Decálogo del Patrullero Electoral

La Patrulla Electoral es la unidad básica de la estructura operativa del Comando Maisanta para el despliegue de las operaciones de contacto directo en la Batalla de Santa Inés.
Los patrulleros y las patrulleras constituyen soldados que, desplegados en la zona de Batalla Electoral, cumplen el objetivo de contactar, ganar y movilizar a los electores y electoras a objeto de alcanzar la victoria en el Referéndum Nacional del 15 de agosto próximo.
Siendo el patrullero y la patrullera el factor clave de las operaciones de contacto directo con el universo de electores, deben existir principios básicos a considerar en el momento del despliegue de sus movimientos sobre la zona de Batalla Electora:

Ø Convéncete a ti mismo para que puedas convencer a los demás. Esta es la primera condición del patrullero y la patrullera. Deben estar absolutamente convencidos de que en esta Batalla nos asiste la verdad y la razón, de lo contrario no podrán trasmitir certeza y confianza. Pero esto no es suficiente, la convicción interior debe estar fundada en el conocimiento real de lo que ha hecho la Revolución Bolivariana en los últimos cinco años. De modo que el patrullero y la patrullera deben ser agentes de la concientización popular.
Ø El patrullero y la patrullera deben manejar a ciencia cierta el decálogo del NO de la Revolución Bolivariana, que no es más que el resumen de los diez logros claves, los principales eslabones de la cadena de cambios, que permiten enlazar todo el proceso revolucionario. Conocer y manejar los logros para poder explicarlos, refutar al adversario y convencer al indeciso. De este modo el patrullero y la patrullera se convierten en agentes promotores del cambio.
Ø El patrullero y la patrullera deben estar entrenados en el arte de la discusión y el diálogo persuasivo. En virtud de que en su trabajo se toparán con personas que en algunos casos refutarán sus planteamientos, por lo que, deberán estar en condiciones de responder preguntas por muy difíciles que éstas sean y producir respuestas convincentes.
Ø El patrullero y la patrullera deben dotarse de un espíritu autocrítico, para ser capaces de admitir aquellos errores que de buena fe pueda señalar cualquier persona de las que contacten en su trabajo diario. Entender que la Revolución, como toda obra humana, no es perfecta. Asumir con sabiduría y humildad las observaciones y reclamos de las personas que puedan estar descontentos con la Revolución y tener a mano la explicación necesaria. A veces una actitud convence más que cien palabras huecas.
Ø El patrullero y la patrullera deben desplegar su trabajo sobre el área de la Zona de Batalla Electoral que le ha sido asignada, con absoluta disciplina y persistencia. La disciplina tiene que ver con la planificación previa y la ordenada ejecución de las tareas. Además, con la revisión diaria de los avances obtenidos y los reveses sufridos. Al tener bajo su responsabilidad la tarea de convencer a diez compatriotas, el patrullero y la patrullera deberán fijarse metas específicas, previo conocimiento de las personas a trabajar. No deben dispersarse sus esfuerzos, sino concentrarse a tiempo completo en los objetivos asignados.
Ø El patrullero y la patrullera deben estra conectados orgánicamente a la Unidad de Batalla Electoral. La Revolución no significa anarquía ni desorden, por tal motivo no puede haber Patrulla, patrullera ni patrullero flotante o moviéndose con el viento. Cada patrullero o patrullera debe estar enganchado a su Patrulla y ésta a su Unidad de Batalla Electoral (UBE). La vinculación orgánica implica: reporte diario de las actividades, búsqueda de la información, trabajo de adiestramiento, cumplimiento de las directrices.
Ø El principio de la calidad revolucionaria y la eficacia política debe ser consustancial a cada patrullero o patrullera. Vistos de forma individual, el patrullero y la patrullera deben mostrar calidad en su trabajo. Esto significa poder de convencimiento y persuasión que proviene de la convicción interior. Y debe existir eficacia en el logro de los objetivos. Esto implica que el patrullero y la patrullera deben ser capaces de ganar a las diez personas que le hayan sido asignadas. No puede un patrullero o patrullera decir “no pude cumplir la tarea”. Su lema debe ser “alcancé el objetivo”.
Ø El patrullero y la patrullera deben estar en condiciones de responder todas las interrogantes de las personas a quines van a visitar en cuanto al proceso de votación en el Referéndum Nacional. Indicarle desde la dirección del Centro de en el cual le toca votar, hasta los detalles del acto de votación. Esto supone la preparación del patrullero y la patrullera en el conocimiento de todos los detalles del proceso refrendario. Siendo así, el patrullero y la patrullera se convierten en agentes de información electoral.
Ø La calidad y la eficacia del trabajo del patrullero y la patrullera se materializa cuando los diez electores concurran a la mesa respectiva del Centro de Votación en el cual les corresponde ejercer su derecho. En tal sentido, el patrullero y la patrullera son también agentes de movilización de los electores asignados. De nada serviría el trabajo previo si el día 15 de agosto, el patrullero y la patrullera no garantizan el voto de sus electores. De allí que en coordinación con su Patrulla respectiva y ésta con su UBE, deben garantizar todas las condiciones de logística, transporte y tiempo para asegurar el desplazamiento de sus diez electores al Centro de Votación. Pero no sólo el desplazamiento y el ejercicio del derecho al voto, sino la garantía de que sus diez electores votaron NO. Así debe concluir el trabajo del patrullero y la patrullera.






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Rodolfo Sanz (Tomado del semanario Temas)

Secretario General de Gobierno del Estado Bolivariano de Miranda. Miembro de la dirección nacional del PSUV.

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