La Ingrita o la Ingrata

Como se ha desatado una ola de opiniones, en los medios de aquí, de allá y del más allá, sobre secuestrados y secuestradores, rescatados y rescatadores, interceptados e interceptores, han convertido este guiso en un suculento sancocho.

Reclamando mi derecho, voy a meter mi cuchara en esta olla que no es de peltre, ni de aluminio, mucho menos de renawere, es una olla envenenada que nos la quieren meter.

Madame Ingrid, tal cual adalid de las féminas, candidata a la silla presidencial del palacio de Nariño, no es zapatera, secretaria, cocinera, mesonera, conuquera y mucho menos hija del pueblo sufrido colombiano, es otra hija más de un honorable político, que también fue candidato a ese codiciado cargo, hija de una honorable caballera de fina estampa, estirpe, alcurnia y abolengo bogotano. Como todo el mundo opina, caramba yo opino también, pero sin el acostumbrado pescueceo, aplicado por los opinadores de oficio. ¿No es así camarada Ángel?. No podemos pescuaciá por aquí por este medio, de vaina nos leen, no pueden vernos, que bueno, así no nos ven pescueceando.

Esta honorable caballera, en su aguda anemia cerebral, a causa de sus múltiples enfermedades padecidas en la selva Colombiana (¿?), se olvidó que Colombia lleva más de 60 años en una guerra silenciada por los medios de desinformación, pero que de vez en cuando, retumba cuando los pobres se arrechan, si, y son mas de 60 años, porque ésta empezó con el asesinato del candidato mártir, Eliécer Gaitan, pero es que es más, todavía hay unos historiadores que son más osados que se atreven a decir, que esta guerra empezó el mismo día de haber sacrificado, al Abel Colombia, el Gran Mariscal

Antonio José de Sucre, cuando hicieron su debut los primeros paramilitares, en el suelo Grancolombiano, dicha caballera, osa en decir que en Colombia viven en una perfecta “democracia”, y que el cara de seminarista de los ojos negros, merece repetir su hazaña en la sufrida Colombia.

Secuestro es secuestro, sea de donde venga y por la causa que sea. El solo hecho de que a un@ lo obliguen a ir por un sendero distinto, que no deseamos, ya es suficiente para quebrantar el derecho humano. La invasión de dudas baña nuestro incógnito destino, sin saber si nos van a matar peor que a un pollo, ya con ese simple hecho, tiene un@ para dejar la estela, sentir un cañón en la nuca, empujándonos hacia un precipicio desconocido, alejado de sus seres queridos. ¿Qué peor infierno que ese?. Los paramilitares son expertos en eso. ¿No es así, cara de seminarista?. Lo de cara de seminarista lo dijo el amigo de Uribe, el difunto Pablo Escobar, no yo.

No hay como vivir en Venezuela. Estas reflexiones las hago, porque pareciera que la FARC, nada más son las únicas secuestradoras.

Siguiendo con el cuento del gallo pelón, la bella caperucita fue secuestrada por el lobo feroz, y llevada a lo más profundo de la selva, tiempos después, (6 años y pico) fue rescatada sana y salva por el príncipe Uribito, con su carnal Santo, alias el enmascarado de plata, en medio de una grisapa mediática, todas las chismosas televisoras se unieron en vulgar cadena para ver el reality show.

La caperuza, envuelta en una telaraña demencial, se aisló de la realidad, no fueron 6 sino 100 años, alejada del pueblo colombiano, habrá que hacerle una terapia en un viaje por la historia, a ver si en su dislocada memoria, deje de pronunciar balbuceos vacíos que irrespetan a los pueblos.

En mi recorrido por nuestro insólito universo, parándome en sus botas de goma reciencompradas, para tal presentación. Comprendí, que no es fácil estar ahí y una respuesta distinta no se podía esperar de ella. Madame Ingrid, quien fuera apartada bruscamente de su mundo de la fantasía, de una vida cómoda, propia de cualquier espécimen aristogático, perdón, aristocrático. Obligada a convivir durante tanto tiempo en el mismo infierno, donde los frijoles le fueron servidos, en platos de peltre y ollas sin tapas y encarbonadas, donde las frutas y las verduras brillaban por su ausencia, el propio tormento. Aquí, entre nosotros. ¿Ustedes no creen que los frijoles como que son milagrosos? Coman frijoles, son buenos para la hepatitis de la A hasta Z, buenos para las diarreas, los catarros, los refríos de la selva, los dolores de muelas, los vómitos y pare de contar, será por eso que a los pobres no nos da ni coquito.

De mujer viajada, con privilegios de realeza, con estudios en los mejores colegios, codeándose con la burguesía francesa, de repente verse envuelta en medio de marginales tierrúos, montaña adentro. ¿Qué monseur, le parle le frances, wi madame?,discúlpenme, es que hablo francés como Chávez habla inglés. Este privilegio lo goza madame Ingrid, que si lo habla muy fluidamente, yo de vaina machuco el castellano y a veces hasta se me olvida, con la cantidad de modismo que nos han invadido.

Bueno, como les venía diciendo, madame Ingrid, extrañaba el agua caliente. ¿Cómo carajo iba a bañarse, en una quebrada de aguas turbias y frías?. Su cepillo dental y su jabón era lo único que no podría dejar de llevar en su mochila. ¿Bueno, es que acaso tu ibas en viaje de placer o de turismo de aventura?, saca tu cuenta mijita, de la cantidad de desplazados que han abandonado su patria, siquiera tu volviste y conseguiste tu casa igualita…pero los que tuvieron que abandonar su terruño y no saben cuando volverán quizás mas nunca…, que no disfrutaron su cosechita de frijoles para mantener a su familia, porque paramilitares acabaron con sus sueños en un ratico, por el simple hecho de darle un vaso de agua a un supuesto guerrillero. ¿Quién le paga a ese campesino sus gallinitas y sus frijoles?. A ese secuestrado del mundo, que no lo ampara ningún gobierno, ni nadie paga 20 millones de dólares para rescatarlo de su miseria y después aparecer con una sonrisa de oreja a oreja, con un discurso sin sentido, cayendo en el vacío como cualquier oligarca más.

Por eso no puedo acompañar algunas opiniones, donde se felicita al presidente de Colombia, al gobierno colombiano, a su ejercito y bueno, cualquier ser humano se alegra de que otro también disfrute la libertad. Pero que esta señora y otros que la acompañan en su felicidad, a aquellos que condolidos por los avatares de madame Ingrid por extrañar la tina de agua caliente con sus sales y aceites aromáticos, que no se olviden del infierno de los pobres y miserables, que no conocen un chorrito de agua potable en el patio de sus casas. No puedo felicitar a un gobierno así, Mi presidente yo lo quiero mucho, pero así no.

Madame Ingrita, agarro su chachá, mejor dicho su avión y ahora está en Francia. Aquí siguen muchos esperando la libertad. Las cárceles colombianos llenas de supuestos terroristas, enfermos, madres que lloran porque nadie las escucha. Un Profesor, humilde recorriendo el planeta y nadie le para bolas.

¿Cuál será el gobierno, que abogará por los abandonados de la querida Colombia?¿Quien pagará 20 millones de dólares por alguien que no sea Ingrid? ¿Quién consolará las madres de aquellos que tuvieron la desgracia… o la gracia de pensar distinto a los gobiernos tradicionales?¿Será porque no pueden soltar las lágrimas en ningún medio o delante de un presidente nadie consuela a estas madres? Pareciera que a nadie le importa.

Se fue Ingrid y quedaron las dudas.

Todos queremos la paz, nadie sabe donde está, se parece a la canción del mar y el cielo, sáquenlo por ahí.

Dicen por ahí, que de ilusión también se vive.


norma.rojita@hotmail.com


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