La Asamblea Nacional Constituyente Considerando: Que es de sana política destruir de raíz los odios que engendró la guerra civil, por medio de un gran ejemplo de magnanimidad, así como también invitar a todos los venezolanos a una nueva era de paz y de fraternidad… Decreta:
ARTÍCULO ÚNICO. Se concede amplia amnistía para todos los delitos y faltas políticas cometidos en la República hasta 31 de diciembre de 1892. En consecuencia, queda remitido el juicio de responsabilidad a que se refiere el Decreto Ejecutivo promulgado en 14 de marzo último, y sin efecto las disposiciones precautorias que se dictaron para la efectividad de dicho juicio.
Dado en el Salón de Sesiones, en Caracas, a 18 de mayo de 1893. El presidente, J. M. Velutini. El secretario, F. Tosta García.
Este decreto de Amnistía General surgió con la Revolución Legalista, liderada por Joaquín Crespo contra el gobierno de Raimundo Andueza. El triunfo de Crespo no era solo militar; era la oportunidad de fundar una nueva etapa, pero para ello era necesario suturar las heridas con algo más poderoso que la fuerza: El Perdón.
De allí que, en el Salón de Sesiones de la Asamblea Nacional Constituyente, los diputados decidieron cambiar el rumbo de la historia con un acto de profunda magnanimidad. El 18 de mayo de aquel año crucial, los parlamentarios, siguiendo la recomendación del propio Crespo, promulgaron la Amnistía General para todos los presos políticos.
Así como en el siglo XIX Joaquín Crespo y su Asamblea Constituyente entendieron que la reconciliación nacional exigía un acto de magnanimidad mediante una Amnistía General, los venezolanos de hoy clamamos por un gesto de similar grandeza histórica.
La exigencia ciudadana, plural, democrática y urgente, es que la Asamblea Nacional actual decrete una Ley de Amnistía General que libere a todos los presos políticos. La lección histórica de aquella Asamblea Constituyente permanece vigente: La paz verdadera se construye no desde la exclusión, sino desde el perdón que libera.
LIBEREN A TODOS LOS PRESOS POLÍTICOS ¡YA!