Revolución Bolivariana: compleja y variopinta revolución

En la feria del libro asistimos a una muy interesante conferencia del historiador y profesor Henry Antonio Navas sobre realidades dramáticas de los procesos revolucionarios que han transcurrido en nuestra Patria desde los asideros del puntofijismo. Metodológicamente perfecta, la clase magistral, para un público importante en presencia y curioso en los detalles que el expositor Navas dejaba en los corredores de la imaginación porque el padre-tiempo apuraba las impaciencias de los próximos expositores de temas diferentes. La exposición nos obligó a reflexionar caminos revolucionarios que los revolucionarios criollos han desglosado en sus caminares y sacrificios personales y familiares con y desde los comienzos de, prácticamente, la segunda mitad del siglo XX y durante estos álgidos años transitados en revolución y contra-revolución de la primera década del siglo XXI. Los sentimientos se cruzan en actitudes contradictorias y las “virtudes revolucionarias” se contradicen con las actuales realidades criollas. Se dice y el historiador Navas lo expresó enfáticamente que “…la Historia tiene memoria muy corta…” en cuanto a Venezuela se refiere y, como buenos alienados a la ideología del consumo capitalista, “…el pasado es el pasado y lo actual es lo real y lo verdadero…” Tremendo error pequeño-burgués pero debemos siempre y actualmente percibir realidades objetivas que más se deben a “alianzas y alienaciones” de “manual desgastado” que ha, digámoslo para los expertos y reales revolucionarios con “tabaco en la vejiga”, los profundos contenidos del “ideario de Chávez”. Es decir, mientras que no objetivemos el “ideario de Chávez” esta revolución “cojea de una pata fundamental”.

Cualquier revolucionario de “vieja data” ha caminado por curiosidades histórico-ideológico-revolucionarias. Se publican los pensares de Fabricio Ojeda pero no se propone una discusión histórico-ideológica profunda sobre sus contenidos. Nos explicamos para sus entenderes. El profesor Navas los exponía cuando se refería, concretamente, al “caso Yumare” cuando expresaba que debemos entrar en el conocimiento del “marco histórico” que se fue desarrollando en el proceso de “cambios profundos sociales” en Venezuela cual llevó, obligatoriamente, hay que decirlo, por sus realidades sico-ideológico-sociales de las derechas criollas en cuanto a las realidades que se expresaron tanto en Yumare, Cantaura y El Encanto; realidades históricas cuales definió Henry Antonio Navas, sin medias tintas, que aquellas realidades, objetivamente, históricas como “estrictamente de asesinatos” de aquellos inquietos venezolanos quienes, únicamente, se preocupaban por el “pensamiento de Simón Bolívar” (Raúl Esté, Adán Navas, Álvaro Carrera. “La Masacre de Yumare”. Fondo Editorial Ipasme. Caracas, 2012, pp. 296)

¿Por dónde caminamos cuando insistimos en la Historia? En el contenido del discurso del historiador Navas escuchamos referencias a realidades que nos traspasan a años pasados a la década de los años 70 del próximo pasado siglo XX. Pareciera que aquellas realidades que se manifestaron desde 1928 y los estudiantes inquietos pasando por las realidades de Medina Angarita, el triunfo del positivista don Rómulo Gallegos y su esperado “golpe de estado” como preámbulo a la introducción de la “Guerra Fría” en América Latina, el gobierno de Pérez Jiménez convidado a la mesa del imperialismo hasta que se atrevió proponer un “desarrollismo económico cuasi-independiente”, a los paradigmas del proceso de confrontaciones regionales en los umbrales del significado del “patio trasero” en realidades anti-comunistas regionales al sur del río Bravo y el estado de la Florida. Paremos un rato.

Nos consideramos que mientras no comprendamos las siguientes realidades histórico-revolucionario-ideológicas seguiremos “cojeando revolucionariamente”. En primer lugar, a partir del artículo de “Mister X”, aquel funcionario del Departamento de Estado, con propuestas anti-comunistas dirigidas, directamente, a la URSS y, por carambola, a todos los movimientos sociales con políticas reivindicativas no comprenderemos el porqué del “Golpe de Estado contra don Rómulo Gallegos”. En segundo término, debemos reflexionar sobre los contenidos del texto de Manuel Caballero sobre la “Tercera Internacional en América Latina”; mientras no asumamos esa lectura no comprenderemos aquellas frases expresadas por el historiador y profesor Navas cuando se refería a que la “…contra-insurgencia fue primero que la insurgencia…”; terrible aseveración porque cambia la Historia de Venezuela de fondo y forma. En tercer puesto, debemos considerar las influencias externas sobre realidades internas cuando nos referimos no solamente a las influencias de Washington sobre las derechas sino las indirectas influencias que la Revolución cubana expresó a lo interno de las realidades sociales venezolanas tanto de las anti-comunistas derechas como en las “frentistas de izquierdas”. Por último aunque no suficiente, la extraña división de Acción Democrática en el Movimiento de Izquierda Revolucionaria teniendo entre-medio aquella división que lideró el líder acción-democrático, Raúl Ramos Jiménez y las influencias tanto estalinistas como trotskistas en sus expresiones criollas. ¿Cuál fue el rol de URD?

En el marco del conjunto de ideas que venimos exponiendo para su consumo y fines consiguientes, para comprender que significa el “Gran Polo Patriótico” debemos conocer los avatares político-ideológicos de la propuesta en mesa de la 3ra. Internacional (Komintern) del Frente Unido Nacional. Claro, podríamos “piratear” nuestras propias doctas comodidades pequeño-burguesas; podríamos dejar de lado las insistentes propuestas de nuestro Comandante en Jefe, Hugo Rafael Chávez Frías, sobre aquello de la necesidad de, seriamente, estudiar; podríamos repetir, permanentemente, “clichés convertidos en slogans”; podríamos vestirnos de “rojo rojitos” sin conocer nuestras realidades petroleras; como y en consecuencia la Revolución Bolivariana caería, una vez más, en el más ramplón de los pragmatismos y/o continuadores de influencias externas que se contradicen, realmente, con el “ideario de Simón Bolívar”, el “pensamiento Chávez”, y, como bien lo expuso el profesor Henry Antonio Navas, “…nos volveríamos para olvidar la Historia de la Patria en proceso actual de los cambios profundos…” Es decir, mientras Nico se parte el alma con el “gobierno de calle”, reiteramos una vez más, el aparato ideológico de la Revolución Bolivariana está caminando por “las calles de París y no por Londres”. Nos explicamos un poquito.

La Revolución Bolivariana, como todas las revoluciones, es un conjunto donde se conjugan una serie importante de sub-conjuntos variados que, together, conforman las realidades del conjunto de la revolución. Pareciera que son tiempos cuando debemos comenzar a reconocer las diferentes tendencias existentes en la Revolución Bolivariana. Para aquellos que “se rasgan las vestiduras” debemos, obligatoriamente, aclararles que sí no existieran esas manifestaciones de carácter ideológico entonces sería innecesario el “Gran Polo Patriótico”. Al tiempo, sí no existieran propuestas diferentes en el seno del PSUV, entonces, camaritas, “bajemos la santamaría, apaguemos las luces y vayamos a veranear”. No podemos ser tan obtusos cuando de revolución estamos no solo conversando sino defendiendo en sus praxis y desarrollos de “cambios profundos” del Estado burgués-y-obviamente-capitalista. En el marco de esa propuesta, comencemos a precisar las tendencias existentes pero obligados sería necesario precisar en qué se diferencian unas tendencias de las otras en cuanto a la real-politik, a la propuesta en lo relativo a la “estructura y super-estructura”, cuál es la propuesta de “política de estado” en lo internacional, y, fundamental, cuáles son las diferencias ideológicas inter-partidos-revolucionarios y, finalmente, cómo se conjugan sus pensares con lo real-histórico-nacional y cómo ello se amoldan al “pensamiento Chávez”. Es decir, es necesario, metodológicamente, no solo dejar “el presencismo comunicacional” sino realizar un “cuadro-marco” que permita conocer los necesarios conoceres revolucionarios bolivariano-nacionalista-chavista, stricto sensu.

Comencemos por precisar que esta revolución es una revolución cívico-militar. Esta revolución es bolivariana, nacionalista y, además, chavista. Es una revolución que sustenta sus paradigmas fundamentales en el “socialismo a la venezolana”. Es una y la revolución histórica en espera que los y las camaritas comprendan qué significa que la Revolución Bolivariana es la Revolución Histórica (nombre propio). Esta revolución, la nuestra criolla venezolana, está conformada por militares (los alzamientos militares de los años 60, 4 de febrero, 27 de noviembre); por civiles (años 60, 70, 80, 4 de febrero); por el movimiento cívico-militar del 14 de febrero y confrontación al “golpe petrolero”; los movimientos sociales que se manifestaron durante la 4ta. República y, actualmente, tanto bajo las órdenes de Chávez Frías como de Maduro Moros. Entonces, nos preguntamos: ¿dónde estarían las contradicciones? ¿Por qué las derechas tienen, objetivamente, “mucho, muchísimo poder” aún bajo las actuales circunstancias? ¿Por qué las clases medias siguen alienadas al consumismo ideológico? ¿Por qué se presenta una profunda división en el movimiento obrero y sobre cuáles bases ideológico-laborales se sustentan esas divisiones?

Proponemos este “entremés” como “puesta en escena” de la Revolución Bolivariana.



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Miguel Ángel Del Pozo


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