El excepcionalismo no es exclusivo de Estados Unidos, pero la intensidad de esta convicción y sus ramificaciones globales sí lo son. Esto ha llevado a EE. UU. a malinterpretar gravemente —a veces deliberadamente— los factores causales de eventos clave de los últimos dos siglos, llegando a conclusiones erróneas y aprendiendo lecciones muy equivocadas.
En ningún lugar esto ha sido más evidente que en el pensamiento militar estadounidense y en la aplicación real de su poderío militar. Una y otra vez, el ejército estadounidense ha fracasado en igualar sus elevadas declaraciones sobre su superioridad, produciendo en cambio un mediocre historial de logros militares. Desde la Guerra de Corea, Estados Unidos no ha ganado una sola guerra contra un enemigo tecnológicamente inferior, pero mentalmente fuerte.
La dimensión tecnológica de la "estrategia" estadounidense ha eclipsado por completo cualquier preocupación por los requisitos sociales, culturales, operativos e incluso tácticos del conflicto militar (y político). Con una nueva Guerra Fría con Rusia emergiendo, Estados Unidos entra en un nuevo período de turbulencia geopolítica completamente desprevenido en cualquier sentido significativo —intelectual, económico, militar o cultural— para enfrentar una realidad que ha estado oculta durante los últimos 70+ años detrás de un engaño estratégicamente elaborado sobre Rusia, cuya historia EE. UU. ha visto a través de una caricatura solzhenitsynizada y mantenida viva por el poderoso lobby neoconservador, que aún hoy domina las mentes de los responsables políticos estadounidenses.
En Losing Military Supremacy: The Myopia of American Strategic Planning, Andrei Martyanov:
Explora la dramática diferencia entre el enfoque ruso y el estadounidense de la guerra en todo el espectro de actividades, desde el arte y la economía hasta las respectivas culturas nacionales.
Aborda las nuevas y elevadas capacidades de Rusia en las áreas de la guerra tradicional, así como los desarrollos recientes en ciberguerra y el espacio, y las últimas revelaciones de Putin.
Estudia en profundidad varias formas en las que EE. UU. puede simplemente tropezar en un conflicto con Rusia y lo que se debe hacer para evitarlo.
El trasfondo de Martyanov como exmilitar soviético permite una visión profunda de los problemas fundamentales de la guerra y el poder militar como una función del poder nacional, evaluado correctamente, no a través de la lente de los índices "económicos" de Wall Street, sino a través del número de ciclos tecnológicos cerrados y la cultura, gran parte de la cual ha sido formada en Rusia por la guerra continental y que está prácticamente ausente en EE. UU.
Andrei Martyanov, Losing Military Supremacy. The Myopia of American Strategic Planning, Clarity Press, 2018
Estados Unidos está experimentando una profunda y radical transformación, todas las características de la cual apuntan al hecho de su alejamiento a un ritmo acelerado de su estatus, en gran parte autoproclamado, como hegemón global. Estados Unidos ha perdido terreno en cada una de las categorías que definen el poder y el estatus de una nación en relación con sus rivales.
Este libro profundiza en las razones de un declive catastrófico de la nación estadounidense, abordando una variedad de factores que van desde los económicos (especialmente la energía), hasta los culturales, tecnológicos y militares. La economía desindustrializada de Estados Unidos se ve ahora profundamente afectada por lo que solo puede describirse como una masacre de sus pequeñas y medianas empresas y la implosión de la industria aeroespacial comercial de EE. UU. El único motor de crecimiento real de Estados Unidos, la industria del petróleo de esquisto, se enfrenta a realidades que pueden hacer que la Gran Depresión parezca insignificante en comparación.
Disintegration también busca respuestas al precipitado declive moral y profesional de las siempre mediocres cualidades de las élites estadounidenses, desde los pasillos del poder político hasta los del ámbito militar y empresarial, que ahora están fuera de control.
Aún más alarmante, la tendencia también apunta a la posibilidad de la desintegración física real de Estados Unidos como una entidad unificada, ya sea que las divisiones sean étnicas o ideológicas. La línea de falla más profunda es cultural: entre las autoproclamadas élites de las costas, respaldadas por los medios seculares y liberales y el "estado profundo", que promueven las ideologías más radicales en lo que respecta al género y la raza, y la mayoría de la clase trabajadora, a quienes las primeras polemizan como deplorables, fundamentalistas cristianos, supremacistas blancos y negacionistas del clima y la ciencia. La investigación de estos factores arroja luz sobre el futuro de Estados Unidos, que ofrece muy pocas promesas para el país que una vez se autoproclamó como una "ciudad brillante en la colina". El colapso estadounidense no solo está por venir, lo estamos experimentando actualmente.
¿Cómo podemos lidiar con una catástrofe que se desarrolla ante nuestros propios ojos? Disintegration presenta algunas posibilidades.
Andrei Martyanov, Disintegration. Indicators of the Coming American Collapse, Clarity Press, 2021
La guerra es una herramienta geopolítica de primer orden; solo las guerras a gran escala pueden medir la verdadera fuerza de las naciones. Durante décadas, las afirmaciones de hegemonía de Estados Unidos, y por extensión las de Occidente, se han basado en lo que ahora ha demostrado ser una mitología cuidadosamente construida de supremacía económica y militar. Este es el cuarto libro de Andrei Martyanov que aborda este problema, ahora en lo que respecta a la guerra en Ucrania. En America's Final War, expone en detalle las causas subyacentes y el alcance de su autoengaño.
Los ocho años de preparación de Washington para la guerra de Ucrania y sus fuerzas armadas contra Rusia fueron un error de proporciones históricas, debido a su percepción errónea del poder militar estadounidense basada en su victoria en la Guerra del Golfo de 1991 contra un actor militar menor. Washington creyó su propia propaganda sobre las sanciones paralizantes a Rusia, sobre la viabilidad de su ejército ucraniano por delegación y la debilidad económica y militar de Rusia, lo que significó la perdición para el imperio estadounidense y su "orden basado en reglas".
Martyanov expone la total incompetencia de Washington y el impactante amateurismo militar. Pero entonces, afirma, EE. UU. no hace estrategia; hace planes de negocios. A lo largo de 2022-2023, la Operación Militar Especial (SMO) de Rusia expuso a las fuerzas de EE. UU. y la OTAN como ejércitos heredados, anclados en la década de 1990, que todavía veían el mundo desde esa perspectiva. Se produjo la destrucción masiva del costoso armamento occidental, lo que anuló su cacareada superioridad. El armamento occidental, desde los antitanque Javelins hasta los vehículos blindados de transporte de personal Bradleys y los complejos de defensa aérea como el Patriot PAC3 o los NASAMS, tuvo un desempeño pésimo y demostró no estar listo para lo que se ha convertido en el mayor conflicto militar en Europa desde la Segunda Guerra Mundial. Para 2023, el régimen de Kiev ya no podía existir sin el apoyo de Occidente, tanto financiero como en material de guerra. Para 2024, Rusia no solo habrá agotado a Ucrania, sino que también habrá desmilitarizado a la OTAN en su conjunto, exponiendo la impotencia industrial y militar de EE. UU. y sus vasallos europeos.
La economía basada en las finanzas y la tecnología no es una economía real; la guerra y la doctrina expedicionaria no son una guerra real. El equilibrio de poder global se ha desplazado hacia Eurasia. Europa Occidental se ha convertido en una colección de economías débiles y en rápida desindustrialización que se volverán cada vez más irrelevantes en el contexto del explosivo desarrollo económico, tecnológico, científico y militar en Eurasia.
El mundo ha notado lo que se ha expuesto, y debido a eso, la vida tal como la conocíamos ya no existe. El dominio de Occidente del último medio milenio ha terminado.
Andrei Martyanov, America’s Final War, Clarity Press, 2024