Es indudable que el país está sufriendo problemas de desabastecimiento y acaparamiento de productos, así como de especulación en los precios de muchos productos. ¿Quién puede negar eso?. Los sectores políticos de oposición en alianza con determinados sectores productivos, han entendido que afectando el consumo y el bolsillo de los venezolanos desestabilizan el gobierno, es lógico para sus fines, tampoco están descubriendo el agua clara.
Ahora bien, en los últimos días se ha emprendido un ataque desatinado contra instituciones como INDEPABIS y la SUNDECOP, responsabilizándolas directamente de este problema. La pregunta es, ¿son ellas las únicas responsables de esta problemática, sobretodo de un tema tan complejo como el del desabastecimiento, acaparamiento y la especulación?.
Es cierto, estas instituciones tienen responsabilidad en el tema del alcance y frecuencia de las fiscalizaciones e inspecciones, y en los tiempos de respuesta para el análisis de las estructuras de costos (trabajo éste que no se puede hacer en una semana), pero por ejemplo ¿dónde ha quedado el incentivo a la producción nacional de los productos de mayor consumo?, ¿no tienen las instituciones y ministerios responsables de esta variable su cuota de responsabilidad?. Por otro lado, ¿quiénes surten a los buhoneros de productos escaseados para que los vendan al doble del precio, incluso productos vendidos por comercios del Estado?. ¿De dónde salen o quién controla estas roscas de corrupción?.
Y si se aborda el tema de la participación del Poder Popular en las labores de contraloría social, ¿han aperturado las instituciones públicas los mecanismos para la organización y trabajo en conjunto con las comunidades?. En muchos casos sí se han aperturado, pero ¿han dado los resultados previstos o han sido insuficientes?, ¿dónde queda la organización de las Comunas (olvidadas por muchos funcionarios), cuyo papel protagónico lo debe asumir el Poder Popular?.
Como se puede apreciar, son muchos los factores que inciden en la situación de desabastecimiento, acaparamiento y especulación que se vive hoy en día, sin olvidar el afán desmedido de ganancias que tienen la mayoría de los comerciantes. Lógicamente, ellos argumentarán su accionar a problemas con el otorgamiento de divisas y la devaluación, mecanismos éstos, que sin duda también han incidido y los cuales hay que revisar.
Es tiempo de hacer una revisión a toda esta problemática que día a día está afectando el bolsillo de los venezolanos, pero se requiere un análisis completo, una revisión a todas las aristas o variables de la situación, sin arremeter o enfocar las culpas contra instituciones o ministerios en particular. Es tiempo de rectificar, pero para rectificar es necesario revisar, dejando a un lado los intereses, egos personales o comodidades que otorgan ciertos cargos.
En estos tiempos y frente a esta situación, el trabajo en conjunto sin anteponer las jerarquías es la premisa. No se trata del éxito de la gestión de instancias, se trata del avance del proceso, del socialismo bolivariano. Por esto luchó el Comandante que vivirá por siempre, Hugo Chávez.
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