Del país profundo: Con la Parranda de San Pedro a orillas del Mar Caspio

Entre los años 2008 al 20017, pueden contabilizarse 470 elementos de las culturas vivas pertenecientes a 117 países en las listas de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), que promueven la importancia del patrimonio cultural inmaterial. Venezuela, durante seis años consecutivos, entre 2012 y 2017 ha tenido plena aceptación, tanto en la lista que requiere medidas de salvaguarda urgente, como en la del patrimonio cultural inmaterial de la humanidad. De todas las manifestaciones seleccionadas, alcanzó el mayor grado de divulgación en nuestro país, la primera que llegó a incluirse en el año 2012, donde lo humano se funde con lo divino y lo divino se hace humano, los Diablos Danzantes de Corpus Christi de Venezuela, conocida expresión de religiosidad popular y ritualidad que se practica cada jueves después del Jueves Santo en distintas localidades del territorio nacional.

En el 2013 pasamos de nuevo por la prueba del Comité Intergubernamental para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial y la Parranda de San Pedro de Guarenas y de Guatire, por su contenido musical, dancístico y literario queda incluida entre los 30 elementos del mundo que ese año se agregaron a las mencionadas listas. Compartimos la experiencia con tres pueblos hermanos de América Latina, Brasil con el “Cirio de Nazaré”, Procesión de la imagen de Nuestra Señora de Nazareth en la ciudad de Belem, Estado de Pará; Perú con los Conocimientos, técnicas y rituales vinculados a la renovación anual del puente Q’eswachaka y Guatemala, en la lista de salvaguardia urgente con Ceremonia de la Nan Pa’ch. Fue largo el recorrido que hicimos para estar en aquel momento en la República de Azerbaiyan, entre Asia Occidental y Europa Oriental, donde se escogió a Bakú como sitio de encuentro de los países más diversos y donde se habla el idioma azerí, una lengua que comparte similitud con el turco, una lengua distinta que se remonta en sus orígenes a la antigua Persia. Allí nos instalamos todos por solo cuatro días durante los cuales tratamos de absorber al máximo la variedad de otras culturas diferentes a las nuestras.

Una tras otra se repitieron las reuniones en Guarenas y en Guatire para conformar la delegación donde estarían representadas todas las parrandas, pero que además, como experiencia única, también pudieran transfundirse en un solo cuerpo colectivo que reapareciera con toda su indumentaria y su arte en una oportunidad tan especial y así se hizo. De la Parranda de San Pedro de Guarenas viajaron Pablo Antonio Nuñez Gil y Fernando Graniel Nuñez Díaz; de Guatire, 23 de Enero, Ramón de los Santos Bethermy Navarro y César Virgilio Blanco, La Fundación, Romel José Espinoza y Francisco Requena Fagúndez, Barrio Arriba, Alí Rubén Navarro y Julio Alejandro Lira y del Centro de Educación Artística Andrés Eloy Blanco Hugo Ramón Hernández y Miguel Alciro Berroterán. Una experiencia nueva en la que nos acompañaron además como expertos los antropólogos María Ismenia Toledo y Víctor Rago, Conchita Rodríguez y el fotógrafo Rafael Salvatore.

En la ribereña ciudad de Bakú todos los días sentíamos la presencia del mar Caspio y entre cuadrantes de agua y tierra veíamos levantarse las torres petroleras. Petróleo y gas son las principales fuentes de la economía de ese país, donde también destacan sus riquezas patrimoniales, tal es el caso de un conjunto de más de seis mil petroglifos, ejemplo excepcional de arte rupestre ejecutado a lo largo de 40.000 años, el Paisaje Cultural de arte rupestre de Gobustán, que junto a la Ciudad fortificada de Bakú con el Palacio de los Shirvanshah y la Torre de la Doncella son envidiables muestras del patrimonio mundial y natural. Tanto como esto, el patrimonio cultural inmaterial también tiene allí sus méritos universales desde la fecha en que fue proclamado el mugham azerbaiyano, un género musical donde destaca la calidad de la improvisación de los cantantes. Así como el mugham, también el arte de los ashiqs, que agrupa poesía, narraciones, cantos, música instrumental y danza, forma parte de las famosas listas, además del arte de fabricación y práctica musical del tar, un instrumento de cuerdas de mástil largo. Citamos solo estos tres elementos vinculados a la música porque entre sesión y sesión de trabajo en Bakú nos deleitábamos con la presencia de grupos que cantaban, bailaban y ejecutaban distintos instrumentos musicales como la kamancha, un violín de cuatro cuerdas y el daf, una especie de pandero, entre otros, pero ninguno tan vistoso como ese laúd de mástil largo y cuerdas pulsadas que es el tar, adornado con incrustaciones de nácar y fabricado con madera de morera para la caja, avellano para el mástil y peral para las clavijas.

Llega el ansiado jueves 5 de diciembre para escuchar el veredicto sobre nuestra Parranda de San Pedro de Guarenas y Guatire y todo es emoción. El espacio del encuentro en pleno corazón de Bakú está repleto y día a día en los debates ha crecido en número de dictámenes favorables, desde las manifestaciones propias de Azerbaiyán, como el juego ecuestre tradicional a lomos de caballos karabajos, conocido como Chovcan en ese país, hasta la cultura y tradición del café a la turca, presentado por Turquía o la famosa dieta mediterránea, como un expediente multinacional propuesto por Chipre, Croacia, España, Grecia, Italia, Marruecos y Portugal. Pasa el tiempo para calificar positivamente 30 expedientes. Ya se han tiznado el rostro los parranderos vestidos con levita y sombrero pumpá, los coticeros Ramón de los Santos Bethermy y Romel José Espinoza tienen anudados a sus pies los cueros de ganado para el baile y Alí Rubén Navarro con su sombrero de mujer, su traje floreado y sus labios pintados de un rojo intenso se vuelve la esclavizada María Ignacia con su muñeca de trapo entre los brazos. Suenan las cuerdas del cuatro, repican las maracas, se oye el coro, se elevan las plegarias y las canciones a San Pedro. Una nutrida representación de más de cien países reunidos en el salón de sesiones aplaude. Ya el Presidente de esta reunión ha golpeado suavemente sobre la mesa con el martillo de madera y da la orden de inscribir la candidatura. Todos los criterios se cumplen y el canto se escucha cada vez más fuerte como si se estuviera en las calles de Guarenas o Guatire un 29 de junio. “Baila, baila coticero como tú lo sabes hacer. Baila, baila tu San Pedro, cumple tú con tu deber”. Es la tradición oral de los grupos de esclavizados africanos asentados en esta parte de América lo que ahora se reconoce universalmente por la forma de su transmisión, por la manera de convocar a la solidaridad y al compromiso para que la riqueza de sus expresiones culturales perviva a lo largo del tiempo. Las felicitaciones de los países amigos no se hacen esperar.

Con la satisfacción de haberle cumplido a la patria por este nuevo logro sobre nuestras huellas ancestrales, se hacen todos los preparativos para el regreso a Venezuela, no sin antes visitar un gigantesco mercado en las afueras de la Bakú, el Sadorak, donde brotan incesantemente los más diversos rasgos azerbaiyanos, además del obligatorio recorrido a la Ciudad Vieja. Hay que apreciar en esa tierra lejana la belleza de las murallas y las torres y sus calles estrechas por donde nos conduce nuestra guía nativa Kamilla Iscandarova, quien en perfecto idioma español nos va narrando hermosas historias que tienen un comienzo en el siglo XI y que han dejado su aroma en el lugar. Kamilla nos muestra las antiguas fondas y los baños persas y las mezquitas y aquella Torre de la Doncella que estuvo durante mucho tiempo a la orilla del mar Caspio. Se pierde de vista la hermosa arquitectura antigua de esa ciudad amurallada, sus criptas de enterramiento, sus palacios, sus casas de baños, sus jardines, y así, pasando de una puerta a otra puerta, de un monumento a otro vamos más lejos y llegamos al Callejón de los Mártires, donde queda el famoso cementerio dedicado a los caídos en distintas guerras y donde hay una fosa común. El tiempo se hace muy corto para aprender más y aquel día del recorrido con Kamilla no llegamos a dormir. A media noche debíamos estar en el aeropuerto de Bakú para seguir hasta Alemania y tomar a tiempo en el vuelo siguiente desde Frankfurt a Venezuela. Se cumplió con un feliz retorno y en fechas siguientes, una suma de actos celebratorios permitieron subrayar después de dos siglos la trascendencia cultural de la Parranda de San Pedro de Guarenas y Guatire que ahora sigue más viva que nunca.

Con la Parranda de San Pedro de Guarenas y Guatire en Bakú. 2013
Credito: Rafael Salvatore




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Benito Irady

Escritor y estudioso de las tradiciones populares. Actualmente representa a Venezuela ante la Convención de la UNESCO para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial y preside la Fundación Centro de la Diversidad Cultural con sede en Caracas.

 irady.j@gmail.com

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