Así (con su natural BOCAGUÁ) contesta:

“Yo, yo (se limpia la baba que se le sale por la comisura de la boca) yo vendí a Viasa, porque en Viasa no se podía “viasar”

“Yo, yo, (ahora por uno de los oídos se les escapa una micro gota de los 2cc de materia gris que le quedan en el chamuscado cerebro) Yo vendí a la CANTV porque mi mujer me gritó: ¿Teochoro suelta el teléfono porque, si tu mamá te escuchara”

“Yo, yo (gime como un mismo pajúo que es) no fue que reviví a mi mamá, sino todo lo contrario, es decir ella necesitaba lo que yo podía darle a través de los excelente trucos, que he aprendido en mi vida de aventurero, usted sabe que yo he vivido como un gigoló de pensión, pero gigoló al fin”

“Yo, yo, (ahora se le sale un moco y aprovechando que Ivana está descuidad, se lo come) Yo era izquierdista pero como se me jodió el manguito rotator, no seguí en eso y me pasé para la derecha”

“Yo, yo (en esta oportunidad lo que se le sale es un peo con olor a naftalina) Yo, le jalé bolas a Caldera para que me diera esa chamba, porque mi hijita que vive al lado de PDVSA gasta mucho en cirugía para rebajarse esa nariz de Pinocho que tiene”

“Yo, yo, (ahora le tiembla el labio inferior) Yo le tengo arrechera a esos hombres, porque ellos han tendido más éxito que yo en la vida,(ahora se le aguan los ojos)…yo, yo, he sido un pobre diablo todo el tiempo”

“Yo, yo, (se le sale el orine) le di las prestaciones a mi hijo, porque él es como yo: un inválido político”

“Yo, yo (ahora la punta de uno de sus zapatos se le cubre de orine) Yo reviví a mamá, porque mi hermano Lubén me dijo: “ Teochoro, mamá está presa”

“Yo, yo (la bragueta la tiene toda mojada) Yo traicioné a la guerrilla y no hice nada por evitar la MASACRE DEL ENCANTADO, porque el color verde oliva me hacía mal en los ojos”

“Yo, yo, (se le mueve la plancha dental) Yo le dije a esos viejitos del carajo del Seguro Social que se fueran, porque olían a baúl del recuerdo”

“Yo, yo (estornuda y además de bacterias, suelta por la boca un putrefacto olor a camaleón podrido) Yo, le digo a Anopeleón Bravo, carnicero, porque a él le gusta manosear la “carne”

“Yo, yo (Ivana le pasa un bastón, para que no se caiga) cuando me escapé del cuartel San Carlos me oriné dentro del túnel, no por miedo, sino porque soy alérgico a la humedad”

“Yo, yo, (Ivana lo ayuda pasándole un pañal de contingencia) soy como el arco iris: tengo varios colores y los he utilizado de acuerdo al momento. Lamentablemente con Chávez no he podido usar el rojo, porque el pueblo, que es quien manda, me conoce bastante y es capaz de meterme varias nalgaditas en mis pailita arrugaditas, ji, ji, ji”

“Yo, yo (se le ve el pecho más arrugado que acordeón de mendigo) Yo llegaré al poder con mi pana el chamito Pompeyo Márquez para revitalizar la corrupción, la camaleonada, para traer de nuevo a mi panita Caldera al gobierno, para…(se le humedecen los lentes) poder tratar de vivir distraído sin el fantasma de todos esos jóvenes de los sesenta que murieron por mi culpa en las guerrillas, lanzados desde helicópteros, torturados en los TO5 mientras yo gozaba una bola con mi geva del Canal 5”

“Yo, yo, (Ivana lo coloca sobre la grama y se va corriendo: no soporta el hedor que este hombre camaleón despide, al extremo de que hasta los coquitos de la hierba huyen despavoridos)
Fin de la utópica entrevista, Ivana.

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