materia petrolera a la par del reto en el incremento y el desarrollo tecnológico de las llamadas energías alternativas o limpias (eólicas, solares, gas, entre otras) en pro del respeto y preservación de la naturaleza tal como lo estipula el Plan de la Patria 2013-2019 que nos legó el Comandante Hugo Rafael Chávez Frías. Al igual que se deberá organizar el sistema o modalidad de estudios a distancia apoyados en las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) para lograr la inclusión de estudiantes de zonas apartadas del estado o el país y de este modo saldar en parte esa deuda.

Referencias Consultadas

 

DÁVILA, Luis. Petróleo, cultura y sociedad en Venezuela. Universidad de Los Andes, Mérida-Venezuela, Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas. [Online]. (s/f.). Disponible en: http://www.saber.ula.ve/dspace/bitstream/123456789/15716/1/petroleo-cultura.pdf

Diccionario de la Real Academia Española (2006). [Online]. Disponible en: http://dle.rae.es/?id=aIqYBxO

FUENMAYOR TORO, Luis. La universidad venezolana y el desarrollo regional. Educere [online]. 2007, vol.11, n.38 [citado 2017-01-05], pp. 489-495. Disponible en: . ISSN 1316-4910

MARÍN, D. (2015). "La oscura historia tras el petróleo venezolano". Caracas: Arte.

PADRON, J. (2004). Los siete pecados capitales de la investigación universitaria tercermundista. [Online]. Publicado en Informe de Investigaciones Educativas, Vol. XVIII. Año 2004, pp. 69-80. Caracas. Disponible en: http://padron.entretemas.com/7PecCapInvUniv/7PecadosCapitalesInvUniv.htm

TROMPIZ, H. (2013). La universidad venezolana y la cuestión petrolera. [Online]. Disponible en: http://www.aporrea.org/educacion/a175434.html



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