Los derechos humanos capitalistas vs. socialistas, escuálidos vs. humanistas

Al hablar de derechos humanos saltan organizaciones mundiales como  Human Rights Watch (HRW) que, según se autodefinen, es una de las organizaciones no gubernamentales (ONG) líderes en el mundo dedicadas a la investigación, defensa y promoción de los derechos humanos. Su sede se encuentra en Nueva YorkEE.UU., y cuenta con oficinas en Berlín, Bruselas, Chicago, Ginebra, Johannesburgo, Londres, Los Ángeles, Moscú, París, San Francisco, Tokio, Toronto y Washington. Cada año, Human Rights Watch otorga el Premio a los Defensores de Derechos Humanos a activistas del mundo entero que demuestran liderazgo y valentía para defender los derechos humanos. Los galardonados trabajan con Human Rights Watch en investigar y exponer abusos a los derechos humanos.

Así, igualmente aparece Human Rights Foundation. Según su website, HRF es una organización apolítica  dedicada a defender los derechos humanos en el hemisferio americano.  Nuestro trabajo se inspira en un profundo compromiso con las libertades humanas, cuya meta fundamental consiste en  despertar conciencias acerca de la naturaleza y de la vulnerabilidad de la libertad en las Américas.

Y leemos noticias donde, por ejemplo, hablan de la persecución a Carlos Correa como prestigioso defensor de derechos humanos y director de la ONG venezolana Espacio Público. Un personaje que ni siquiera conocemos, entonces el Movimiento por el Periodismo Necesario los denunció a la fiscalía por recibir fondos de USA, sosteniendo que al recibir financiamiento extranjero estas organizaciones podrían provocar una injerencia internacional –yo diría que mayor- en los asuntos internos de Venezuela y pidió a los fiscales que investigaran si las todas las ONGs habían cometido un delito contra la soberanía nacional.

A raíz de los huelguistas de hambre, los politiqueros y algunos de buena fe manipulados, un grupo de ONG venezolanas, la mayoría integrantes del Foro por los Derechos Humanos y la Democracia, entregaron este lunes una misiva en la Embajada de Brasil en Caracas, dirigida a la Presidenta de Brasil, Dilma Rousseff.  Y entre los puntos está éste:1) La urgente necesidad de que el Gobierno de Venezuela acepte la visita de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, la cual ha sido denegada por 5 años consecutivos, para constatar la situación de los Derechos Humanos en nuestro país.

Aparece PROVEA que si ustedes leen su informe anual observarán que no hay un solo ítem donde expresen algo bueno de nuestro gobierno revolucionario.

Normalmente nos da mucha risa escuchar a estos defensores de los derechos humanos hablando de casos individuales. Y son personajes que nada conocen, o se hacen los tontos, con relación a la realidad de la mayoría de los países del llamado tercermundo. Los mencionados personajes, generalmente vinculados a estratos económicamente elevados, se dedican a cuidar los derechos humanos de individualidades. En Venezuela y en otros países de Latinoamérica están pendientes de los derechos humanos de los periodistas, pero de aquellos que sin referirse a sus nobles funciones de información se meten en asuntos turbios y terminan encarcelados. O de cualquier banquero corrupto, O de cualquier dueño de medios que ha envilecido las mentes de los venezolanos con sus películas y propagandas dirigidas al extra consumismo y a la violencia, al consumo de drogas, etc. a enaltecer falsos valores.

Jamás, pero jamás, los hemos visto destacando las condiciones infrahumanas en que están sumidos pueblos enteros en el mundo. O marginalidades que se formaron en Venezuela desde hace más de 60 años y nunca mencionaron nada. Era normal.

Menos mal que nuestro presidente Chávez viene atendiendo progresiva y paulatinamente a esas comunidades desasistidas por la IV república, visibilizándolos por atenderlos con la educación y la atención médica gratuitas, entre tantos avances, e integrándolos al desarrollo con participación y protagonismo. La crisis mundial del capitalismo la ven aislada, si es que medio la ven, y su latigazo en los últimos años en Venezuela es por Chávez.

En Europa la situación del capitalismo en debacle ha venido golpeando derechos humanos y vemos que en Inglaterra muchos ayuntamientos y autoridades provinciales han decidido cerrar las bibliotecas de sus territorios para poder cumplir con el objetivo de recorte del gasto público auspiciado por el Ejecutivo de coalición conservador-liberal demócrata. Los ediles argumentan que, si no se cierran los centros de lectura para hacer cuadrar las cuentas, habría que prescindir de otros servicios más fundamentales, como residencias de ancianos o centros de salud mental.

Vale recordar que en el Capitalismo son verdades que la regulación del mercado mediante la libre oferta y demanda favorece siempre a los dueños de las mercancías. Que el trabajo no es un derecho, es otra mercancía y ganar dinero y al competidor se logra a expensas de la miseria de los trabajadores. La única libertad que el capitalista hace respetar es la libertad de extraer plusvalía a los trabajadores, de explotar su fuerza de trabajo. Y el ejercicio de los derechos humanos es directamente proporcional a la magnitud del capital disponible de cada persona. El burgués no es solidario sino consigo mismo, los demás le importan en cuanto le produzcan ganancias.

A los representantes de de organizaciones que tienen que ver con los derechos humanos sólo les interesa, con realcita a Venezuela, es sacar a Chávez. Deberían analizar cómo el presidente de todos los venezolanos aboga por la justicia social, por el equilibrio. Respeta y quiere superación en los humildes y para todos.

simnelacir@gmail.com



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Simón E. Lacise R


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