La oposición "más inteligente" del mundo

El parlamentario sin oficio Carlos Eduardo Berrizbeitia, quien quedó desempleado de la Asamblea Nacional dice que un eventual cambio de los símbolos patrios "costaría US$ 1.000 millones" sin explicar como llegó a esa cifra. Sin embargo, habla de que habría que cambiar toda la papelería, todas las monedas y billetes y, el colmo, todos los monumentos públicos". En verdad que, apartando la mala intención de este individuo, lo que revela es la más profunda estulticia e ignorancia de los hechos de su propio país, síntomas estos de la oposición venezolana.

En efecto, ignora este ignaro que los monumentos públicos permanecen, por razones históricas con la apariencia y denominación original. Por ejemplo, en el Arco de la Federación en la zona de El Calvario, cercano a la Plaza de Pagüita, se puede observar en los relieves que lo adornan, el Escudo Nacional vigente para la fecha de su construcción, 1895, con el caballo indómito corriendo hacia la izquierda (hecho que prueba, además, que así fue el Escudo Nacional en el pasado) sin que a nadie se le ocurriera en más de un siglo, cambiar ese escudo, por el cambio en la ley; como a nadie se le ha ocurrido cambiar el nombre oficial del edificio que ocupó el Congreso Nacional y ahora ocupa la Asamblea Nacional, el cual se sigue denominando, desde su fundación, Palacio Legislativo y su parte norte, Palacio Federal, por haber sido asiento su ala noroeste del Poder Ejecutivo, mientras que el ala noreste de la parte norte fue la sede de la Alta Corte Federal, cuyo nombre aún se puede leer en el exterior de dicha ala.

En cuanto a los billetes y monedas, nada más falso que afirmar que deberían imprimirse y acuñarse, respectivamente, toda la existencia de efectivo. Similar afirmación se hizo en ocasión del cambio de denominación oficial del país introducido por la Constitución de 1999. Quien esto escribe, con ocasión de la discusión del proyecto de Ley del banco Central de Venezuela, hizo notar que ello no es necesario, ya que la moneda de curso legal sigue circulando sin inconvenientes. De hecho así ha sido en el pasado y no tiene que ser diferente ahora. Durante casi todo el siglo XX circularon monedas metálicas con distintos escudos estampados en su reverso y hasta comienzo de la década de los años setenta del pasado siglo circularon monedas con la inscripción "Estados Unidos de Venezuela", denominación abolida desde la Constitución de 1953. Otra cosa es que cambie la moneda en un futuro por otro motivo, como, por ejemplo, como está planteado, una reforma del cono monetario para eliminar varios ceros de las denominaciones.

Por último, la papelería no se pierde, ya que usa hasta que se agote, como se estuvo haciendo desde el año 2000 con la papelería que tenía la denominación "Republica de Venezuela".

Total, que sólo se escucha rebuznar a la oposición "más inteligente" del mundo, única digan de dirigir este país. Como dice el Nerón de Caracas, el que, antes que seguir con Chávez, prefiere ver (de lejitos) arder a Caracas como a Hiroshima: ¡Se cansa uno¡


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José Gregorio Piña


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