1. Nunca los pobres –eso que llaman demagógicamente "pueblo"- han hecho alguna revolución; han sido los políticos de las clases medias y altas quienes por intereses personales y de clase que han movilizado y se han apropiado de las revoluciones. Son esas minorías (los líderes) los que han encabezado los movimientos a nivel nacional y en los poblados medios y pequeños. Por ello me parece muy demagógico hablar –como si fuera una abstracción- de "pueblo" cuando éste solo sería población indígena, campesina, obrera, pobre, clase burguesa, de ricos o millonarios. Lo real, lo objetivo, es que todos los gobiernos han sido monopolizados por los más poderosos, por los ricos. Nunca ha habido "gobierno del pueblo" sino de los ricos.
2. Tampoco en Rusia, China, Cuba, Nicaragua –cuyos dirigentes pensaban y se decían marxistas- pudieron hacer revoluciones socialistas como querían, porque la mayoría de los países (unos 150 entonces, dominados por EEUU, Inglaterra, Francia, etcétera), impidieron cualquier desarrollo que no fuera capitalista. Lenin, Trotski, Rosa, Mao, Castro, buscaron construir en serio el socialismo; incluso hicieron expropiaciones, entrega de tierras y fábricas, pero a los dos o tres años, vieron que ante el poderoso capitalismo nada se podría hacer; o abandonaban su proyecto o la guerra total. En México el marxismo no existía y el anarquismo floresmagonista fue brutalmente perseguido y asesinado por los gobiernos de Madero, Carranza, obregón, Calles y los demás.
3. En México por consigna de Moscú, de la III Internacional, fue fundado el Partido Comunista en 1919, pero nunca fue comunista sino un partidito socialdemócrata, electorero, reformista, protegido y subsidiado por Stalin y Kruschev desde Moscú y los distintos gobiernos de México. Renuncié a él después de cuatro años de militancia, para ingresar al Espartaquismo en 1966 con Revueltas, Rojo y Rousset. La realidad política era dominada por el PRI-gobierno desde su fundación en1929 con el 90 por ciento de votos; el PAN, PPS y PARM eran subsidiados y mantenidos; aparecían como oposición con 10, 5 y 3 por ciento de votos respectivamente. Un 10 por ciento de la población votaba, pero había una comisión muy efectiva del gobierno que arreglaba los votos para luego hacer una gran propaganda de que había votado el 60, tal como hoy sucede.
4. Por ello los aún marxistas nunca hemos votado ni podríamos pertenecer a partido electorero alguno. Somos anticapitalistas y no buscamos ni una reforma en beneficio del sistema. Combatimos cualquier limosna que da el gobierno y los empresarios para engañar y confundir a los trabajadores. No conozco como se hacen las elecciones nacionales en EEUU, Cuba o Moscú, pero pienso que son muy diferentes a la llamada democracia mexicana que durante 200 –desde que existen- han sido un verdadero fraude, un engaño para la población. Ahora aparece "Pablito" al servicio de la presidenta y del sistema. Su objetivo es seguir sirviendo a quien garantice buen pago y propaganda. Lo conocí en 1964 en Economía y estuvimos juntos en la directiva de 20 representantes electos en 1976 por profesores (SPAUNAM) (11/VIII/25)