¿Se está perdiendo la base electoral del chavismo? ¿Falta de visión o estrategia contrarrevolucionaria?

En estos días, de manera fortuita, me conseguí en la calle con un compañero de trabajo (por cuestiones de la pandemia, el trabajo lo hacemos virtual, desde nuestras casas), con el cual compartí durante años en la universidad donde laboramos. Iba a pie hasta su casa después de realizar unas compras en el mercado porque su vehículo se averió y no pudo arreglarlo por los altos costos que representaba esa reparación mecánica. Indefectiblemente caímos en el análisis de la situación del país, pasando por la pandemia y aterrizamos en la actual situación económica, de la cual, me comentaba con cierta amargura, responsabilizaba al gobierno.

No bastaron mis argumentos sobre el conocido, terrible e ilegal ataque a nuestra economía por parte de la derecha internacional y nacional, así como tampoco el robo de activos en todo el mundo , el ataque mediático contra el gobierno de parte de los principales medios del mundo y el ensañamiento contra nuestro país de algunos países latinoamericanos, coaligados con USA y Europa, para derrocar al Presidente Maduro y su gobierno; mi amigo seguía culpando a la revolución y ya había perdido la fe en ella.

Hay que hacer mención que ese compañero, hasta no hace mucho tiempo era, definido por él mismo, un chavista resteado con las políticas del gobierno e incluso ocupó cargos de Dirección en la institución donde trabajamos. Le escandalizaba, la situación de minusvalía desde el punto de vista socioeconómico en la cual, según me decía, habíamos caído los profesores universitarios en particular y en general todos los docentes del país. Argumentaba que la dolarización de facto que se estaba dando prácticamente mandó a la indigencia a los trabajadores del sector público, incluyendo a los universitarios, por cuanto todo está dolarizado pero nuestros salarios siguen cobrándose en bolívares, totalmente devaluados día tras día.

Me decía este amigo que, por ejemplo, la reparación de cualquier artefacto o bien del hogar que se haya descompuesto (no incluye aquí al vehículo, porque está inalcanzable), cobran en la calle entre 10 a 15 $, lo cual representa casi el doble de lo que él puede ganar con un mes de su sueldo; esa misma dinámica se aplica a las medicinas, los alimentos, vestidos, calzados, etc. Y si te enfermas, debes hacer colectas públicas de dinero (varios compañeros tuvieron que hacerlo ya), por el colapso de los seguros y HCM en las instituciones. Por otro lado, según él, los empresarios, comerciantes (pequeños y grandes, que por cierto participaron en los paros petroleros y el golpe de las "santamarias abajo") y aquellos quienes tienen negocio propio, no tienen ese problema porque trasladan al asalariado sus crecientes costos por efecto de ese dólar, de manera que quienes están pagando el precio de la crisis son los asalariados, sobre todo del sector público y los cuales constituyen buena parte de la base del chavismo.

Una vez que lo dejé frente a su casa y me fui a la mía, los argumentos de mi amigo me dejaron reflexionando porque, si bien es cierto que todo lo referente a la guerra económica contra nuestro país es una realidad, también lo es la depauperación creciente del nivel de vida de los empleados públicos, debido a la poquísima capacidad de cubrir sus necesidades básicas, como alimentación, calzado, vestido, medicinas, etc.; además del hecho de ser la base del voto chavista quien está en esta pésima situación.

Se entiende que el gobierno a través de los mecanismos de protección como son los Claps, los bonos y otros subsidios indirectos, intenta paliar la situación antes mencionada, la misma cada vez más se le está escapando de las manos. El incremento del sueldo mínimo decretado este primero de mayo y aplicable a todas las tablas salariales de la administración publica pareciera ser un pañito de agua tibia porque si no se establecen controles de precios u otros mecanismos, los comerciantes especuladores van a volver "sal y agua" ese incremento, generando un circulo vicioso. El recién creado Consejo Presidencial debe avocarse de manera urgente a buscar correctivos a esta explosiva situación

Esto está creando una peligrosa brecha de desigualdad entre quienes tienen capacidad de adquirir, cobrar, transar, etc. en dólares y esos casi 7 millones de empleados públicos, quienes viven de su salario, casi siempre pagados en bolívares por ser la moneda de circulación legal. También, y más peligroso que lo anterior, se está generando un rabia silenciosa y contenida en ese grupo de población, creando condiciones subjetivas delicadas que podrían ser aprovechadas por la oposición (los eternos engañadores de siempre), para generar disturbios, como ya se han visto en algunos sitios.

Surge la pregunta: ¿qué están haciendo el BCV y los responsables de llevar la política económica del país, para tratar de solventar esa situación? ¿Saben esos altos funcionarios que, si sigue esa tendencia, ese voto chavista que mayoritariamente está en los sectores populares, merma cada vez más por esa circunstancian? ¿Falta de visión política? Y si lo saben, ¿por qué no se toman los correctivos pertinentes? Ilustres venezolanos han hecho propuestas, tales como Pascualina, Valdés, Bouza, solo para mencionar los más mediáticos, pero son muchos otros. Nos estaremos jugando a Rosalinda en los próximos comicios electorales y...! no se ve luz al final del túnel...!

¿A quién beneficia que ese dólar siga haciendo estragos en la economía nacional? Empresarios, comerciantes grandes y medianos, especuladores cambiarlos, blanqueadores de dinero sucio, etc., están de plácemes por esa arremetida casi diaria de la moneda gringa, contra nuestro bolívar. ¿Acaso, no hay una cesta de monedas alternativas que podrían utilizarse para restarle un poco de poder sobre nuestra economía a ese dólar "malvado"?

Reflexiones que dejó el haberle dado "una colita" a un antiguo camarada, que se dejó vencer por la situación.



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