En el tiempo transcurrido desde la primeras década del siglo, el imperio norteamericano y sus aliados, principalmente Colombia, no han dejado de conspirar e impulsar agresiones contra el país; han recurrido a la bajeza y desfachatez de financiar a grupos de mercenarios con la velada intensión de llevar a cabo actos de terrorismo y asesinatos a un país vecino y unidos por la historia, como ha quedado palpado, evidenciado y demostrado. Planes terroristas transcritos en un macabro contrato de servicios y puestos en práctica a través de una Operación Gedeón; un grupo importante esta tras las rejas están tras las rejas, han cantado de lo bonito, convirtiéndose en delatores, describiendo con pelos y señales las acciones que iban a llevar a cabo una vez que estuviesen sobre los objetivos. Los financistas (Trump y Duque), junto a los llamados líderes, soltando dólares por doquier, algunos con vinculaciones con el narcotráfico.
Ahora bien tenemos hoy fuertes disparos al estomago de nuestro pueblo, que está siendo marcado por la dolarización de la actividad comercial del país. Donde hasta el mismo dólar sufre los empates de la inflación y especulación. Esta ofensiva antipopular es la generadora de otra crisis, ya no solo alimentaria, sin que cubre todos los estamentos de la vida social y mientras esto pasa, el salario del trabajador, llámese privado o del Estado, es paupérrimo en moneda nacional y con mucho pesar devaluada; mientras que el empleador capitalista, amasa ganancias a granel, con la constante elevación de precios. Este cuadro que vivimos hoy, donde salarios, precios y ganancia están alineados contra el bienestar del pueblo venezolano que acude a su fuerza de trabajo y es víctima de la explotación y la especulación. Estamos como quien dice; entre la espada y la pared; sino lo agarra el chingo lo agarra el sin nariz. La economía esta dolarizada; mientras que el salario esta bolivarizado; de lo que se aprovechan los mercenarios de la economía para especular a los venezolanos. Se han afincado mas en estos 20 años, especialmente con el gobierno del presidente Maduro, ocasionado disparidades en la economía y un manejo irracional del dólar, sin explicación con basamento económico; provocando devaluaciones en el bolívar y con ello desmejorando diametralmente el nivel de vida del venezolano
El país dispone de 335 municipios, todo un ejército de concejales y sus capitanes los alcaldes del país están llamados a construir una gran milicia nacional contra la especulación; dejar de vivir parásitamente del presupuesto nacional y salir en cada ciudad y en cada pueblo, montar el Estado Comunal, demostrando su lealtad al comandante eterno Hugo Chávez y al presidente Maduro. Para el pueblo los discursos vacios, demagógicos e incluso plagados de mentiras; que no tienen escrúpulos algunos de ellos de expresarlas frente a las cámaras de TV. El sentir popular debe evaluar la acción de estos señores que fueron electos como concejales; esto atraparía a los diputados del Consejo Legislativo a los diputados de la Asamblea Nacional, Constituyentes: principales y suplentes. Si es que de verdad vamos a recobrar la ruta de refundar la Republica y ser fiel al legado del presidente Chávez.
No podemos dejar de pincelar las industrias estratégicas del país llamadas petroquímicas, hierro y acero, aluminio, petróleo, agroindustriales, industrias químicas, farmacéuticas. En algunos casos como en la agroindustria dan muestras de recuperación. Nos preguntamos qué pasa en la industria siderúrgica, del hierro y del acero, del aluminio, del oro; inscritas en la CVG, de donde han surgido millonarios de nuevo cuño y prósperos comerciantes. La gente que es suspicaz se pregunta: ¿Será que la bauxita se agotó? O el cerro Bolívar colapsó; o el arco minero se inundó. También quisiéramos saber que pasó con el cemento y el gas; este último se ha convertido en una odisea conseguir una bombona. La agresión imperialista, los mercenarios, la pandemia y la especulación son los jinetes de apocalipsis a vencer, para hacer realidad un victorioso transito al socialismo bolivariano que Chávez nos encomendó y que Maduro esta hoy bregando por consolidar.
