… Ese oprobioso 11 de abril de 2002, imborrable en la memoria de l@s venezolan@s, mas recordado por haber atentado contra el sueño y la esperanza de la rotunda mayoría de un pueblo, cuando se quebrantó la decisión popular de asumir la Revolución Bolivariana, como vía hacia un país y mundo diferentes, que, por el GOLPE DE ESTADO que dio la oposición fascista, apoyada y dirigida por el imperio norte-Americano, del cual el pueblo supo ajustarle las cuentas, cuarenta y siete horas mas tarde, y que las Leyes burguesas, finalmente, terminaron por sentenciarlo, como un “Vacío de Poder”, no puede quedar impune y mucho menos podemos olvidar.
Ese jueves enmarcado en la inocencia de la naciente y pujante Revolución Bolivariana, salimos tod@s a respaldar a nuestro Comandante Presidente en las adyacencias de Miraflores, ante la manifiesta pretensión de los efímeros instigadores y criminales pseudos-lideres de la extrema derecha, dispuesta a masacrar por una vía o por otra a un pueblo, cuando tomó como alternativa, conducir a los “borregos globovidentes marchantes”, ya suficientemente mediatizados, a la “madre de las batallas”. Pero, porsia, si algo fallaba, allí estaría la celada. ¡¡Sangre!!, tenía que haber sangre. Pero con muertos. No olvidemos que el terrorismo mediático, no solo estaba y está dirigido hacia adentro del país. Está dirigido al mundo, para poder desprestigiarnos, presentando la imagen distorsionada, del “régimen y del tirano”???.
Acudimos al encuentro con la historia, escasamente pasada la una de la tarde de ese día, mi vecino Guillermo, mi esposa y yo. Íbamos dispuestos a dejarle saber con nuestra sola presencia, a la reacia oposición, que no ha entendido, no entiende, y aun, no acepta haber perdido los privilegios, que Venezuela cambió para siempre, y ell@s NO VOLVERAN, Ahora nos toca a las mayorías. Nos armamos de coraje y como arsenal secreto, mi esposa llevaba el misil al que el imperio y la derecha, más miedo le tienen. En su vientre, de un mes y medio se gestaba una REVOLUCIONARIA, que daría continuidad y garantía de permanencia en el tiempo, a lo que ya es indetenible para Venezuela y el mundo: La Revolución Bolivariana y Socialista. Este año al igual que el 11 de Abril de 2002, en octubre cumple siete años nuestro retoño revolucionario.
Coincidimos en Puente LLaguno entre otros: Jacobo Mora, Ricardo Aguiar, Francisco Armada, Freddy Rojas, Freddy Leal, Alberto Espidel y mi persona (todos médicos), disculpen a los otros colegas que no nombro por olvido, y que allí estuvieron. Eso mismo, coincidimos. Fue totalmente circunstancial, el detonante del encuentro, un revolucionario que caía herido de bala cerca de donde me encontraba. Herido en el tercio superior del muslo derecho, hacia su cara interna, con orificio de salida en región posterior. Eso atrapó mi atención, le dispensé los primeros auxilios, y fueron graneando, uno a uno, los ya nombrados y los olvidados colegas. Sorprendidos también granearon los heridos por impactos de bala de diferentes direcciones, obligándonos a improvisar un “hospitalito” en el estacionamiento del ministerio de Finanzas, ubicado en la esquina nor-oriental de Puente Llaguno, donde atendimos a cerca de veinte heridos de proyectil, todos chavistas. Se apersonó en algún momento el entonces ministro de Finanzas, quien respondió a nuestra exigencia de sacar todo lo que había en el servicio médico, con lo que pudimos, entre estabilizar y dar los primeros auxilios a los heridos, a quienes llegamos a montar cinco de los más graves en una ambulancia que pudo con gran dificultad, salir del sitio.
Pudimos desde el estacionamiento, divisar apostada estratégicamente la imagen de las siluetas asesinas de acción y/u omisión, ubicadas hacia el norte, en la azotea del edificio desde los bloques rojos de ventilación, que no sabemos que mas hicieron, además de filmar y ocultar el video que esclarecía la mentira del bochornoso premio “Príncipe de Asturias”, y que la marcha oposicionista nunca llegó al puente. Infundía terror entre quienes nos encontrábamos en el hospitalito, en particular a las mujeres, quienes vieron pasar varios disparos a través del techo zinc del estacionamiento del ministerio.
Desde esa equina vimos como sin duda alguna, el contingente de la Policía Metropolitana, apoyados por la ballena y el rinoceronte, fueron repelidos por los camaradas defensores de la Revolución, para finalmente ser estos últimos, demonizados por la prensa nacional e internacional, y banalizar la carnicería que perpetraron contra un pueblo desarmado e indefenso, los hombres mandados por Peña, Forero, Simonovis, y Vivas,.
Creo que ninguno de los colegas que allí acudimos, el pueblo chavista, la oposición verdaderamente democrática, mi vecino, mi esposa o yo, y por que no, el Presidente Chávez (sino no hubieran dado el golpe de estado), imaginamos el infierno al que había convocado la oposición apatrida y mucho menos, que formaríamos parte de la emboscada que nos habían tendido y de la cual seríamos protagonistas históricos; siendo sorprendidos por un esquemas de guerra imperialista escalofriantemente calculado. La histórica activación espontánea de la unión cívico-militar, permitió retomar el rumbo que decidimos el año 1998, al asumir los cambios que lideriza el Comandante Presidente Hugo Chávez. De no haber sido así, hoy día, permanecerían teñidas las aguas de los ríos y mares de Venezuela, con la sangre de l@s Revolucionari@s, ante la escalada de extermino que hubiera librado la restauración capitalista, para borra no solo de la tierra, sino de la memoria, cualquier vestigio del sueño y la esperanza de libertad y Patria Grande, que pudo por fin acariciar el pueblo, durante esos primeros cuatro años de Revolución Bolivariana. Honor a los caidos.
… NO VOLVERÁN.
Médico gastroenterólogo venezolano / vocero de la CONAMEV
felipeguzman17@yahoo.es
