Según diversas fuentes van más de 50 detenidos en el “ataque al Gorgojo”. Esto hace reflexionar sobre los mecanismos que usan las “manos invisibles” de las burocracia para estropear la revolución. Siempre he creído que para evitar esta desviaciones en primer lugar hay que escuchar las denuncias en voz del pueblo; y en segundo lugar generar mecanismos para controlar públicamente a la alta jerarquía política. Por ejemplo que rindan balances cotidianamente, que sus cuentas sean de conocimiento público, que se eliminen las roscas, y por qué no, que sus ingresos mensuales no sean superiores al salario promedio en el país. Pero ahora bien, ya que se destapó la olla en el caso del Ministerio de Alimentación vale la pena preguntar: ¿Es acaso posible que semejante entramado corrupto exista sin que el ministro esté enterado?. Difícil de creer. Por eso es una exigencia que quien o quienes ocuparon estos cargos por largo rato hablen, hasta para respetar su derecho a la defensa propia, pero para los Osorios de la comida llegó la hora de dar la cara, sí Carlos y Félix, es hora de rendir cuentas.
El parrafito es una columna de @alexmgMS en @Elparrafito1
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