La mañana de este miércoles 20 de enero del 2016, se inscribe en esas fechas tristes y dolorosas, pero que despiertan la arrechera que los revolucionarios llevamos por dentro cuando se nos asesina vil y cobardemente a un compañero de luchas.

Nuevamente se hace presente el desconcierto y la impotencia de ver morir a personas útiles a la nación, a su familia y a la revolución Bolivariana.

Las primeras informaciones que hay del asesinato del compañero periodista Ricardo Duran, es que fue emboscado por varias personas y que no le quitaron ninguna de sus pertenencias.

Es el mismo esquema de la muerte de Danilo Anderson, del ex gobernador de Apure, de Eliecer Otaiza y de Robert Serra. Seguramente quien los mando a matar es el mismo que dio la orden de matarlos a todos ellos, o por lo menos es parte de ese plan.

Este hecho que involucra a Ricardo Duran, es grave no solo por lo valioso del compañero, por su familia, por él mismo y por su aporte sincero al proceso que se lleva en Venezuela.

Es grave también, porque ocurre en un momento en que el gobierno del presidente Nicolás Maduro esta concertando un dialogo sincero con diversos sectores de la vida nacional para atacar los problemas más importantes e inmediatos del país, que no solo son de la revolución si no de todos los venezolanos.

Su muerte, en un análisis a priori, se enmarca en una manera de romper cualquier posibilidad de salida pacifica a los problemas políticos y económicos que hoy se ciernen sobre Venezuela. Esto por una parte.

Por otra parte, que no esta desligada a la anterior, es fácil entender que los planes de la derecha nacional e internacional que inciden en nuestro país, siguen adelante.

Como nos enseñaba Chávez en sus parábolas la vez que contaba sobre una ranita y un escorpión, “ES SU NATURALEZA”.

Considero que el presidente Maduro no puede pecar de ingenuo o confiado, creyendo que los planes asesinos de la derecha están desarticulados. No están vivitos y matando.

No se puede caer en la parsimonia de que crímenes como los de Serra, Otaiza y ahora el de Ricardo Duran, “CON EL TIEMPO SE SABRA TODA LA VERDAD”, que es suficiente con que estén presos los autores materiales de estos hechos. NO y mil veces NO.

Hay que llegar al verdadero fondo de quien da las órdenes, quien paga para llevarlas a cabo y quien las coordina. Hay vídeos donde se describen perfectamente estos planes. Por allí hay que seguir sin descanso hasta saber toda la verdad y desarticular esos esquemas asesinos que están desangrando la revolución y PONIENDO EN PELIGRO LA PAZ EN VENEZUELA.

Eso no puede esperar más. Hay que designar un equipo especialmente para que investigue a fondo esos hechos. Con toda la ayuda o asesoría internacional que sea posible y que presente resultados en un tiempo prudencial.

Allí también hay que incluir lo que paso con HUGO RAFAEL CHAVEZ FRIAS. No término de creer que lo del comandante Chávez sea algo tan sencillo como que lo mato un cáncer que nadie pudo aminorar su desarrollo o detenerlo.

Eran y son demasiados intereses en contra de la vida de nuestro comandante, como para conformarnos con algo tan simple.

La historia reciente nos habla de casos como el de Yasser Atafat, que finalmente se ha destapado aunque falta decir los nombres de los responsables de su muerte y juzgarlos.

Todo esto también tiene que ser una clarinada para el propio presidente Maduro. Ahí están presidente, acechando como lo que son, unos cobardes asesinos sin ningún tipo de escrúpulos y capaces de cualquier cosa y contra quien sea.

Ya no quiero volver a repetir esa consigna de que los que mueren por la vida no pueden llamarse muertos, prefiero cambiarla Por la otra que dice “YO NO ME QUEDO EN LA CASA, PUES AL COMBATE ME VOY”.

Y a Ricardo dedicarle aquella máxima de Edgar Allan Poe: “A LA MUERTE SE LE TOMA DE FRENTE CON VALOR Y DESPUES SE LE INVITA A UNA COPA”

Hasta siempre camarada. El compromiso con tu martirio es HACER IRREVERSIBLE LA REVOLUCION.

 

Hasta la Victoria siempre. Patria o muerte.